LPG entrevista a José Ramón Barahona
Por Luis Lainez
José Ramón Barahona es el empresario de origen salvadoreño más conocido en la capital estadounidense. Y no lo es porque casi todos los empleados de su compañía de servicios sean salvadoreños (lo que incluso una vez le acarreó una multa por discriminar otras minorías) o porque sea amigo personal y mentor de René León (el embajador salvadoreño en Estados Unidos y ahora el encargado de hacer el plan de gobierno de Rodrigo Ávila), sino porque ha tenido tanto éxito que incluso forma parte de la exclusiva Mesa Redonda Presidencial del Partido Republicano, de la que es el único latino.
Barahona tiene una peculiar historia que ejemplifica el sueño americano ganado palmo a palmo. De ser un niño sumido en la pobreza en un cantón de Potonico pasó a ser el presidente de un grupo empresarial que tiene inversiones no solo en Estados Unidos, sino también en Costa Rica y El Salvador, y que es capaz de elegir la zona del mundo que más le convenga para hacer negocios, así sea Tailandia o España. (Foto LPG)
El jueves llegó al país para recibir, la noche del día siguiente, un homenaje que le daba la Red de Negocios para el Impacto en la Comunidad (CIBN, por su sigla en inglés). El próximo mes va a Alemania a recibir nuevos honores y en octubre serán los empresarios centroamericanos quienes lo honren en Las Vegas, Nevada, en un evento en el que están invitados los candidatos presidenciales de los partidos Demócrata y Republicano, Obama y John McCain.
Pero ya no se trata del mismo Barahona que regresó al país a fundar escuelas, donar víveres o financiar becas universitarias. Ahora en ARENA algunos sectores le ven como el compañero de fórmula de Rodrigo Ávila. Y se trata de una interesante movida, porque se trata de un hombre que, siendo de derecha, lanza fuertes críticas a los últimos cuatro gobiernos y a ciertas prácticas empresariales que riñen con la forma de hacer política y de gobernar de su segunda patria, Estados Unidos, mismas que le garantizaron ingresos en los comienzos de su empresa. Para él, los sueños de los salvadoreños deberían cumplirse en el país, no en el extranjero, y “para eso hay que hacer cambios”, defiende con convicción.
¿Y esos cambios deben hacerse desde la ciudadanía o es necesario un impulso desde el Gobierno?
Cuando un gobierno ve que su pueblo se lo exige y no tiene alternativa, los gobiernos deben ser inteligentes y ver lo que el pueblo necesita. Ellos son gobierno del pueblo, no de grupos. No son gobierno politiquero para el favoritismo de sus amigos. Tienen que ser gobierno del pueblo, que no importa de qué partido o religión venga. El gobierno tiene que respetar el derecho del ciudadano que dio el voto.
Usted es conocido como benefactor, pero ¿estaría dispuesto a formar parte del gobierno?
Mire, yo siempre he participado en el gobierno, de una forma u otra. He ayudado, he dado consejos, he dado mis experiencias en otra parte. Lo único es que no he estado involucrado en decir ‘he hecho esto, lo otro’, no siempre de ‘low profile’ (bajo perfil). Yo he sido uno de los que más cartas ha enviado al Congreso (de Estados Unidos), porque he sido activo en el Partido Republicano. Por 18 años he estado en el Partido Republicano, como miembro de la Mesa Redonda Presidencial de los republicanos, el único latino que ha tenido ese honor. Por esa labor y esa contribución, el Congreso me dio la medalla de La Libertad. Me siento orgulloso y se la dedico a mi país. Yo no puedo abandonar a mi gente. He vuelto aquí y estoy desarrollando dos lugares turísticos que, primero Dios, lo vamos a llegar a hacer, en la bahía de Jiquilisco y en Miramundo.
¿Por qué con los republicanos y no con los demócratas?
