El Ministro Salaverría se opone a la Interevención del Estado en defensa de los frijoles
El presidente Pro Témpore del Consejo Agropecuario Centroamericano y Ministro de Agricultura de El Salvador, Mario Salaverría, se opuso a una propuesta del presidente de Nicaragua, Daniel Ortega, de comercializar el fríjol 'de Gobierno a Gobierno', según la agencia EFE.
Ortega propuso recientemente al presidente de El Salvador, Elías Antonio Saca, vender el fríjol a través de la Empresa Nicaragüense de Alimentos Básicos (ENABAS-estatal), a precios naturalmente más baratos por tratarse de cantidades más fuertes "de institución a institución".
Comerciantes salvadoreños compran el fríjol cultivado en Nicaragua directamente a los productores nicaragüenses en las zonas de este país donde se siembra la mayor cantidad de estos alimentos.
Según el diario La Prensa de Managua, el ministro Salaverría declaró que el mejor incentivo para incrementar la producción de alimentos es la libertad de vender el fríjol a quien le pague mejor y en base al respeto al comercio regional.
Tiene razón el ministro, el mercado es el mercado, pero en condiciones delicadas como las que estamos viviendo, el estado debe hacer excepciones y poner en marcha los mecanismos que estén a su alcance para ayudar a aliviar la escalada de precios de los productos de primera necesidad como son los frijoles.
Como en otros discursos, Ortega señaló que los productores de granos básicos como el fríjol deben de recibir financiación y precios justos por los alimentos que producen, y que los consumidores también compren los granos a precios equitativos.
Según Ortega, lo que ha estado sucediendo es que los campesinos en la profundidad de la montaña, por falta de una buena comercialización, 'mal venden' sus productos a intermediarios que después expenden los granos a precios altos a los consumidores.
El mandatario dijo que ENABAS debe comprar a los productores el fríjol a 'precios justos' y después venderlo a El Salvador 'también a precios justos', para eliminar a los intermediarios que se quedan con las ganancias.
El ministro Salaverría dijo que en su país 'hay poca intervención del Estado en el comercio de los productos agrícolas', aunque indicó que la iniciativa de Ortega continuará siendo analizada por su Gobierno.
Ortega, por otra parte, culpó al ministro nicaragüense de Fomento, Industria y Comercio (Mific), Orlando Solórzano, del 'paso lento', por estar retenidos en la frontera norte, de fríjoles destinados a El Salvador, y ordenó que se permitiera la salida del grano hacia su destino en una cantidad que no precisó.
Managua fue sede ayer 26 de abirl de 2008 de una reunión de ministros de Agricultura de 13 países de las naciones miembros de la Alternativa Bolivariana para las Américas (ALBA), Centroamérica y el Caribe, para elaborar propuestas sobre la problemática alimentaria.
Ortega dijo que las propuestas y sugerencias de los ministros que se reunieron en Managua serían ratificadas por los presidentes de los países del ALBA, Centroamérica y el Caribe, que se reunirán en esta capital el próximo 7 de mayo.
Da la impresión de que Ortega está más interesado en ayudar a los consumidores salvadoreños que el propio ministro Salaverría.
Será que estamos una vez más avalando por el interés de los grandes importadores en detrimento del interés general del pueblo?
Ortega propuso recientemente al presidente de El Salvador, Elías Antonio Saca, vender el fríjol a través de la Empresa Nicaragüense de Alimentos Básicos (ENABAS-estatal), a precios naturalmente más baratos por tratarse de cantidades más fuertes "de institución a institución".
Comerciantes salvadoreños compran el fríjol cultivado en Nicaragua directamente a los productores nicaragüenses en las zonas de este país donde se siembra la mayor cantidad de estos alimentos.
Según el diario La Prensa de Managua, el ministro Salaverría declaró que el mejor incentivo para incrementar la producción de alimentos es la libertad de vender el fríjol a quien le pague mejor y en base al respeto al comercio regional.
Tiene razón el ministro, el mercado es el mercado, pero en condiciones delicadas como las que estamos viviendo, el estado debe hacer excepciones y poner en marcha los mecanismos que estén a su alcance para ayudar a aliviar la escalada de precios de los productos de primera necesidad como son los frijoles.
Como en otros discursos, Ortega señaló que los productores de granos básicos como el fríjol deben de recibir financiación y precios justos por los alimentos que producen, y que los consumidores también compren los granos a precios equitativos.
