Discurso socialista del Presidente Saca en su 4º año de mandato

Tristemente, el gran tema ausente del discurso de Saca una vez más fue dar las gracias a los hermanos salvadoreños en el exterior por la aportación de los más de $34,500 millones a la economía nacional.

No cabe duda. Estamos ante el mejor Presidente de nuestra historia, toda una maquina humana para hacer resaltar por los parlantes de cualquier dispositivo los logros de su Gobierno.

Con la banda tricolor en el pecho y las caras serias de los miembros uniformados de la cuadrilla protocolaria del Estado Mayor al fondo, el Presidente Elías Antonio Saca se colocó en el atril de la Asamblea Legislativa, delante de todos los presentes, ajustó los micrófonos y procedió a lo que mejor sabe hacer: hablar de sus virtudes, de las grandes conquistas logradas por su equipo de gobierno para ayudar a los más débiles.

Lo hizo sin tapujos, directo, sin titubeos, muy en su tono y arrancó más de una docena de aplausos de los asistentes, entre diputados, ministros, embajadores, periodistas y demás personalidades de la sociedad civil.

En su mensaje incluyó una ensalada muy nutrida de distintos ingredientes, y al igual que en una buena ensalada de sobremesa resalta el verde de la lechuga, en la del Presidente Saca sobresalió “lo social”, curiosamente un sector que han venido arrastrando los gobiernos del partido ARENA a duras penas en los últimos 19 años, si se analizan los gastos reales en referencia al producto interno bruto, más o menos estancados en un 2.0% de promedio del PIB en las últimas 2 décadas.

Si tuviéramos sólo un adjetivo dentro de lo vasto que es el mundo del lenguaje para describir el discurso del Presidente Saca, tendríamos que tener sumo cuidado en la elección. “Seguro” podría ser. “Macizo”, “dadivoso”, “humano” también. Incluso podría valer el adjetivo “socialista” ya que Saca no dejó nunca el hilo de lo social. “Lo social es la base de todo” repitió Saca entre los aplausos en más de 5 ocasiones. Pero el adjetivo que mejor describe su discurso del cuarto año de gobierno de ayer por la tarde en la Asamblea Legislativa es “triunfalista”. Se movió entre el triunfo y el atrevimiento y cerró con un cita historica de Churchill.

EL Presidente Saca no se anduvo por las ramas, no escatimó el aliento para afirmar, con viva voz, la gran agenda social que ha puesto en marcha su Gobierno. “Dimos inicio a una histórica transformación social porque nos atrevimos a vencer el famoso ‘no se puede’” dijo, coreado y estimulado por los cumplidos de las damas y caballeros presentes en el acto.

El Presidente estaba en su salsa, hablando de la buena política, la social, con un micrófono delante, la herramienta de comunicación que mejor sabe ejecutar, la que lo ha llevado a la cima, a la cúspide del poder, casi absoluto, desde donde trabaja incansablemente para ayudar, según él, a los más desfavorecidos. .

En realidad la capacidad de Saca para maniobrar las palancas invisibles del lenguaje es formidable. Controla los tiempos, afina y convence. Es como ese talentoso e increíble flautista magrebí que sopla su vieja flauta y hace levitar en el aire a una víbora delante de todos y a continuación pasa su sombrero para recolectar la paga entre los clientes espectadores.

El Presidente Saca no pasa el sombrero, no tiene esa necesidad, pero si da unos buenos repasos de la gestión de su gobierno y esta vez toda su capacidad lingüística se centró en demostrar a todos, los presentes y no presentes, los logros sociales conseguidos.

Saca habló de toda las virtudes hechas y consumadas para fortalecer los sectores más débiles. Se condensó en los pilares de su agenda social: Red Solidaria, Fosalud, Alianza por la Familia y también metió al paquete de lo social “la Defensoría del Consumidor”, que en realidad es más bien una institución de arbitraje que defiende al consumidor, que un programa social.

Saca Dijo que su mandato “no es un programa de gobierno, sino una conquista necesaria del proceso nacional”. “Lo social ya nunca podrá salir de la agenda nacional ...nos atrevimos a ponernos del lado de la gente” con “valentía y sentido de justicia” aseveró ante todos con ese tono tan inconfundible que tiene y que tanto le brilla en situaciones especiales como la de ayer.

La ovación del público pareció alcanzar su punto culminante cuando Saca pronunció de sus labios “la libertad y la solidaridad son las dos caras inseparables de la paz y de los trampolines del progreso”.

Saca fue convincente y el poder de su oratoria contrasta con la debilidad en el “punch” del discurso que tiene su delfín Rodrigo Ávila, candidato a la presidencia por ARENA en el 2009.

Al igual que ese talentoso flautista hace levantar a la cobra con su flauta, Saca inexplicablemente, haciendo gala del malabarismo que posee en el dominio del lenguaje, interconectó todo a “lo social”. Dio la impresión de ser un discurso con tintes “socialistas” de aquellos que se daban en la vieja Europa en los años de penurias o en EE.UU. en la Gran Depresión. Saca habló del éxito incontestable del Agro, del aumento de $50 del salario mensual a los funcionarios públicos para Julio de 2008, del trabajo duro y del esfuerzo, de la facilitación de créditos, de lo preparado que estamos para plantar cara a la crisis, de la ayuda a 75,000 familias más pobres del país, del Fondo Nacional de Vivienda Popular, de los $600 millones que pone el gobierno en el subsidio del gas, la electricidad, el transporte, la educación, el agua, la salud y la agricultura, ...de la convicción que el gobierno no dejará a ningún salvadoreño tirado ante la crisis.

No cabe duda, el Presidente Saca es el Presidente de los grandes titulares.

Tímidamente Saca dio las gracias al FMLN por su aportación en la Comisión de Seguridad y Paz Social.

Tristemente, el gran tema ausente del discurso de Saca una vez más fue dar las gracias a los hermanos salvadoreños en el exterior por la aportación de los más de $34,500 millones que la Diáspora salvadoreña ha inyectado a la economía nacional desde 1980, el insumo económico más potente de la economía nacional. Se nota que no ha visto nuestro pequeño reloj de remesas que cuenta con precisión al segundo las remesas oficiales de los trabajadores salvadoreños en el exterior.

Para rematar la faena con broche de oro, el Presidente Saca terminó su discurso con una cita de Winston Churchill “Con una visión amplia, grandes principios, elevadas aspiraciones y profunda fe, nos será difícil no encontrar los mapas y brújulas para nuestro viaje”.

La pregunta que queda en el aire es si Saca habló de El Salvador de las realidades o de El Salvador de los deseos.

©Salvadoreños en el Mundo

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