Eso es como las religiones, usted puede ser católico, evangélico, metodista, presbiteriano... pero cómo, ¿y tu familia es de esta otra? Es como nuestros hermanos salvadoreños aquí. Unos dicen: “Estoy cansado de ARENA”, el otro: “Estoy cansado de la izquierda”. Buscamos acomodarnos por conveniencia. José Barahona, con sus principios, los que llevaba de aquí y los que aprendió allá, participó con los dos partidos grandes que tenemos en Estados Unidos. Siempre he ayudado a los demócratas, tengo amigos en la Casa de Representantes y he organizado recolecciones de fondos para ayudarles. Ayudo a los republicanos. Los dos partidos saben que soy una persona de centro que no tengo un partido. Mi bandera tiene 51 estrellas en Estados Unidos y aquí tiene azul, blanco y en medio dice Dios, Unión, Libertad. Ese es mi partido. Ese es mi compromiso con mi gente. Si José Barahona algún día participara en la política en El Salvador, primero estaría el pueblo, el compromiso que un político debe tener, esos son los votos que va a tener.
Ahora estamos en un ambiente electoral y hay dos opciones, ¿hacia dónde están sus simpatías o preferencias?
Viniendo de donde vengo, y yo he estado y conociendo el 95% del mundo, conozco el comunismo y el capitalismo, yo quisiera que mi pueblo reflexionara, como personas maduras que somos, y pensáramos qué nos traería la izquierda y qué nos traería la derecha. Yo no quisiera ver a mi pueblo como Nicaragua o Venezuela: frustrados, que les han quitado la voz, la prensa, las grandes compañías internacionales y negocios, les han expropiado tierras. Yo no quisiera que lo poco que he comprado aquí me lo expropien. Ese es el futuro que tenemos para hacer fuentes de trabajo. No quisiera ver a mi pueblo como Nicaragua. Me encantaría más como Costa Rica. Tengo negocios y admiro su cultura, educación y respeto. Me gustaría que El Salvador estuviera con democracia, con respeto hacia los demás, para hacer de esta patria una fuente de familia, unida, feliz, todos juntos.
A Ávila se le preguntó si usted podría ser su compañero, porque hay sectores que lo apoyarían. ¿Se siente cercano a Ávila como para acompañarlo o solo agradece este respaldo y se aparta?
Aprecio a todos los salvadoreños que han pensado en mí y me conocen desde hace muchos años para sacar adelante a nuestras familias en Washington. Lo único que le puedo decir es que Dios sabrá lo que tiene para José Barahona. Si Dios quiere que sea un servidor de mi gente, de mi patria, lo único que puedo decir es que soy un soldado de mi patria, soy un ‘marine’ de mi patria. Y, si Dios quiere y el pueblo quiere, aquí estaré. Pero, si no, siempre seguiré siendo un luchador de la libertad, democracia y progreso de mi país. Yo no ando buscando trabajo, tengo miles de trabajos, miles de proyectos para hacer fuentes de trabajo para mi pueblo. Pero, si Dios lo quiere y ese es mi destino, José Barahona va a hacer lo que el pueblo y su gente le pidan.
Barahona explica que él no viene a explotar a sus hermanos, que él mismo proviene del campo, pero, además, su vivencia en Estados Unidos lo ha hecho tener una “mentalidad de humano, con más conciencia”.
¿Y esa mentalidad es acaso algo que les ha hecho falta a los gobiernos de ARENA?
Pero se han olvidado de quién los eligió y quiénes son los que están sufriendo. Aquí podemos estar bien los de abajo, con buenos ingresos, porque los salvadoreños ya somos consumidores, entonces los de en medio van a estar bien y los de arriba, también, porque son los que tienen los negocios más grandes. Pero si inyectamos una economía que mueva el mercado de abajo, vamos a mover la clase media y si la clase media está bien, el país va a estar bien. Son los dos grupos que menean la economía, y no solo en El Salvador.
Con ese discurso, van a decir que tiene simpatías de izquierda...
No, no creo. No es porque sea gente de izquierda. Es la conciencia humana, que debemos hacer el cambio como hombres de negocios. Es posible que mi vocabulario lo interpreten de esa forma, pero de izquierda no conozco un libro, nunca he estado. A mí háblenme de economía, de negocios. Eso sí lo entiendo. Pero es que usted no puede olvidar a sus semejantes.
