El Arte de Pasarse la Pelota
Por Luis Álvarez
”Ese muerto no lo cargo yo, que lo cargue el que lo mató”.
Palabras más, palabras menos han sido las geniales explicaciones que los implicados han dado en el caso de los jóvenes salvadoreños y su odisea para participar en el reciente Desfile de las Rosas.
Pero se les olvidó que “tanto peca el que mata la vaca como el que le jala la pata”.
Así, lo que pudo ser un cómodo viaje de cinco horas por avión, se convirtió en una pesadilla de cinco días y cinco noches por tierra, atravesando parajes peligrosos y exponiéndose a toda clase de riesgos.
El gobierno del presidente Antonio Saca hizo su propio descargo. Hizo las de Poncio Pilato: se lavó las manos y le achacó la responsabilidad a la Asociación de Salvadoreños en Los Ángeles (ASOSAL) y a la Asociación Internacional de Mujeres Salvadoreñas (AIMSA), encargadas del periplo.
Los políticos son expertos en el uso de eufemismos para salir de apuros. La viceministra para la Atención de Salvadoreños en el Exterior, Margarita Escobar, aseguró que el acuerdo fue que el gobierno sólo iba a “acompañar el proceso”. Y esto ¿con qué se come? Cierto es que al grupo de muchachos se les llamó “Los Ángeles de El Salvador”, pero por muy angelicales que fueran necesitaban viáticos, boletos de viajes y satisfacer un sinnúmero de necesidades para representar dignamente al país.
¿Cómo venderle al turista estadounidense y del resto del mundo una imagen pulcra de la nación, su gobierno y su gente con tal monumento a la improvisación? Debe ser cierto que las dos asociaciones dichas querían llevarse todas las palmas y por ello no quisieron la intervención abierta de las autoridades. Pero de allí a que el gobierno se desentendiera del paquete que implicaba la presentación de estos cientos de muchachos, hay un abismo de diferencia.
Lo del gobierno salvadoreño sólo tiene un nombre: miopía. No se le puede llamar de otra manera al acto de desaprovechar una oportunidad de oro para mostrarle al mundo la mejor cara del país en una vitrina como el Desfile de las Rosas que luce envidiable para cualquier nación del globo.
Ahora la señora viceministra asegura que el gobierno también colaboró gestionando patrocinios privados. ¿Será entonces que es pírrica la influencia del gobierno sobre la empresa privada que ni siquiera le alcanzó para financiar el costo del viaje vía aérea. Y yo que juraba que el de Saca era un gobierno de esos que creen firmemente que la iniciativa privada es la panacea para todos los males de la humanidad. Hay que llamarle al pan pan y al vino vino.
Estos muchachos hasta tuvieron que aguantar hambre en su corta visita a California. Los organizadores hicieron malabares de última hora para conseguir patrocinio de varias entidades en el sur de California para alimentar a los chicos. No tenían siquiera 25 dólares para llevarse la foto oficial como recuerdo de su participación en el evento. Debo aceptar que también me carcome la curiosidad por saber qué pasó con todas las demás organizaciones salvadoreñas afincadas aquí en Los Ángeles.
Ninguna de ellas ha abierto la boca para opinar sobre el tema. ¿Les pidieron ayuda y la negaron? ¿O será que ni siquiera los buscaron porque de antemano sabían que, cuando se trata de trabajar juntos, son como perros y gatos? Por lo pronto yo me estoy comiendo las uñas de ansiedad a la espera del minucioso informe que ASOSAL presentará sobre este proyecto y sus gastos, con puntos, comas, pelos y señales.
De seguro este informe tendrá la misma precisión milimétrica que tuvo todo el plan de principio a fin y esto dejará satisfechos a tirios y troyanos. Este arroz aún no se ha cocinado…
”Ese muerto no lo cargo yo, que lo cargue el que lo mató”.
Palabras más, palabras menos han sido las geniales explicaciones que los implicados han dado en el caso de los jóvenes salvadoreños y su odisea para participar en el reciente Desfile de las Rosas.
Pero se les olvidó que “tanto peca el que mata la vaca como el que le jala la pata”.
Así, lo que pudo ser un cómodo viaje de cinco horas por avión, se convirtió en una pesadilla de cinco días y cinco noches por tierra, atravesando parajes peligrosos y exponiéndose a toda clase de riesgos.
El gobierno del presidente Antonio Saca hizo su propio descargo. Hizo las de Poncio Pilato: se lavó las manos y le achacó la responsabilidad a la Asociación de Salvadoreños en Los Ángeles (ASOSAL) y a la Asociación Internacional de Mujeres Salvadoreñas (AIMSA), encargadas del periplo.
Los políticos son expertos en el uso de eufemismos para salir de apuros. La viceministra para la Atención de Salvadoreños en el Exterior, Margarita Escobar, aseguró que el acuerdo fue que el gobierno sólo iba a “acompañar el proceso”. Y esto ¿con qué se come? Cierto es que al grupo de muchachos se les llamó “Los Ángeles de El Salvador”, pero por muy angelicales que fueran necesitaban viáticos, boletos de viajes y satisfacer un sinnúmero de necesidades para representar dignamente al país.
¿Cómo venderle al turista estadounidense y del resto del mundo una imagen pulcra de la nación, su gobierno y su gente con tal monumento a la improvisación? Debe ser cierto que las dos asociaciones dichas querían llevarse todas las palmas y por ello no quisieron la intervención abierta de las autoridades. Pero de allí a que el gobierno se desentendiera del paquete que implicaba la presentación de estos cientos de muchachos, hay un abismo de diferencia.
Lo del gobierno salvadoreño sólo tiene un nombre: miopía. No se le puede llamar de otra manera al acto de desaprovechar una oportunidad de oro para mostrarle al mundo la mejor cara del país en una vitrina como el Desfile de las Rosas que luce envidiable para cualquier nación del globo.
