La austeridad del Presidente Saca

Para hablar de austeridad debemos saber de qué exactamente estamos hablando. Es decir, hay que escudriñar a fondo el monto global del gasto, ver donde están las áreas en las que nos podemos apretar la cintura y especificar claramente el ahorro. Difícilmente se puede hacer un plan de austeridad creíble si la mayor parte de las finanzas públicas no son de dominio público.

En las democracias modernas esto no se lleva así -medio a escondidas- pues ahí se conoce todo lo relacionado con el dinero público a excepción de algunas partidas de los fondos reservados para la seguridad nacional. En países como Suecia, Finlandia, Dinamarca incluso eso es de dominio público.

En nuestro pueblo, en realidad ese pequeño barrio centroamericano al suroeste de Guatemala, las finanzas públicas se conocen solo a medias. Uno sabe por ejemplo el presupuesto del gobierno central pero no sabe por ejemplo nada sobre el detalle de las partidas de los salarios y los gastos de representación de los funcionarios. Esa información está estrictamente vetada al público y se reserva solo para los señores en las altas esferas del gobierno.

El gasto de la publicidad institucional es otro misterio bien guardado entre los hombres de ese mismo círculo.

El Presidente Elías Antonio Saca nos ha pedido a todos que tengamos la certeza de que el gobierno se apretará el cinturón pues las circunstancias nos obligan. Pero inmediatamente después al ser preguntado por un periodista, tedioso de verdad, en esa misma conferencia de prensa donde hizo el chispeante anuncio, el Presidente dijo desconocer el monto del márketin público. “No, no tengo idea, no tengo idea, puedes preguntarle al Secretario de Comunicaciones” respondió en un plis plas para zafarse rápidamente del asunto.

Ante la insistencia de aquel que en verdad estaba haciendo su oficio de periodista, el mandatario dijo que "cada institución (pública) tiene su presupuesto y cada uno tendrá que hacer la reducción como hoy lo ha mandado el Consejo de Ministros".

¿No sabe el Presidente el gasto de su publicidad o no quiso decirlo? La falta de una ley de transparencia y de acceso a la información es lo que le permite al Presidente zambullirse bajo el agua y salir al otro lado del río tan fresco. Le damos al mandatario el beneficio de la duda, los jefes al final siempre consiguen tener ese privilegio, personas corrientes como Desideria Ramírez no.

Sin embargo, cuando otra periodista avispada le preguntó que le definiera el monto del ahorro en porcentaje del gasto, Saca contestó con holgura de que “prácticamente es un 10 por ciento de congelamiento de los gastos”.

¿Un 10% de qué? ¿De $10, $100, de $1,000 millones? Vaya usted a saber. Lástima que nadie ahí especificó ese pequeñísimo y tan importante detalle. Ya sabemos que el Presidente erra de forma repetida en las estadísticas, este puede ser otro de sus episodios. Allá en mayo de 2009 cuando tengamos que valorar como le fue al plan de austeridad del Gobierno veremos sí el Presidente se refería a un 10% de esto o de aquello.

Suponemos que la referencia de ese 10% del gasto que habla Saca corresponde al gasto global del Órgano Ejecutivo. Y en ese caso no podemos sino felicitar al Presidente por semejante desafío, ya que según Hacienda Pública el presupuesto asignado al órgano Ejecutivo en el 2007 fue de $1,417 millones con lo que el plan de austeridad del Presidente podría tener como marca un ahorro de $141.7 millones. Al menos, que otra vez estemos ante una de esas promesas de futuro exageradas a las que tanto nos tiene acostumbrados nuestro Presidente y que después cuando se topan con la realidad del futuro, solo pasan a ser previsiones de futuro fallidas, algo que aquí públicamente, como ciudadanos responsables, hemos dicho que no se pueden considerar mentiras a la población, sino excesos de optimismo.

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