Nuestra pequeña tierra cuzcatleca entra en el debate de género de la lengua castellana en España
En América no hay miembras
Joaquim Ibarz*
Burla, irritación, chanza, sonrojo, vergüenza, sarcasmo… Es lo que sintieron los iberoamericanos al conocer que la joven ministra española de algo tan abstracto como la Igualdad, Bibiana Aído, había afirmado que utilizó en pleno Congreso de los Diputados el término miembra porque se había familiarizado con él en una estancia en El Salvador. Según el chascarrillo de la joven ministra, en El Salvador sí se utiliza "una terminología similar". (Foto Ministra de Igualdad del gobierno español, Bibiana Aído)
La afirmación de la ministra gaditana ha sido recibida con indignación en Iberoamérica. No se acepta que pretenda excusar su ignorancia con un argumento falso, sin pies ni cabeza, que cuestiona la utilización de la lengua castellana en el otro lado del Atlántico.
En Iberoamérica, al igual que en España, causa estupor que toda una titular del gobierno de Rodríguez Zapatero se permita reinventar la normativa del lenguaje castellano para justificar la existencia y dar algún contenido a su etéreo ministerio. En los países iberoamericanos se comparte y aplaude la opinión expresada por el académico Gregorio Salvador: "¡Es una vergüenza que una ministra de España utilice el español de esa manera! Me parece insultante, porque en América es donde puede producir más irritación una cosa de este tipo porque la atención, el cuidado y el mimo que suelen tener en la utilización de nuestra lengua común es generalmente superior al que se tiene en España". Gregorio Salvador recalcó: "Eso solo se le puede ocurrir a una persona carente de conocimientos gramaticales, lingüísticos y de todo tipo. En España no podemos decidir sobre una lengua que se habla en muchos países".
Aún es más grave que la ministra falte a la verdad al afirmar que se le pegó el término en tierras americanas. Ni en El Salvador ni en ningún otro país del continente se emplea la palabra miembra. En México se ha comentado que ni el presidente Vicente Fox, que destacó por su golpeteo al idioma castellano, ha cometido nunca un dislate verbal de ese tenor.
Periodistas y escritores iberoamericanos consultados por este corresponsal coinciden en que nunca han utilizado el términomiembra ni tampoco lo han leído una sola vez en un texto, ni lo han escuchado en la calle o en un medio informativo. Un diario de la capital salvadoreña ha conminado a la ministra a que explique dónde y cuando ha escuchado en su país esa expresión que ha motivado tanto revuelo. "Nos califica de ignorantes para maquillar su disparate", ha comentado un cronista de la principal emisora de radio de San Salvador. En todo caso, en El Salvador se plantea preguntarle a la ministra quién le enseñó esa palabreja y bajo qué contexto, ya que allí la palabra miembro tiene dos connotaciones bien diferentes.
A este respecto, el escritor mexicano Juan Villoro ha comentado a La Vanguardia que "todo depende de quiénes sean las amistades de la ministra. Si se reúne con políticos mexicanos, misses venezolanas o gente de televisión afincada en Miami, su idioma corre peligro. Sin embargo, el castellano goza de estupenda salud en las calles y en la literatura de Hispanoamérica; la corrección con que habla un colombiano promedio es envidiable y Argentina dispone de suficientes correctores de estilo para alimentar todos los periódicos y las editoriales de habla hispana".
Villoro subraya que a 200 años de la independencia de los países iberoamericanos de España, "nuestra lengua castellana no ha perdido vitalidad ni corrección. De cualquier forma, hay que saber con quién te juntas. Si quieres salvar tu alma y tu gramática, es aconsejable no tener trato con legionarios de Cristo, publicistas, jefes de Estado o narcotraficantes".
