La sexualidad de la mujer es suya, pero el hombre se la ha arrebatado como si fuera un objeto
"Todas tenemos derecho al placer sexual por medio de la autocomplacencia o con nuestra pareja, derecho a tener la opción sexual que nosotras decidamos, derecho asumir la maternidad o no, derecho a sentir orgasmos, derecho a la información sobre salud sexual y derecho a decidir sobre todo lo que involucre a nuestra sexualidad, en todos los sentidos, porque 'mi cuerpo es mío y NO de nadie más'”
Nosotras las jóvenes
Lavinia Artiga*
A lo lejos se escucha el sonido imponente de seres que vienen forjando caminos, abriendo puertas, creando sueños, construyendo visiones, empoderándose de la palabra, apropiándose de sus derechos, luchando por vivir en libertad e igualdad.
Somos jóvenes que desde nuestra realidad estamos generando propuestas nuevas, construyendo nuevas formas de pensar y de vivir, interpretando la realidad desde los bastos conocimientos que vamos adquiriendo en el día a día.
¿Quiénes somos las jóvenes de ahora? Somos mujeres transgresoras e irreverentes a las imposiciones del sistema. Un sistema que nos coarta, nos invisibiliza, nos violenta y nos limita.
Nuestras luchas - SEXUALIDAD COMO ELEMENTO VITAL
La sexualidad es uno de los signos vitales que marcan y traspasan la vida de las mujeres y para lo cual es clave que podamos tener acceso a la información necesaria sobre nuestros derechos sexuales y reproductivos.
El problema que enfrentamos las mujeres jóvenes y adultas en la actualidad, y que viene arrastrando sus raíces desde la antigüedad, es que la sexualidad de las mujeres siempre se ha visto enfocada a roles de género establecidos socialmente para nosotras. A partir de esto a las mujeres se nos reprime cualquier derecho sexual, el autoconocimiento y exploración de nuestros cuerpos.
Esto se genera a partir de las bases en las que se sustenta el sistema patriarcal que busca constantemente controlar el cuerpo de las mujeres y decidir qué es lo que nosotras podemos experimentar – con respecto a la sexualidad- y lo que no podemos experimentar.
El sistema nos ha vedado y ocultado por todos los medios en todos los espacios el acceso a la información sobre sexualidad. De aquí surge la idea errónea (pero impuesta socialmente) de que las mujeres debemos ser “entregadas, sumisas y que nuestro cuerpo es una donación para el hombre.” Es decir, que nosotras somos las que les damos placer a los hombres y que nuestra satisfacción se deba basar en eso, no en las sensaciones de nuestro cuerpo. Esto es una de las razones por la cual el sistema se empeña en no permitirnos educarnos sexualmente, por ellos perderían el control sobre nuestro cuerpo, ya que nosotras decidiríamos sobre nosotras mismas y exigiríamos nuestros derechos sexuales y reproductivos.
La importancia de tener acceso a información sexual radica en el empoderamiento de nuestros derechos como mujeres, lo cual nos lleva a tener autonomía, libertad de decidir y esto trae como resultado que tengamos una vida plena y satisfactoria.
Todas tenemos derecho al placer sexual por medio de la autocomplacencia o con nuestra pareja, derecho a tener la opción sexual que nosotras decidamos, derecho asumir la maternidad o no, derecho a sentir orgasmos, derecho a la información sobre salud sexual y derecho a decidir sobre todo lo que involucre a nuestra sexualidad, en todos los sentidos, porque “mi cuerpo es mío y NO de nadie más”
El mundo de las mujeres: lo imaginario y lo real
A las mujeres el sistema nos quiere mantener flotando en la ilusión de que vivimos en una sociedad justa e igualitaria, pero a nosotras- que somos la afectadas directamente por todas la violaciones por parte de este mismo sistema patriarcal- nos damos cuenta lo difícil y el sufrimiento que nos causa caminar día a día arrastrando los pies en la realidad.
Esta realidad esta sustentada en el incumplimiento de todos nuestros derechos humanos y nuestros derechos como mujeres. El Estado es el primer responsable de garantizar que se respeten estos derechos y lo único que hace es darnos la espalda e invisibilizar las grandes problemáticas de las mujeres.
Frente a esto lo único que hace el Estado es crear una pantalla, una ilusión para hacer creer que existe una igualdad formal dentro de nuestro sistema y crean leyes e instituciones estatales para “proteger los derechos de las mujeres”, pero que el ejercicio de la justicia ante la violación de nuestros derechos es deficiente y decadente, que lo único que hace es ponernos en más riesgo.
Tenemos un aparato de justicia que no responde a nuestras necesidades y que continuamente nos ignora y nos culpabiliza de la violencia y las violaciones que sufrimos cotidianamente.
La realidad es que nos encontramos en una sociedad que constantemente nos agrede y violenta, que no reconoce nuestros aportes sociales, culturales y políticos, que nos limita y coarta nuestras libertades, que nos ignora, que no nos garantiza seguridad, que nos discrimina, que nos deja morir y que nos maten, que no nos educa. (Imagen: Publicidad oficial de Dolce & Gabbana)
Estamos sumergidas en una sociedad totalmente desigual, construida por hombre y para hombres, donde ellos siempre son los más favorecidos y nosotras seguimos siendo violentadas y controladas por ellos (sus normas, sus políticas, sus valores, su cultura).