Ahora la señora viceministra asegura que el gobierno también colaboró gestionando patrocinios privados. ¿Será entonces que es pírrica la influencia del gobierno sobre la empresa privada que ni siquiera le alcanzó para financiar el costo del viaje vía aérea. Y yo que juraba que el de Saca era un gobierno de esos que creen firmemente que la iniciativa privada es la panacea para todos los males de la humanidad. Hay que llamarle al pan pan y al vino vino.
Estos muchachos hasta tuvieron que aguantar hambre en su corta visita a California. Los organizadores hicieron malabares de última hora para conseguir patrocinio de varias entidades en el sur de California para alimentar a los chicos. No tenían siquiera 25 dólares para llevarse la foto oficial como recuerdo de su participación en el evento. Debo aceptar que también me carcome la curiosidad por saber qué pasó con todas las demás organizaciones salvadoreñas afincadas aquí en Los Ángeles.
Ninguna de ellas ha abierto la boca para opinar sobre el tema. ¿Les pidieron ayuda y la negaron? ¿O será que ni siquiera los buscaron porque de antemano sabían que, cuando se trata de trabajar juntos, son como perros y gatos? Por lo pronto yo me estoy comiendo las uñas de ansiedad a la espera del minucioso informe que ASOSAL presentará sobre este proyecto y sus gastos, con puntos, comas, pelos y señales.
De seguro este informe tendrá la misma precisión milimétrica que tuvo todo el plan de principio a fin y esto dejará satisfechos a tirios y troyanos. Este arroz aún no se ha cocinado…
Excelente sinopsis a la aventura de nuestros Angelitos.
ReplyDelete"hechos son amores y no buenas razones"
Queda demostrado lo siguiente:
1. Desde hace más de 18 años, que el gobierno improvisa todo, de allí que cada Presidente se identifica con un "estilo" diferente,(tipo de improvisación generalizado), no se tiene el más mínimo interés en un plan a mediano ni mucho menos a largo plazo, para nuestro país. Sin embargo ninguna empresa exitosa funciona sin una buena planificación, esto es fundamental. Extraña dicotomía!!
2. Que es importante, inculcar a nuestros hijos, parientes, amigos cercanos y a todo salvadoreño, bien nacido, el amor a la patria, el orgullo de ser salvadoreño y salvadoreña. Todos vivimos en el mismo pedacito de tierra y en lugar de hacer brotar en la primera oportunidad, nuestros instintos más negativos (egoismos, envidias, recelos, ambiciones negativas, displicencia, desapego, etc., etc.)y descargarlos contra nuestros mismos paisanos, hagamos todo lo contrario, ayudémonos como si fuesemos una gran familia, pronto veremos como comienza a cambiar la suerte de todo El Salvador. Aprendamos del incidente "por que no te callas", de como un político de izquierda, defiende al político de derecha, pues es su conciudadano, primero es su país, antes que nada.
3. Que debemos aprender a que no todo el tiempo vamos a desempeñar un rol de caciques, muchas de las veces debemos ser buenos samaritanos y colaborar en las buenas causas, como soldados, peones, obreros,... por el bien de nosotros mismos como ciudadanos salvadoreños.
Para finalizar y no aburrir a nadie, adoptemos una nueva cualidad de salvadoreño, ser "hermano cercano" con el projimo salvadoreño, en cualquier parte de nuestro pedacito de tierra y en el mundo, sin distinción de posición social, religión, profesión, color político y cualquier etiqueta que pongamos a nuestros conciudadanos, porque para nosotros los salvadoreños debe de ser un honor y un orgullo el serlo.
Todos tenemos un pedacito de culpa en esto, unos más otros menos.
Es curioso que siendo Los Angeles, la ciudad de Estados Unidos con mayor numero de salvadoreños y con un numero significativo de organizaciones comunitarias, esta oportunidad de brillar se viera opacada por la INEPTITUD y recurrente egocentrismo de los mal llamados lideres. ¿Donde quedo El Rescate y la Mesa Redonda o los mismos que son Salvadoreños en el Mundo?
ReplyDeleteSimple y llanamente INEPTOS. ¿Por que no le pidieron ayuda a su padrino el Tte. Cnel. Chavez? O mejor aun ¿por que no destinaron un pequeño porcentaje de los fondos que recaudan del gobierno federal, estatal y municipal y organizaciones filantropicas? O ¿sera que esta caritativa actividad no cumple con los requisitos de expander politicas anacronicas en nuestro pais?
La responsabilidad ante todo y en esta ocasion las organizaciones comunitarias, demostraron una vez mas su INEPTITUD. ¿Como esperan que se les tome en serio?
Sr, Anonimo de 13 de enero de 2008 9:36,
ReplyDeleteNaturlamente que hubo descuidos tambien por parte de las organizaciones civiles en Los Angeles, pero el debate de fondo amigo no es ese.
Nuestros Angeles no representaban a unos cientos de miles de salvadoreños en Los Angeles, defendian los colores de la Patria Salvadoreña en su conjunto como estado.
Si usted busca profundizar mas la desunion de Diaspora, pues va en buena linea, para beneficio de todos menos del pueblo salvadoreño en el exterior.
Dejese te tonterias con eso del Tte. Cnel. Chavez, eso no encaja con el debate de las instituciones salvadoreñas en la participacion de la banda de nuestros angeles en Pasadena California.
A estos ARENARCONAZIS les llegó la hora de rendir cuentas al pueblo salvadoreño, saquémos a esta tunca Toña Casaca de su ¨huevierno¨.
ReplyDeleteViva Mauricio Funes, vota FMLN, votemos por el cambio y la esperanza.