Por su parte, la escritora catalana Nuria Amat, que visita con frecuencia Colombia, México y otros países iberoamericanos, ha declarado a La Vanguardia: "El término miembra no se emplea en ningún país. Nos avergüenza que la ministra diga eso. Hablar bien el idioma español es tener la capacidad de enriquecerlo, darle los modismos que cada país hispano impone. Pero los países de América Latina son ejemplares y dignos de admirar en este sentido. Al estar lejos del poder del idioma patrio han sabido darle más vitalidad por dos razones: una, gracias al modismo o mestizaje, y dos, la misma lejanía del castellano austero les ha permitido saber como conservar el español más arcaico, con expresiones del Siglo de Oro, nada menos".
Nuria Amat recalca que se enamoró de Colombia, precisamente, "por como su gente habla el puro castellano".
El abogado bogotano Fernán García de la Vega comenta que "fuera de la forma ordinaria de referirse a los seres de su propio género, las palabras de la ministra suenan a una espontánea y poco calculada disculpa que como tal nos deja la duda de que fuera de ignorante, de manera consciente no dice la verdad".
Bernardo Gutiérrez, un conocido analista colombiano, señala que en su afán por llevar la igualdad a donde sólo se puede hacer el ridículo, la ministra incurre en grave desinformación. "En América –afirma Gutiérrez- no se usa ese horror de miembras. Sin embargo, plantea la posibilidad de que también es posible que la ministra haya oído esa palabrita de boca de alguna funcionaria de estos países metida a feminista, en el sentido más demagógico del término. En realidad estas feministas no reivindican la igualdad y el respeto, sino una especie de machismo a la inversa. Yo conozco varias por estas tierras americanas (insufribles, de verdad, incluso para muchas mujeres que, esas sí, son sólidas, inteligentes y luchadoras). Todos conocemos gente así... A lo mejor la ministra de marras será de las mismas, qui lo sá. Porque en ese caldero del feminismo a la idiota, si por aquí llueve, por España sí que no escampa..."
Juan Restrepo, quien como corresponsal de Televisión Española ha recorrido durante varios años todos los rincones de América, nos comenta que "yo nunca he oído ese disparatare por aquí; la disculpa de la ministra me recuerda algo que me ha ocurrido con mucha frecuencia a lo largo de mi trabajo como periodista, aunque a la inversa. Cuando empleaba algún término correcto que mis amigos españoles desconocían, decían: "Bueno, es que como tú eres colombiano será un término de tu tierra". Un amigo catalán, ¡negociante de pieles! en Filipinas, desconocía el término talabartero y me salió con esas".
*Periodista - Publicado en La Vanguardia 15/06/08
Joaquim Ibarz*
Burla, irritación, chanza, sonrojo, vergüenza, sarcasmo… Es lo que sintieron los iberoamericanos al conocer que la joven ministra española de algo tan abstracto como la Igualdad, Bibiana Aído, había afirmado que utilizó en pleno Congreso de los Diputados el término miembra porque se había familiarizado con él en una estancia en El Salvador. Según el chascarrillo de la joven ministra, en El Salvador sí se utiliza "una terminología similar". (Foto Ministra de Igualdad del gobierno español, Bibiana Aído)
La afirmación de la ministra gaditana ha sido recibida con indignación en Iberoamérica. No se acepta que pretenda excusar su ignorancia con un argumento falso, sin pies ni cabeza, que cuestiona la utilización de la lengua castellana en el otro lado del Atlántico.
En Iberoamérica, al igual que en España, causa estupor que toda una titular del gobierno de Rodríguez Zapatero se permita reinventar la normativa del lenguaje castellano para justificar la existencia y dar algún contenido a su etéreo ministerio. En los países iberoamericanos se comparte y aplaude la opinión expresada por el académico Gregorio Salvador: "¡Es una vergüenza que una ministra de España utilice el español de esa manera! Me parece insultante, porque en América es donde puede producir más irritación una cosa de este tipo porque la atención, el cuidado y el mimo que suelen tener en la utilización de nuestra lengua común es generalmente superior al que se tiene en España". Gregorio Salvador recalcó: "Eso solo se le puede ocurrir a una persona carente de conocimientos gramaticales, lingüísticos y de todo tipo. En España no podemos decidir sobre una lengua que se habla en muchos países".