¿Ese cree que ha sido un fallo de la derecha en El Salvador?¡Pues sí! Pero, ¿yo comunista? ¿José Barahona, un hombre de los republicanos, que ha dedicado toda su vida al progreso de su gente y sus empresas? El que piense eso sería absurdo, un renegado social, un resentido, porque de esos hay muchos.
Esa forma de pensar suya tiene cierta coincidencia con la nueva derecha que impulsa Ávila con su programa “País más justo”.
Si el candidato llega a ser presidente, ojalá y primero Dios que llegue, y lleva esa filosofía, creo que no está equivocado. Creo que un gobierno justo no va a regalar las cosas, sino que provea fuentes de trabajo y trate bien a nuestra gente, que no nos discriminemos en nuestro propio territorio.
¿No se anima a involucrarse con la campaña de ARENA?
De alguna forma o de otra estoy involucrado. Porque los hombres de negocios, sea que seamos políticos o no, somos políticos.
¿Pero de una forma activa, siendo parte de la fórmula presidencial? Y no porque el pueblo lo quiera, sino porque usted quiera.
A mí no me han invitado y yo no voy a introducirme si no me invitan. Yo respeto su partido, sus compromisos. A mí no me han invitado, pero estoy involucrado porque estoy haciendo conciencia a mi pueblo. Este es el deber de un salvadoreño patriótico, que ama a su país. Porque si nos quedamos sentados, renegando, diciendo “Es que no me gusta porque es arenero” (...) ¡No! Tenemos que pensar los salvadoreños quién es el que nos puede dirigir el barco para que no nos estrellemos. Tenemos que pensar quién será el capitán de nuestro barco para no naufragar en mitad del mar.
¿Y usted no se ve como un buen complemento de Ávila?
Je, je, je. Mire, se lo dejo al pueblo salvadoreño. El pueblo salvadoreño es inteligente. Yo le puedo decir “Yo creo que sí”, pero eso sería ser arrogante. Es mejor que el pueblo lo diga.
Pero el caso es que la elección de los candidatos no la hace el pueblo, sino los partidos.
Ellos ponen la gente, pero por eso muchas veces son los fracasos. Hay que escuchar al pueblo. El Frente tiene un ejército en Estados Unidos que está al teléfono y dicen: “Votá por este, no por este”. Queman cientos de millones de dólares en el teléfono llamando a sus parientes aquí. Ese es el poder del voto. Y ya va a ver. Las decisiones son puestas desde afuera. Nosotros tenemos una nueva generación, nuevos ciudadanos fuera del país que también tenemos esa voz de voto.
El Estado salvadoreño no reconoce ese derecho, pero por llamadas o visitas, su presencia acá y su obra inciden en El Salvador. ¿Cree que ha llegado el momento que el salvadoreño en el exterior defina las elecciones?
Por eso el otro lado está mejor que nosotros afuera. Porque esa gente tiene a todo el mundo en el teléfono. El político, los grupos que no entiendan que el poder está allá, no entiende, no sé a dónde han vivido dormidos. Recuérdese, $3,000 millones que entran aquí de los hermanos salvadoreños, ¿cree que no es poder? Y si todos se ponen al teléfono eso bota a cualquiera, así sea “top to the top”, la crema de la crema. Son 2 millones de gente. Eso es realidad ahora, aunque aquí nadie lo cree. Pero vaya a las compañías telefónicas y pregunte cuántas llamadas son. ¿Y por qué cree que cuatro compañías telefónicas han sobrevivido aquí y son las más ricas de Centroamérica? Por los hermanos salvadoreños. Yo llamo quizás 30, 40 o 50 veces al día, hasta tengo un satélite porque estos son unos chupacabras. ¡Está llamando y le cortan la llamada y tiene que volver a llamar y usted paga! Ese es el negocio. Pero es negocio porque se lo permiten. Si yo fuera gobierno, no se lo permitiría, porque le están quitando la comida al pobre. ¿Y me van a decir comunista por esto?
¿No cree que la presencia activa de un inmigrante en la política salvadoreña pueda revertir esta actitud?