A raíz de esto surge la lucha de los movimientos de mujeres que son nuestra lumbrera y en ocasiones nuestra única esperanza para deconstruir esta sociedad machista y tratar de construir, de pieza en pieza, una sociedad más justa e igualitaria.
Nuestro reto
Actualmente las jóvenes nos encontramos en el auge del activismo político-social y cada una emprendemos, desde nuestros espacios, nuestras luchas a favor de la libertad de los derechos humanos, de los derechos de las mujeres, de los derechos de la niñez y la adolescencia, de la justicia, de la igualdad, del respeto mutuo, de la solidaridad y de la verdad.
En este sentido, nuestro reto como jóvenes es deconstruir la realidad a través de nuestras propuestas y reconstruirla sobre las bases de la justicia social, la igualdad entre hombres y mujeres, la diversidad- (religiosa, sexual, ideológica, raza, etnia, etc.), la transparencia, la seguridad social y bajo el cumplimiento de todos nuestros derechos.
Por esto y más es por lo que las jóvenes luchamos y mantenemos nuestra convicción que a través de la unidad y el esfuerzo colectivo podemos algún día tener un mundo diferente y mejor.
*Miembra del Comité de Mujeres de Salvadoreños en el Mundo
Lavinia Artiga*
A lo lejos se escucha el sonido imponente de seres que vienen forjando caminos, abriendo puertas, creando sueños, construyendo visiones, empoderándose de la palabra, apropiándose de sus derechos, luchando por vivir en libertad e igualdad.
Somos jóvenes que desde nuestra realidad estamos generando propuestas nuevas, construyendo nuevas formas de pensar y de vivir, interpretando la realidad desde los bastos conocimientos que vamos adquiriendo en el día a día.
¿Quiénes somos las jóvenes de ahora? Somos mujeres transgresoras e irreverentes a las imposiciones del sistema. Un sistema que nos coarta, nos invisibiliza, nos violenta y nos limita.
Nuestras luchas - SEXUALIDAD COMO ELEMENTO VITAL
La sexualidad es uno de los signos vitales que marcan y traspasan la vida de las mujeres y para lo cual es clave que podamos tener acceso a la información necesaria sobre nuestros derechos sexuales y reproductivos.
El problema que enfrentamos las mujeres jóvenes y adultas en la actualidad, y que viene arrastrando sus raíces desde la antigüedad, es que la sexualidad de las mujeres siempre se ha visto enfocada a roles de género establecidos socialmente para nosotras. A partir de esto a las mujeres se nos reprime cualquier derecho sexual, el autoconocimiento y exploración de nuestros cuerpos.Esto se genera a partir de las bases en las que se sustenta el sistema patriarcal que busca constantemente controlar el cuerpo de las mujeres y decidir qué es lo que nosotras podemos experimentar – con respecto a la sexualidad- y lo que no podemos experimentar.
El sistema nos ha vedado y ocultado por todos los medios en todos los espacios el acceso a la información sobre sexualidad. De aquí surge la idea errónea (pero impuesta socialmente) de que las mujeres debemos ser “entregadas, sumisas y que nuestro cuerpo es una donación para el hombre.” Es decir, que nosotras somos las que les damos placer a los hombres y que nuestra satisfacción se deba basar en eso, no en las sensaciones de nuestro cuerpo. Esto es una de las razones por la cual el sistema se empeña en no permitirnos educarnos sexualmente, por ellos perderían el control sobre nuestro cuerpo, ya que nosotras decidiríamos sobre nosotras mismas y exigiríamos nuestros derechos sexuales y reproductivos.
La importancia de tener acceso a información sexual radica en el empoderamiento de nuestros derechos como mujeres, lo cual nos lleva a tener autonomía, libertad de decidir y esto trae como resultado que tengamos una vida plena y satisfactoria.
Todas tenemos derecho al placer sexual por medio de la autocomplacencia o con nuestra pareja, derecho a tener la opción sexual que nosotras decidamos, derecho asumir la maternidad o no, derecho a sentir orgasmos, derecho a la información sobre salud sexual y derecho a decidir sobre todo lo que involucre a nuestra sexualidad, en todos los sentidos, porque “mi cuerpo es mío y NO de nadie más”
El mundo de las mujeres: lo imaginario y lo real
A las mujeres el sistema nos quiere mantener flotando en la ilusión de que vivimos en una sociedad justa e igualitaria, pero a nosotras- que somos la afectadas directamente por todas la violaciones por parte de este mismo sistema patriarcal- nos damos cuenta lo difícil y el sufrimiento que nos causa caminar día a día arrastrando los pies en la realidad.
Esta realidad esta sustentada en el incumplimiento de todos nuestros derechos humanos y nuestros derechos como mujeres. El Estado es el primer responsable de garantizar que se respeten estos derechos y lo único que hace es darnos la espalda e invisibilizar las grandes problemáticas de las mujeres.