Aún es más grave que la ministra falte a la verdad al afirmar que se le pegó el término en tierras americanas. Ni en El Salvador ni en ningún otro país del continente se emplea la palabra miembra. En México se ha comentado que ni el presidente Vicente Fox, que destacó por su golpeteo al idioma castellano, ha cometido nunca un dislate verbal de ese tenor.
Periodistas y escritores iberoamericanos consultados por este corresponsal coinciden en que nunca han utilizado el términomiembra ni tampoco lo han leído una sola vez en un texto, ni lo han escuchado en la calle o en un medio informativo. Un diario de la capital salvadoreña ha conminado a la ministra a que explique dónde y cuando ha escuchado en su país esa expresión que ha motivado tanto revuelo. "Nos califica de ignorantes para maquillar su disparate", ha comentado un cronista de la principal emisora de radio de San Salvador. En todo caso, en El Salvador se plantea preguntarle a la ministra quién le enseñó esa palabreja y bajo qué contexto, ya que allí la palabra miembro tiene dos connotaciones bien diferentes.
A este respecto, el escritor mexicano Juan Villoro ha comentado a La Vanguardia que "todo depende de quiénes sean las amistades de la ministra. Si se reúne con políticos mexicanos, misses venezolanas o gente de televisión afincada en Miami, su idioma corre peligro. Sin embargo, el castellano goza de estupenda salud en las calles y en la literatura de Hispanoamérica; la corrección con que habla un colombiano promedio es envidiable y Argentina dispone de suficientes correctores de estilo para alimentar todos los periódicos y las editoriales de habla hispana".
Villoro subraya que a 200 años de la independencia de los países iberoamericanos de España, "nuestra lengua castellana no ha perdido vitalidad ni corrección. De cualquier forma, hay que saber con quién te juntas. Si quieres salvar tu alma y tu gramática, es aconsejable no tener trato con legionarios de Cristo, publicistas, jefes de Estado o narcotraficantes".
Por su parte, la escritora catalana Nuria Amat, que visita con frecuencia Colombia, México y otros países iberoamericanos, ha declarado a La Vanguardia: "El término miembra no se emplea en ningún país. Nos avergüenza que la ministra diga eso. Hablar bien el idioma español es tener la capacidad de enriquecerlo, darle los modismos que cada país hispano impone. Pero los países de América Latina son ejemplares y dignos de admirar en este sentido. Al estar lejos del poder del idioma patrio han sabido darle más vitalidad por dos razones: una, gracias al modismo o mestizaje, y dos, la misma lejanía del castellano austero les ha permitido saber como conservar el español más arcaico, con expresiones del Siglo de Oro, nada menos".
Nuria Amat recalca que se enamoró de Colombia, precisamente, "por como su gente habla el puro castellano".
El abogado bogotano Fernán García de la Vega comenta que "fuera de la forma ordinaria de referirse a los seres de su propio género, las palabras de la ministra suenan a una espontánea y poco calculada disculpa que como tal nos deja la duda de que fuera de ignorante, de manera consciente no dice la verdad".
Bernardo Gutiérrez, un conocido analista colombiano, señala que en su afán por llevar la igualdad a donde sólo se puede hacer el ridículo, la ministra incurre en grave desinformación. "En América –afirma Gutiérrez- no se usa ese horror de miembras. Sin embargo, plantea la posibilidad de que también es posible que la ministra haya oído esa palabrita de boca de alguna funcionaria de estos países metida a feminista, en el sentido más demagógico del término. En realidad estas feministas no reivindican la igualdad y el respeto, sino una especie de machismo a la inversa. Yo conozco varias por estas tierras americanas (insufribles, de verdad, incluso para muchas mujeres que, esas sí, son sólidas, inteligentes y luchadoras). Todos conocemos gente así... A lo mejor la ministra de marras será de las mismas, qui lo sá. Porque en ese caldero del feminismo a la idiota, si por aquí llueve, por España sí que no escampa..."