Poco a poco. Usted sabe que para cambiar costumbres y esa enfermedad crónica toma su tiempo. Vienen nuevos líderes, nuevos pensamientos, nuevas creaciones, nuevos genios... toma tiempo. Los chinos cuántos años tienen de ser chinos y ahora han despertado otra vez y van con un capitalismo inmenso y una pobreza inmensa.
Pero la incidencia sigue siendo poca, aunque diga que la fuerza está allá.
Como no lo gritamos, ni quemamos llantas... es una revolución más callada. Es el teléfono, es internet. Ahí están escribiendo. El mundo se hizo chiquito con esta tecnología. No es necesario que me vea gritando en la calle o que me garroteen. Viene una revolución.
Pero en ese mundo globalizado es la izquierda la que más ha aprovechado, ¿verdad?
Es correcto. Los otros se durmieron.
Entonces, si la fuerza está allá y la izquierda lo ha aprovechado, ¿inclinarán la balanza?
Estaba inclinada. Pero ahora la veo así (mostrando sus dos manos a nivel). Pero, como le digo, nuestra gente es inteligente. Yo no estuve para la guerra, pero nuestros hermanos han sufrido, y otra vez otra desgracia. Yo creo que no hay espacio ya para sufrir. La guerra fue cruel y tan dura. Yo no soy partidario de las guerras.
Publicado en la Prensa Gráfica 21/08/2008
José Ramón Barahona es el empresario de origen salvadoreño más conocido en la capital estadounidense. Y no lo es porque casi todos los empleados de su compañía de servicios sean salvadoreños (lo que incluso una vez le acarreó una multa por discriminar otras minorías) o porque sea amigo personal y mentor de René León (el embajador salvadoreño en Estados Unidos y ahora el encargado de hacer el plan de gobierno de Rodrigo Ávila), sino porque ha tenido tanto éxito que incluso forma parte de la exclusiva Mesa Redonda Presidencial del Partido Republicano, de la que es el único latino.
Barahona tiene una peculiar historia que ejemplifica el sueño americano ganado palmo a palmo. De ser un niño sumido en la pobreza en un cantón de Potonico pasó a ser el presidente de un grupo empresarial que tiene inversiones no solo en Estados Unidos, sino también en Costa Rica y El Salvador, y que es capaz de elegir la zona del mundo que más le convenga para hacer negocios, así sea Tailandia o España. (Foto LPG)
El jueves llegó al país para recibir, la noche del día siguiente, un homenaje que le daba la Red de Negocios para el Impacto en la Comunidad (CIBN, por su sigla en inglés). El próximo mes va a Alemania a recibir nuevos honores y en octubre serán los empresarios centroamericanos quienes lo honren en Las Vegas, Nevada, en un evento en el que están invitados los candidatos presidenciales de los partidos Demócrata y Republicano, Obama y John McCain.
Pero ya no se trata del mismo Barahona que regresó al país a fundar escuelas, donar víveres o financiar becas universitarias. Ahora en ARENA algunos sectores le ven como el compañero de fórmula de Rodrigo Ávila. Y se trata de una interesante movida, porque se trata de un hombre que, siendo de derecha, lanza fuertes críticas a los últimos cuatro gobiernos y a ciertas prácticas empresariales que riñen con la forma de hacer política y de gobernar de su segunda patria, Estados Unidos, mismas que le garantizaron ingresos en los comienzos de su empresa. Para él, los sueños de los salvadoreños deberían cumplirse en el país, no en el extranjero, y “para eso hay que hacer cambios”, defiende con convicción.
¿Y esos cambios deben hacerse desde la ciudadanía o es necesario un impulso desde el Gobierno?
Cuando un gobierno ve que su pueblo se lo exige y no tiene alternativa, los gobiernos deben ser inteligentes y ver lo que el pueblo necesita. Ellos son gobierno del pueblo, no de grupos. No son gobierno politiquero para el favoritismo de sus amigos. Tienen que ser gobierno del pueblo, que no importa de qué partido o religión venga. El gobierno tiene que respetar el derecho del ciudadano que dio el voto.
