Clausura Día del Salvadoreño en el McArthur Park en Los Ángeles
Por José Manuel Ortiz*
Los salvadoreños salieron a la calle a celebrar Su Día en el McArthur Park, de noche, lecho para algunos inmigrantes sin papeles y, de día, lugar de encuentro para eventos culturales de los centroamericanos en la ciudad de Los Ángeles, California.
Este lugar ya ocupa un rincón especial en los corazones de los centroamericanos, particularmente en el de los salvadoreños. Aquí en este pequeño parque los inmigrantes salvadoreños se reúnen y hacen un frente común en defensa de sus derechos y de su identidad cultural, con la misma valentía y decisión con que las hormigas defienden su nido cuando son pisoteadas por algún mamífero más corpulento y más fuerte enfurecido por alguna pequeña picadura causada por algún miembro de su comunidad.
El parque estuvo pletórico, a pesar de las críticas de algunos de que la oferta iba ser más comerciante que cultural, la gente se echó a la calle hacia el McArthur a celebrar y conmemorar la identidad y la cultura del pueblo salvadoreño, ese pueblo tantas veces vapuleado igualmente por la naturaleza y por sus gobernantes, hoy rescatado en parte gracias al esfuerzo de los inmigrantes en estas tierras del norte, desde donde, este año, se enviará un record extraordinario de cerca de 4,000 millones de dólares en remesas oficiales.
En la fiesta no hubo espacio para distinciones de edades, estatus sociales o migratorios. El jefe de los salvadoreños, El Salvador del Mundo, no admite ningún tipo de diferencias entre los suyos. Para Él, el pueblo está por encima de causas accidentales. Y cuando se trata del Gran Jefe, el salvadoreño común se vuelve repentinamente un animal extremadamente manso y susceptible. Cosa que se puede apreciar en toda su plenitud a la hora de la “Bajada”, a la gente se le pone la piel de gallina y se echan a llorar estremecidos por una rara mezcla de nostalgia, tristeza y alegría al ver a su Sacro Ángel descender desde las alturas en tierras foráneas.
Gracias a la gran aprensión a su cultura y a su identidad como pueblo, los salvadoreños, cada vez más y mejor organizados, han sido capaces, otra vez, de orquestar un evento masivo en favor de su cultura, sus orígenes, y sus raíces, a miles de kilómetros de su tierra natal, con lo que cada salvadoreño fuera de El Salvador se ha convertido en un embajador en potencia de los valores y de las tradiciones salvadoreñas en todos los rincones del mundo a donde han ido a parar gracias a las guerras, a la mala gestión socio-económica de sus gobernantes y a los desastres naturales.
Desgraciadamente, a pesar del enorme aporte económico y cultural, el pueblo salvadoreño sigue esperando ver en el horizonte un plan concreto por parte del Estado salvadoreño para poder votar desde el exterior, un derecho elemental del que ya gozan más de 97 diásporas alrededor del mundo.
El evento se saldó con la presencia artistas, el alcalde de la ciudad de Los Ángeles, Antonio Villaraigosa y el candidato presidencial por el FMLN, Mauricio Funes.
Los salvadoreños salieron a la calle a celebrar Su Día en el McArthur Park, de noche, lecho para algunos inmigrantes sin papeles y, de día, lugar de encuentro para eventos culturales de los centroamericanos en la ciudad de Los Ángeles, California.
Este lugar ya ocupa un rincón especial en los corazones de los centroamericanos, particularmente en el de los salvadoreños. Aquí en este pequeño parque los inmigrantes salvadoreños se reúnen y hacen un frente común en defensa de sus derechos y de su identidad cultural, con la misma valentía y decisión con que las hormigas defienden su nido cuando son pisoteadas por algún mamífero más corpulento y más fuerte enfurecido por alguna pequeña picadura causada por algún miembro de su comunidad.
El parque estuvo pletórico, a pesar de las críticas de algunos de que la oferta iba ser más comerciante que cultural, la gente se echó a la calle hacia el McArthur a celebrar y conmemorar la identidad y la cultura del pueblo salvadoreño, ese pueblo tantas veces vapuleado igualmente por la naturaleza y por sus gobernantes, hoy rescatado en parte gracias al esfuerzo de los inmigrantes en estas tierras del norte, desde donde, este año, se enviará un record extraordinario de cerca de 4,000 millones de dólares en remesas oficiales.
En la fiesta no hubo espacio para distinciones de edades, estatus sociales o migratorios. El jefe de los salvadoreños, El Salvador del Mundo, no admite ningún tipo de diferencias entre los suyos. Para Él, el pueblo está por encima de causas accidentales. Y cuando se trata del Gran Jefe, el salvadoreño común se vuelve repentinamente un animal extremadamente manso y susceptible. Cosa que se puede apreciar en toda su plenitud a la hora de la “Bajada”, a la gente se le pone la piel de gallina y se echan a llorar estremecidos por una rara mezcla de nostalgia, tristeza y alegría al ver a su Sacro Ángel descender desde las alturas en tierras foráneas.Gracias a la gran aprensión a su cultura y a su identidad como pueblo, los salvadoreños, cada vez más y mejor organizados, han sido capaces, otra vez, de orquestar un evento masivo en favor de su cultura, sus orígenes, y sus raíces, a miles de kilómetros de su tierra natal, con lo que cada salvadoreño fuera de El Salvador se ha convertido en un embajador en potencia de los valores y de las tradiciones salvadoreñas en todos los rincones del mundo a donde han ido a parar gracias a las guerras, a la mala gestión socio-económica de sus gobernantes y a los desastres naturales.
Desgraciadamente, a pesar del enorme aporte económico y cultural, el pueblo salvadoreño sigue esperando ver en el horizonte un plan concreto por parte del Estado salvadoreño para poder votar desde el exterior, un derecho elemental del que ya gozan más de 97 diásporas alrededor del mundo.
El evento se saldó con la presencia artistas, el alcalde de la ciudad de Los Ángeles, Antonio Villaraigosa y el candidato presidencial por el FMLN, Mauricio Funes.
Miembro de Salvadoreños en el Mundo - ©Salvadoreños en el MundoLea otros artículos de este autor aquí
FELIZ DIA DEL DIVINO SALVADOR DEL MUNDO
ReplyDeleteA nuestra querida y recordada patria, un abrazo simbólico, a nuestros compatriotas, que nos sintamos orgullosos de ser hijos del pequeño gran pulgarcito, aunque muy sufrido, pero fuerte por levantarse siempre como un ave fénix, y por ser un lugar bendecido por Dios, disfrutemos nuestras celebraciones, religiosas, y honremos nuestra tierra, saludos, fraternos….
Cony Rodríguez miembra, CCM SEEM