Según Ortega, lo que ha estado sucediendo es que los campesinos en la profundidad de la montaña, por falta de una buena comercialización, 'mal venden' sus productos a intermediarios que después expenden los granos a precios altos a los consumidores.
El mandatario dijo que ENABAS debe comprar a los productores el fríjol a 'precios justos' y después venderlo a El Salvador 'también a precios justos', para eliminar a los intermediarios que se quedan con las ganancias.
El ministro Salaverría dijo que en su país 'hay poca intervención del Estado en el comercio de los productos agrícolas', aunque indicó que la iniciativa de Ortega continuará siendo analizada por su Gobierno.
Ortega, por otra parte, culpó al ministro nicaragüense de Fomento, Industria y Comercio (Mific), Orlando Solórzano, del 'paso lento', por estar retenidos en la frontera norte, de fríjoles destinados a El Salvador, y ordenó que se permitiera la salida del grano hacia su destino en una cantidad que no precisó.
Managua fue sede ayer 26 de abirl de 2008 de una reunión de ministros de Agricultura de 13 países de las naciones miembros de la Alternativa Bolivariana para las Américas (ALBA), Centroamérica y el Caribe, para elaborar propuestas sobre la problemática alimentaria.
Ortega dijo que las propuestas y sugerencias de los ministros que se reunieron en Managua serían ratificadas por los presidentes de los países del ALBA, Centroamérica y el Caribe, que se reunirán en esta capital el próximo 7 de mayo.
Da la impresión de que Ortega está más interesado en ayudar a los consumidores salvadoreños que el propio ministro Salaverría.
Será que estamos una vez más avalando por el interés de los grandes importadores en detrimento del interés general del pueblo?
Ageencia EFE 27/04/2008 -
Salvadoreños en el Mundo
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Crisis alimentaria
Pareciera que a este gobierno le valemos riata. No se dan cuenta que ni los propios gurus americananos creen en los mercados en los rios revueltas.
ReplyDeletePero a estos neoliberales salvadoreños son mas papistas que el papa hasta en eso, en reconcer que el mercado tiene sus propios fallos y que si no se actua desde el Estado nos puede llevar a todos a una revuelta. El hambre es el mejor ingrediente para ello.
Señores dl Gobierno ayudenos a poder comprar por lo menos Frijoles para poder alimentarnos antes se decia en los hogares salvadoreños aunque sea frijolitos tenemos, pero ahora que quieren matarnos de hambre haciendo que otros sean mas ricos, basta ya piensen en el Pueblo que los hizo ganar y nos maten de hambre, no esperen que salgamos de nuevo de a las calles a Protestar......
ReplyDeleteWatuza
Ministro Salaverria ya basta de tanto manoseo a favor de los coyotes del frijol!
ReplyDeleteDeje que lo que quieren ayudar a Chamba Pueblo ayuden!
Y este Sr. es el mega candidato a vice de Avila? Que nos depara el futuro pueblo guanaco?
Saludos.
Pedro Ordimales
Utah
La verdad es que este ministro tan educado, tan estudiado y tan puristas y dogmatico con el libre mercado que prefiere ver a sus poblacion morirse de hambre con tal de mantener los principios del libre mercado.
ReplyDeleteQue Dios nos salve de estos profesionales del libre mercado
QUE LE IMPORTA, LO QUE PASA QUE EL FLAMANTE MINISTRO Y LA ARGOLLA DORADA NO COMEN FRIJOLES.
ReplyDeleteTres graves problemas para los pobres
ReplyDeleteHedelberto López Blanch (Rebelión)
Para las personas pobres, que son la inmensa mayoría de los 6 000 millones de habitantes en este mundo globalizado, cada despertar representa una nueva pesadilla porque tres graves peligros económicos atacan la casi inexistente supervivencia familiar: aumento del precio del petróleo, baja del dólar e incremento de los alimentos básicos.
Desde marzo de 2003 cuando Estados Unidos y Gran Bretaña atacaron y ocuparon Iraq con el propósito de adueñarse de las reservas petrolíferas de esa nación y controlar otras de la región, los precios del crudo comenzaron una espiral indetenible que lo ha llevado de 30 dólares el barril de 159 litros, en aquella época, hasta 115 dólares en la actualidad
Resulta habitual en estos tiempos que por cualquier motivo suban los precios: bajas en las reservas del crudo en Estados Unidos, altos consumos del combustible en China, Estados Unidos e India, huracanes en el Caribe, pequeños problemas en países productores como Noruega o Nigeria, acaparamiento de los intermediarios para venderlo con mejores dividendos. Cualquier excusa es permitida.