Usted es conocido como benefactor, pero ¿estaría dispuesto a formar parte del gobierno?
Mire, yo siempre he participado en el gobierno, de una forma u otra. He ayudado, he dado consejos, he dado mis experiencias en otra parte. Lo único es que no he estado involucrado en decir ‘he hecho esto, lo otro’, no siempre de ‘low profile’ (bajo perfil). Yo he sido uno de los que más cartas ha enviado al Congreso (de Estados Unidos), porque he sido activo en el Partido Republicano. Por 18 años he estado en el Partido Republicano, como miembro de la Mesa Redonda Presidencial de los republicanos, el único latino que ha tenido ese honor. Por esa labor y esa contribución, el Congreso me dio la medalla de La Libertad. Me siento orgulloso y se la dedico a mi país. Yo no puedo abandonar a mi gente. He vuelto aquí y estoy desarrollando dos lugares turísticos que, primero Dios, lo vamos a llegar a hacer, en la bahía de Jiquilisco y en Miramundo.
¿Por qué con los republicanos y no con los demócratas?
Eso es como las religiones, usted puede ser católico, evangélico, metodista, presbiteriano... pero cómo, ¿y tu familia es de esta otra? Es como nuestros hermanos salvadoreños aquí. Unos dicen: “Estoy cansado de ARENA”, el otro: “Estoy cansado de la izquierda”. Buscamos acomodarnos por conveniencia. José Barahona, con sus principios, los que llevaba de aquí y los que aprendió allá, participó con los dos partidos grandes que tenemos en Estados Unidos. Siempre he ayudado a los demócratas, tengo amigos en la Casa de Representantes y he organizado recolecciones de fondos para ayudarles. Ayudo a los republicanos. Los dos partidos saben que soy una persona de centro que no tengo un partido. Mi bandera tiene 51 estrellas en Estados Unidos y aquí tiene azul, blanco y en medio dice Dios, Unión, Libertad. Ese es mi partido. Ese es mi compromiso con mi gente. Si José Barahona algún día participara en la política en El Salvador, primero estaría el pueblo, el compromiso que un político debe tener, esos son los votos que va a tener.
Ahora estamos en un ambiente electoral y hay dos opciones, ¿hacia dónde están sus simpatías o preferencias?
Viniendo de donde vengo, y yo he estado y conociendo el 95% del mundo, conozco el comunismo y el capitalismo, yo quisiera que mi pueblo reflexionara, como personas maduras que somos, y pensáramos qué nos traería la izquierda y qué nos traería la derecha. Yo no quisiera ver a mi pueblo como Nicaragua o Venezuela: frustrados, que les han quitado la voz, la prensa, las grandes compañías internacionales y negocios, les han expropiado tierras. Yo no quisiera que lo poco que he comprado aquí me lo expropien. Ese es el futuro que tenemos para hacer fuentes de trabajo. No quisiera ver a mi pueblo como Nicaragua. Me encantaría más como Costa Rica. Tengo negocios y admiro su cultura, educación y respeto. Me gustaría que El Salvador estuviera con democracia, con respeto hacia los demás, para hacer de esta patria una fuente de familia, unida, feliz, todos juntos.
A Ávila se le preguntó si usted podría ser su compañero, porque hay sectores que lo apoyarían. ¿Se siente cercano a Ávila como para acompañarlo o solo agradece este respaldo y se aparta?
Aprecio a todos los salvadoreños que han pensado en mí y me conocen desde hace muchos años para sacar adelante a nuestras familias en Washington. Lo único que le puedo decir es que Dios sabrá lo que tiene para José Barahona. Si Dios quiere que sea un servidor de mi gente, de mi patria, lo único que puedo decir es que soy un soldado de mi patria, soy un ‘marine’ de mi patria. Y, si Dios quiere y el pueblo quiere, aquí estaré. Pero, si no, siempre seguiré siendo un luchador de la libertad, democracia y progreso de mi país. Yo no ando buscando trabajo, tengo miles de trabajos, miles de proyectos para hacer fuentes de trabajo para mi pueblo. Pero, si Dios lo quiere y ese es mi destino, José Barahona va a hacer lo que el pueblo y su gente le pidan.
