¿Cómo se sobrevive en El Salvador? ¿Acaso somos la mercancía de nuestro propio gobierno?

Por Eva A. Martínez*

Cada día la vida de los salvadoreños es más difícil de afrontar. La canasta básica por las nubes, los precios en general de muchos productos son más caros que en los EE.UU., no hay suficientes empleos y los salarios en especial para los campesinos son miserables, la sobre población va en aumento y de paso, nuestros compatriotas tienen que pagar impuestos hasta por los productos básicos, como el arroz y los frijoles.

¿Cómo se sobrevive en un país como El Salvador? Esta es la pregunta que se hacen muchos. ¿Acaso el gobierno salvadoreño piensa que todos sus ciudadanos tienen un familiar en los EE.UU. para que les envíen remesas? ¿Acaso somos nosotros los que vivimos en el exterior los que tenemos que resolver los problemas internos de nuestro país?

Parece ser que sí somos la mercancía que El Salvador necesita para resolver los problemas de nuestro territorio, que debido a la corrupción, ineficiencia, y falta de humanidad lleva a nuestra gente a emigrar a otros países industrializados entre ellos, los EE.UU. Pero, ¿se está velando eficazmente por todos estos inmigrantes que viven en los EE.UU.? ¿Pudo o puede nuestro gobierno negociar por lo menos un TPS para aquellos salvadoreños que están indocumentados?

Muchos compatriotas viven en situación irregular y están viviendo un calvario para poder alimentarse a sí mismos en destino y a sus familias en origen y ya de paso llenarle los bolsillos a los ricos y resolver la crisis económica por medio de las remesas.

Sin embargo, no tenemos voz ni voto, porque para nuestra desgracia los que vivimos de este lado (EE.UU.) y los que resolvemos en gran medida la crisis económica que azota El Salvador, no podemos votar. Y mucha gente en nuestro país, aun no despierta de ese largo sueño o pesadilla ya que, aun mirándose que viven en desgracia, siguen votando a los políticos que sólo llegan al poder a enriquecerse. Los que vivimos de este lado seguimos siendo engañados y explotados por el actual gobierno salvadoreño.

Por el momento, no nos queda otra que informarnos y concientizar a los más sencillos sobre la penuria que enfrenta nuestro país y el por qué la está enfrentando.

Está en las manos de los votantes que residen en El Salvador de hacer un cambio. El voto vale oro y debe otorgarse inteligentemente a aquellos que tienen una mejor alternativa para mejorar la situación. Tenemos que despertar y al igual que nuestros compatriotas, debemos hacer eco desde aquí a nuestros familiares para velar por sus intereses al igual que por los nuestros por medio de la incitación de su voto ya que nosotros de momento no podemos ejercer ese derecho, pero si podemos persuadir a los nuestros a que voten por unos o por otros, allá en nuestros pueblos de origen.

*Miembra del Comité Consultivo de Mujeres de Salvadoreños en el Mundo

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