Solo una pequeñísima suma de naciones cuenta con el preciado combustible en sus territorios o con posibilidades para su extracción, mientras cerca de 160 naciones del orbe son dependientes de las importaciones del crudo.
La depreciación del dólar que se ha cotizado esta semana a 1,5979 por euro, también apoyó la escalada del crudo, bajó el poder adquisitivo de las naciones que negocian con esa moneda y ocasionó subida en los precios de los alimentos.
Analistas consideran que el alto nivel del euro frente al dólar se debe, sobre todo, a la inquietud por la salud de la economía norteamericana y la debilidad de sus mercados
Los sectores exportadores y hasta algunos gobiernos europeos han mostrado preocupación por la apreciación del euro pues consideran que encarece sus exportaciones.
El estallido de la burbuja financiera en el sector inmobiliario de Estados Unidos mostró la fragilidad del crecimiento económico de ese país. La burbuja financiera de la informática que reventó en 2001 fue sustituida por la inmobiliaria en una demostración de que el sistema no tiene otro recurso para lograr dinamismo a corto plazo que la especulación financiera y hoy ya se habla de una recesión en la primera potencia económica mundial lo cual repercute negativamente en la mayoría de las naciones.
Las alzas en los precios del petróleo y las bajas en el poder adquisitivo del dólar, son factores que inciden negativamente en la adquisición de alimentos.
Para el economista de la FAO, José Luis Cordeu, la devaluación del dólar también influye en el encarecimiento de los alimentos pues en los últimos años, muchos inversionistas han compensado la pérdida de valor de la divisa estadounidense colocando sus capitales en el oro, los cereales, granos y aceites.
Estadísticas de la Organización de las Naciones Unidas para la Agricultura y la Alimentación (FAO) indican que el precio de los alimentos se ha encarecido 45% en los últimos nueve meses y en diciembre pasado se registró el alza de precios mensual más alta en casi 20 años.
Tres productos fundamentales experimentan a finales de 2007, incrementos exorbitantes: lácteos, 83%; aceites vegetales 60% y cereales 41% y en los tres primeros meses han continuado su camino ascendente.
Técnicos de la FAO, indican que el encarecimiento de los alimentos en el mundo se debe a varios factores como son el alza en el precio del combustible y fertilizantes; los costos de producción y transporte de los bienes agrícolas; los cambios climáticos; la creciente demanda de materias primas proveniente de Asia y la expansión del mercado de biocombustibles, (etanol) que se basa en la cosecha de maíz, trigo, cebada o caña de azúcar para producir energía en vez de alimentos.
Un estudio del Instituto Internacional de Investigación de Política Alimentaria de Estados Unidos, señala que de mantenerse la expansión actual de biocombustibles el valor del maíz ascendería al menos 26% para el 2020, y de duplicarse la expansión de cultivos para generar energía, el alza sería de 72%.
Por citar solo dos ejemplos, en Nicaragua el costo del maíz, un producto básico de la dieta popular, se disparó 54% entre enero de 2007 y enero de 2008. Este mismo alimento fue motivo de grandes protestas en México que obligó al gobierno a intervenir para controlar el valor de venta del producto.
En El Salvador, el encarecimiento de los alimentos han motivado la caída del 50% del poder adquisitivo de los pobladores para adquirir comida, en un país donde la pobreza afecta a más del 70% de los habitantes.
Según la FAO, en América Latina más de 55 millones de personas sufren de desnutrición, mientras los pobres sobrepasan los 240 millones.
En este mundo globalizado donde impera el libre comercio y un neoliberalismo desquiciante, los altos precios de los alimentos afectan primordialmente a los países pobres que no tienen capital para adquirir los necesarios productos.
Hoy más que nunca son más reales el vaticinio que hizo el ex presidente del Banco Mundial James Wolfensohn cuando planteó en una reunión del Grupo de los 8 efectuada en el 2004 en Alemania, que “si no se resuelve el problema de la pobreza, nadie tendrá paz pues 5 000 millones de los 6 000 millones de habitantes del planeta viven en países del Tercer Mundo”.