Barahona explica que él no viene a explotar a sus hermanos, que él mismo proviene del campo, pero, además, su vivencia en Estados Unidos lo ha hecho tener una “mentalidad de humano, con más conciencia”.
¿Y esa mentalidad es acaso algo que les ha hecho falta a los gobiernos de ARENA?
Pero se han olvidado de quién los eligió y quiénes son los que están sufriendo. Aquí podemos estar bien los de abajo, con buenos ingresos, porque los salvadoreños ya somos consumidores, entonces los de en medio van a estar bien y los de arriba, también, porque son los que tienen los negocios más grandes. Pero si inyectamos una economía que mueva el mercado de abajo, vamos a mover la clase media y si la clase media está bien, el país va a estar bien. Son los dos grupos que menean la economía, y no solo en El Salvador.
Con ese discurso, van a decir que tiene simpatías de izquierda...
No, no creo. No es porque sea gente de izquierda. Es la conciencia humana, que debemos hacer el cambio como hombres de negocios. Es posible que mi vocabulario lo interpreten de esa forma, pero de izquierda no conozco un libro, nunca he estado. A mí háblenme de economía, de negocios. Eso sí lo entiendo. Pero es que usted no puede olvidar a sus semejantes.
¿Ese cree que ha sido un fallo de la derecha en El Salvador?¡Pues sí! Pero, ¿yo comunista? ¿José Barahona, un hombre de los republicanos, que ha dedicado toda su vida al progreso de su gente y sus empresas? El que piense eso sería absurdo, un renegado social, un resentido, porque de esos hay muchos.
Esa forma de pensar suya tiene cierta coincidencia con la nueva derecha que impulsa Ávila con su programa “País más justo”.
Si el candidato llega a ser presidente, ojalá y primero Dios que llegue, y lleva esa filosofía, creo que no está equivocado. Creo que un gobierno justo no va a regalar las cosas, sino que provea fuentes de trabajo y trate bien a nuestra gente, que no nos discriminemos en nuestro propio territorio.
¿No se anima a involucrarse con la campaña de ARENA?
De alguna forma o de otra estoy involucrado. Porque los hombres de negocios, sea que seamos políticos o no, somos políticos.
¿Pero de una forma activa, siendo parte de la fórmula presidencial? Y no porque el pueblo lo quiera, sino porque usted quiera.
A mí no me han invitado y yo no voy a introducirme si no me invitan. Yo respeto su partido, sus compromisos. A mí no me han invitado, pero estoy involucrado porque estoy haciendo conciencia a mi pueblo. Este es el deber de un salvadoreño patriótico, que ama a su país. Porque si nos quedamos sentados, renegando, diciendo “Es que no me gusta porque es arenero” (...) ¡No! Tenemos que pensar los salvadoreños quién es el que nos puede dirigir el barco para que no nos estrellemos. Tenemos que pensar quién será el capitán de nuestro barco para no naufragar en mitad del mar.
¿Y usted no se ve como un buen complemento de Ávila?
Je, je, je. Mire, se lo dejo al pueblo salvadoreño. El pueblo salvadoreño es inteligente. Yo le puedo decir “Yo creo que sí”, pero eso sería ser arrogante. Es mejor que el pueblo lo diga.
Pero el caso es que la elección de los candidatos no la hace el pueblo, sino los partidos.
Ellos ponen la gente, pero por eso muchas veces son los fracasos. Hay que escuchar al pueblo. El Frente tiene un ejército en Estados Unidos que está al teléfono y dicen: “Votá por este, no por este”. Queman cientos de millones de dólares en el teléfono llamando a sus parientes aquí. Ese es el poder del voto. Y ya va a ver. Las decisiones son puestas desde afuera. Nosotros tenemos una nueva generación, nuevos ciudadanos fuera del país que también tenemos esa voz de voto.