Juan Restrepo, quien como corresponsal de Televisión Española ha recorrido durante varios años todos los rincones de América, nos comenta que "yo nunca he oído ese disparatare por aquí; la disculpa de la ministra me recuerda algo que me ha ocurrido con mucha frecuencia a lo largo de mi trabajo como periodista, aunque a la inversa. Cuando empleaba algún término correcto que mis amigos españoles desconocían, decían: "Bueno, es que como tú eres colombiano será un término de tu tierra". Un amigo catalán, ¡negociante de pieles! en Filipinas, desconocía el término talabartero y me salió con esas".
*Periodista - Publicado en La Vanguardia 15/06/08
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Literatura
Tony saca, le regala a toby un BMW, de agradecimiento por que los tobistas votaran por Rodrigo. Una tarde despues del culto sale a pasear por la ciudad y a
ReplyDeletesacar forro. Tras un par de horas, decide detenerse a almorzar por lo
que
se acerca a un restorán y estaciona sobre la derecha, abre la puerta
para
salir y en ese momento pasa un camion y le arranca la puerta completita.
Toby se baja y empieza a ****** y maldecir como un loco. Agarra su
teléfono celular y llama a la policia, que llega muy pronto.
Comienza otra vez con las puteadas:
¡¡¡¡Mi BMW recien sacado del Concesionario....!!!!!! ¡¡¡¡¡¡Este animal
bestia, hijo de put4, me arrancó la puerta.......!!!!!!
así sigue hasta que el policia le dice:
- Pero señor, ¿cómo puede ser Ud. tan materialista...? ¿No se ha dado
cuenta que el camión, cuando se llevó la puerta, tambien le arrancó el
brazo
desde el codo?
Toby se mira el muñón atónito y exclama:
- ¡¡¡¡¡¡MieЯda!!!!! ¡¡¿¿¿Dónde quedó mi Rolex....???!!
Es interesante estudiar el feminismo porque arroja cantidad de cosas que nunca nos imaginamos confrontarlas.
ReplyDeleteCreo que en El Salvador se vive un auge de esas cosas que deben de cambiarse. Sin embargo los grupos feministas cambian cosas para ser escuchaDAS (DOS). El lenguaje es uno de ello. No obstante, cambiar el lenguaje no siempre significa usar la mejor y correcta manera. Al traducir de cualquier idioma al español nos acercamos mas al complejo asunto. Muchos que ocupamos dos o tres idiomas sabemos eso; pero es mas significativo el abordaje del tema sin pasiones ya que el pegar un cacerolazo debe pasar a la historia o cerrar el puño para agredir mucho menos.
Cuando llamamos nombres propios no debemos usar el genero masculino o femenino, MIEMBRO no procede sin embargo, creo tambien de honda peculiaridad, el hecho que remarca la participacion del genero femenino al usar similar nomenclatura: MIEMBRO FEMENINO el usar dicho termino en una Asamblea tan distinguida como la española y provocar risa, no es procedente.
Un lider, exagerando su posicion dijo a una MIEMBRO FEMENINO despues que esta le habia reclamado la ausencia de genero femenino en la asamblea general de una corporacion: ES QUE SABES, ME SIENTO MUJER CUANDO ESTOY CON USTEDES, ME SOLIDARIZO. NADA MENOS que una exageracion de este sujeto al sentirse solidarizado con el tema.
La verdad nos hace falta humanizar nuestro trato HACIA el genero femenino que tanta pena causa el espectro machista de la sociedad.
Atentamente,
Jose Matias Delgado Y Del Hambre.