Frente a esto lo único que hace el Estado es crear una pantalla, una ilusión para hacer creer que existe una igualdad formal dentro de nuestro sistema y crean leyes e instituciones estatales para “proteger los derechos de las mujeres”, pero que el ejercicio de la justicia ante la violación de nuestros derechos es deficiente y decadente, que lo único que hace es ponernos en más riesgo.
Tenemos un aparato de justicia que no responde a nuestras necesidades y que continuamente nos ignora y nos culpabiliza de la violencia y las violaciones que sufrimos cotidianamente.
La realidad es que nos encontramos en una sociedad que constantemente nos agrede y violenta, que no reconoce nuestros aportes sociales, culturales y políticos, que nos limita y coarta nuestras libertades, que nos ignora, que no nos garantiza seguridad, que nos discrimina, que nos deja morir y que nos maten, que no nos educa. (Imagen: Publicidad oficial de Dolce & Gabbana)Estamos sumergidas en una sociedad totalmente desigual, construida por hombre y para hombres, donde ellos siempre son los más favorecidos y nosotras seguimos siendo violentadas y controladas por ellos (sus normas, sus políticas, sus valores, su cultura).
A raíz de esto surge la lucha de los movimientos de mujeres que son nuestra lumbrera y en ocasiones nuestra única esperanza para deconstruir esta sociedad machista y tratar de construir, de pieza en pieza, una sociedad más justa e igualitaria.
Nuestro reto
Actualmente las jóvenes nos encontramos en el auge del activismo político-social y cada una emprendemos, desde nuestros espacios, nuestras luchas a favor de la libertad de los derechos humanos, de los derechos de las mujeres, de los derechos de la niñez y la adolescencia, de la justicia, de la igualdad, del respeto mutuo, de la solidaridad y de la verdad.
En este sentido, nuestro reto como jóvenes es deconstruir la realidad a través de nuestras propuestas y reconstruirla sobre las bases de la justicia social, la igualdad entre hombres y mujeres, la diversidad- (religiosa, sexual, ideológica, raza, etnia, etc.), la transparencia, la seguridad social y bajo el cumplimiento de todos nuestros derechos.
Por esto y más es por lo que las jóvenes luchamos y mantenemos nuestra convicción que a través de la unidad y el esfuerzo colectivo podemos algún día tener un mundo diferente y mejor.
*Miembra del Comité de Mujeres de Salvadoreños en el Mundo
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Mujer
No sabia que esa Marca famosa promovia la violencia contra la mujer. Que publicistas mas machistas.
ReplyDeleteLos derechos humanos establecen la igualdad participatoria de generos. La sociedad salvadorena y el gobierno mantienen una marcada regla de abuso sexista contra el genero femenino en donde se tolera los anuncios de licitacion de trabajo: "SE NECESITA SENORITA MAYOR DE 18 ANOS, DE BUENA FIGURA CON DUI, CON DESEOS DE SUPERARSE"
ReplyDeletePorque debe de solicitar "buena figura" ? Acaso se le dicta medidas para el jefe o dueno de almacen o negocio???. Esta clase de abuso pasa inadvertido en la sociedad salvadorena y gobierno, sin darnos cuenta que es un abuso contra el genero femenino, pues la mujer se toma como objeto sexual y no como ciudadana respetable.
Saludos las que han hecho de nuestras mentes y vision una cordura en las relaciones inter-generos, ya que el gobierno se le olvida que la mayor parte de mujeres em el itieron voto en las ultimas elecciones.
Gracias Lavinia por su articulo
Saludos,
Jose Matatias Delgado y Del Hambre.
La foto lo dice todo. Es una sociedad con reglas prehechas donde las mujeres son tratadas como mas que un objeto.
ReplyDeleteMuy terrible.
Juana
estoy totalmente de acuerdo con las opiniones anteriores, y no por el hecho de que me sientra agraviada o acomplejada o algo por el estilo, sino poque yo considero que se le priva a la mujer de oportunidades para demostrar sus capacidades tanto intelectuales como materiales, muchas veces se hace incapie al aspecto fisico como requisito excepcional para aspirar a un trabajo, pero no se tiene la suficiente etica como para exponer los apectos requeridos..recuerdo aber visto en un periodico un anuncio que mencionaba que requeria de una persona del sexo femenino, buena preentacion, (no gorda) y que no halla trabajado en una barra show""""" y el trabajo era nada mas y nada menos pra trabajar en un bar, despachando bebidas alcoholicas; por supuesto era un bar de cache, jajajajaj por favor...
ReplyDeleteeso es un engaño, porque en realidad lo que buscan es atraer hombres con dinero que paguen por abusar de la integridad de las mujeres, basta ya`, y el gobierno no hace nada al respeto, donde esta el sentido humano que pregona....
La publicida de esa marca de lujo es violenta contra la mujer. Asi no señores, las mujeres tenemos nuestro lado, la sociedad tiene que entender eso y los hombres el resto.
ReplyDeleteJuana Rios
SAn SAlvador