El Estado salvadoreño no reconoce ese derecho, pero por llamadas o visitas, su presencia acá y su obra inciden en El Salvador. ¿Cree que ha llegado el momento que el salvadoreño en el exterior defina las elecciones?
Por eso el otro lado está mejor que nosotros afuera. Porque esa gente tiene a todo el mundo en el teléfono. El político, los grupos que no entiendan que el poder está allá, no entiende, no sé a dónde han vivido dormidos. Recuérdese, $3,000 millones que entran aquí de los hermanos salvadoreños, ¿cree que no es poder? Y si todos se ponen al teléfono eso bota a cualquiera, así sea “top to the top”, la crema de la crema. Son 2 millones de gente. Eso es realidad ahora, aunque aquí nadie lo cree. Pero vaya a las compañías telefónicas y pregunte cuántas llamadas son. ¿Y por qué cree que cuatro compañías telefónicas han sobrevivido aquí y son las más ricas de Centroamérica? Por los hermanos salvadoreños. Yo llamo quizás 30, 40 o 50 veces al día, hasta tengo un satélite porque estos son unos chupacabras. ¡Está llamando y le cortan la llamada y tiene que volver a llamar y usted paga! Ese es el negocio. Pero es negocio porque se lo permiten. Si yo fuera gobierno, no se lo permitiría, porque le están quitando la comida al pobre. ¿Y me van a decir comunista por esto?
¿No cree que la presencia activa de un inmigrante en la política salvadoreña pueda revertir esta actitud?
Poco a poco. Usted sabe que para cambiar costumbres y esa enfermedad crónica toma su tiempo. Vienen nuevos líderes, nuevos pensamientos, nuevas creaciones, nuevos genios... toma tiempo. Los chinos cuántos años tienen de ser chinos y ahora han despertado otra vez y van con un capitalismo inmenso y una pobreza inmensa.
Pero la incidencia sigue siendo poca, aunque diga que la fuerza está allá.
Como no lo gritamos, ni quemamos llantas... es una revolución más callada. Es el teléfono, es internet. Ahí están escribiendo. El mundo se hizo chiquito con esta tecnología. No es necesario que me vea gritando en la calle o que me garroteen. Viene una revolución.
Pero en ese mundo globalizado es la izquierda la que más ha aprovechado, ¿verdad?
Es correcto. Los otros se durmieron.
Entonces, si la fuerza está allá y la izquierda lo ha aprovechado, ¿inclinarán la balanza?
Estaba inclinada. Pero ahora la veo así (mostrando sus dos manos a nivel). Pero, como le digo, nuestra gente es inteligente. Yo no estuve para la guerra, pero nuestros hermanos han sufrido, y otra vez otra desgracia. Yo creo que no hay espacio ya para sufrir. La guerra fue cruel y tan dura. Yo no soy partidario de las guerras.
Publicado en la Prensa Gráfica 21/08/2008
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Salvadoreños en el Mundo
Creo que lo que busca el amigo Chepe es un lugar en la historia, que a el el dinero le sobra.
ReplyDeleteGracias por la entrevista, un nato empresario con ganas de invertir en el desarrollo con su experiencia hacia el pais.
ReplyDeleteMas claro no canta un gallo, los ca
mbios que necesita el pais no es COMUNISMO, ENTIENDASE, NO ES COMUNISMO, es mas bien desafios para las grandes mayorias!
Buena suerte en sus negocios Jose Barahona.
Saludos,
Jose Matatias Delgado Y Del Hambre
Miren este viejito noesta en nada por ay anda aceptando premios hasta de locos con serios problemas de personalidad, como el evento de bolos en la capital del vicio.
ReplyDeleteSus asesores se lo estan bajando dia galan. Marvin Galeas es el principal. En la oficina en San Sivar de la Cia de Don Jaleass, tiene la oficina el patecheje de Rene Leoncio, quien mama a varias tetas: salario de embajador, salario del coena, salario del cuilio dundo, salario de Marvis Jale y comision de los que le bajan a Don Chepe.
Asies la vida
Salusalu
Jose Pueblo
Cujucuyo
Estimadas y estimados blogeros:
ReplyDeleteTres comentarios simples y sencillos:
"Viniendo de donde vengo, y yo he estado y conociendo el 95% del mundo, conozco el comunismo y el capitalismo, yo quisiera que mi pueblo reflexionara, como personas maduras que somos, y pensáramos qué nos traería la izquierda y qué nos traería la derecha. Yo no quisiera ver a mi pueblo como Nicaragua o Venezuela: frustrados, que les han quitado la voz, la prensa, las grandes compañías internacionales y negocios, les han expropiado tierras. Yo no quisiera que lo poco que he comprado aquí me lo expropien. Ese es el futuro que tenemos para hacer fuentes de trabajo. No quisiera ver a mi pueblo como Nicaragua. Me encantaría más como Costa Rica. Tengo negocios y admiro su cultura, educación y respeto. Me gustaría que El Salvador estuviera con democracia, con respeto hacia los demás, para hacer de esta patria una fuente de familia, unida, feliz, todos juntos."
BRAVO DON JOSE... BRAVO!!!
"Pero se han olvidado de quién los eligió y quiénes son los que están sufriendo. Aquí podemos estar bien los de abajo, con buenos ingresos, porque los salvadoreños ya somos consumidores, entonces los de en medio van a estar bien y los de arriba, también, porque son los que tienen los negocios más grandes. Pero si inyectamos una economía que mueva el mercado de abajo, vamos a mover la clase media y si la clase media está bien, el país va a estar bien. Son los dos grupos que menean la economía, y no solo en El Salvador.
Con ese discurso, van a decir que tiene simpatías de izquierda...
No, no creo. No es porque sea gente de izquierda. Es la conciencia humana, que debemos hacer el cambio como hombres de negocios. Es posible que mi vocabulario lo interpreten de esa forma, pero de izquierda no conozco un libro, nunca he estado. A mí háblenme de economía, de negocios. Eso sí lo entiendo. Pero es que usted no puede olvidar a sus semejantes."
UNA VEZ MAS BRAVO DON JOSE... BRAVO!!!
"¿Ese cree que ha sido un fallo de la derecha en El Salvador?¡Pues sí! Pero, ¿yo comunista? ¿José Barahona, un hombre de los republicanos, que ha dedicado toda su vida al progreso de su gente y sus empresas? El que piense eso sería absurdo, un renegado social, un resentido, porque de esos hay muchos.
Esa forma de pensar suya tiene cierta coincidencia con la nueva derecha que impulsa Ávila con su programa “País más justo”.
Si el candidato llega a ser presidente, ojalá y primero Dios que llegue, y lleva esa filosofía, creo que no está equivocado. Creo que un gobierno justo no va a regalar las cosas, sino que provea fuentes de trabajo y trate bien a nuestra gente, que no nos discriminemos en nuestro propio territorio."
Y POR TERCERA VEZ... BRAVO... este es el punto, acercar posiciones entre las posiciones extremistas y polarizadas en pro de los mejores intereses de las grandes mayorías del Pueblo Salvadoreño.
Saludos,
nadie le esta ofreciendo a el salvador "comunismo" grandisimo ignorante, aparte de fanatico sos burro
ReplyDeleteBueno definitivamente que al Sr. lean dado paja. Este angelito estuvo preso en EEUU por evasion de impuestos, de eso deberia de hablar en ves de andarse metiendo en camisa de once varas. Deberia de aconsejar a Colorado y Cia. de los que les va a pasar de llegar Funes a la guayaba. A la carcel deben de ir todos esos tacuasines que no pagan los impuestos. Asi que Chepito debe predicar con el ejemplo de la carcel.
ReplyDeleteDeberian hacerle una entrevist a este maistro para que hable del otro lado de la moneda.
Gerardo Chavez
New York
que estupidos y tontos tus comentarios gerardo no hables porque tu no conoces a don jose el es una persona con un corazon enorme que ayuda a muchas personas como no tenes idea me parece que sos una persona frustrada y envidiosa
ReplyDeleteen ningun momento se menciona comunismo tonto sabes que una persona prevenida vale por dos y eso es lo que es don jose
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