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Criaturas Fronterizas

Por José Mannuel Ortiz*

Los reptiles, artrópodos y otras criaturas camaleónicas del duro desierto de Sonora no precisan de visas especiales para deslizarse por debajo de los alambres hacia el norte de la frontera de México y Estados Unidos. Tampoco los gansos migrantes necesitan autorización especial para desplazarse cada primavera desde el golfo de México y las zonas bajas del Caribe hasta los grandes lagos de EE.UU. y Canadá.

En octubre, estas grandes aves migratorias vuelven voluntariamente a las tierras cálidas del sur sin ese perturbador documento que pone “Order For Deportation” al lado del águila imperial con el que expulsa la Agencia de Inmigración y Aduanas de Estados Unidos a las criaturas indeseables que han cometido el crimen de violar sus fronteras.

La migración de los gansos es un ciclo –suben en primavera y bajan en otoño– que se viene repitiendo desde la prehistoria. Son aves extraordinarias, volando y, también, en una velada de sobremesa.

En cuanto a los reptiles y demás criaturas fronterizas que se arrastran al moverse, a ellos ningún agente les alborota en su rutina diaria para entrar y salir de Texas, Nuevo Mexico, Arizona y California. Migran de un lado a otro cuando les da la gana, sin demasiados sobresaltos. Estas criaturas transnacionales, también, se pueden servir estofadas en sobremesa, yo naturalmente prefiero la pechuga de pato asada con un poco de salsa agridulce, pero hay algunos que se decantan por el grillo a la plancha pasado por un chorro de limón.


José Nelson Orellana, de 17 años, Sandra Ramos, de 19, Reina Morales, de 41, Jessica Carolina Portillo, de 21, José Ángel, Rodríguez, de 28, Carlos Mario García, de 21 años, Gloria Amaya López, de 17 años y embarazada de 3 meses, y otros miles de salvadoreños que zarpan rumbo norte en busca de progreso o felicidad, aunque no sean gansos, ni reptiles, ni personajes rastreros, comparten con ellos la condición de criaturas fronterizas, con el agravante añadido de que estas criaturas fronterizas, la parte integrada por la especie humana, son sometidas a todo tipo de vejaciones, humillaciones, violaciones y otros ataques inhumanos, no solo por parte de los maleantes depredadores que operan en la zona al margen de la ley, sino también por los propios cuerpos de seguridad y de migración del gobierno de México, amigos y aliados, como dicen ser, las autoridades mexicanas y salvadoreñas. Menos mal que estamos entre amigos y aliados, sino la cosa podría ponerse más dramática. (Foto LPG: Primer Plano, Gloria Amaya López embarazada de 3 meses)

A esta gentuza que tirotea a inocentes con el uniforme puesto, la especie humana, especialmente la más débil y la más humilde, sencillamente les “vale madre”. Se sirven de ellos como las hienas, de la vil caza de aquel que no puede plantarles cara, por que, al igual que las hienas, estos despreciables personajes solo pueden acudir a la táctica de la traición en grupo en forma de emboscada para hacerse con la presa, la intimidan, la arrinconan, la humillan para luego desvalijarla a mordidas.

El pasado 3 de agosto José Nelson, Sandra, Reina, Jessica, José Ángel, Carlos Mario y Gloria, todos miembros de la gran raza migrante cuscatleca, junto a una treintena de otros inmigrantes, fueron, primero, sofocados a balazos por una quincena de policías mexicanos hasta hacer volcar el camión en el que viajaban hacia la frontera de EE.UU. en el punto de Agua Dulce, Veracruz, y, después, abrieron fuego haciendo blanco en las espaldas de los migrantes. A Carlos Mario le balacearon el romboide mayor. José Nelson resultó quebrado del peroné y la tibia como consecuencia del vuelco del camión. Hubieron otros heridos de gravedad, pero aquí nadie pide cuentas a los responsables de las instituciones mexicanas. (Foto LPG: José Nelson Orellana vuelve deportado de Mexico en una silla de rueda)

Estas acaloradas cordialidades con las que reciben las autoridades mexicanas a los migrantes no son hechos aislados, sino práctica habitual por parte de los agentes oficiales de ese país. Las autoridades mexicanas, a pesar de que su país ya despenalizó la inmigración como delito, siguen acuchillando, navajeando y balaceando al indefenso migrante transeúnte como si esto fuera aquel terrible y sádico viejo oeste de hace dos siglos sin leyes, ni autoridad donde todo se resolvía mediante el fogonazo en la nuca, la trompada en los dientes, la emboscada sigilosa o el navajazo por la espalda.

Aquí nadie se ocupa, ni se responsabiliza de nada. Es como si a nadie le importara lo suficiente como para poner fin o, por lo menos, desminuir este tipo de barbaridades contra gente humilde que huye de la tristeza y la insatisfacción. Este drama no tiene estadísticas oficiales, ni no-oficiales. Es decir nadie sabe el número de víctimas anuales que sufren este flagelo impune. Sin embargo, se sabe que este tipo de atrocidades no cesan sino que, por el contrario, van en aumento como así lo demuestran las noticias en los medios de comunicación, que actúan como únicos agentes y testigos denunciantes de los hechos.

Sobre este último episodio del 3 agosto, Elizabeth Quintanilla, Coordinadora de Gestión Humanitaria y Atención al Migrante del Ministerio de Relaciones Exteriores de El Salvador, dijo en tono casi conformista que los 15 policías están “siendo acusados de homicidio agravado” por las autoridades judiciales mexicanas.

Ante la gravedad del asunto y frecuencia de los hechos, se podría esperar una declaración más firme y contundente de parte de nuestras autoridades al estado mexicano. Ya podrían nuestros grandes funcionarios de política exterior solicitar a los gobiernos afectados pedir a México de forma conjunta que se atenga y se aplique al Convenio Internacional de la ONU sobre la Protección de los Derechos de los Trabajadores Migratorios y sus familiares del cual él fue su gran propulsor y el primer firmante en mayo de 1991 poco después de su creación.

Hay suficiente materia moral y ética de nuestro lado como para exigirle a México más de lo que ahora da en el cumplimiento de los Derechos Humanos. Hemos de pedirle, sin temor a estar exagerando, responsabilidades institucionales y políticas por los insistentes atropellos de los Derechos Humanos que ese estado comete en contra de nuestra gente, gente inocente que sólo está de paso por su territorio.

Lo cortés no quita lo valiente, y el gobierno de México debe sentir toda la presión de las instancias internacionales para cumplir con la ley que el mismo estado mexicano ha firmado y defendido a capa y espada en todos los foros internacionales sobre Derechos Humanos. Por lo menos, ese país debe correspondernos con ese mismo trato que el gobierno de México pide a Estados Unidos para sus nacionales, trato que en la vida real no es ni razonable ni digno pero que en, cualquier caso, está por encima de las balaceras, al estilo la banda del carro rojo, con las que suelen recibir las autoridades mexicanas a los migrantes, en su mayoría centroamericanos y, en especial, a los salvadoreños.

El tiroteo del día 3 de agosto contra migrantes inocentes es un disparate para la institucionalidad de México, que exporta a más inmigrantes que ningún otro país en todo el mundo y, por eso, no debemos de conformarnos con el simple enjuiciamiento de los perpetradores.

Por desgracia lo que suele ocurrir en estos casos, después de ocurridos los delitos, es que se enjuician a los acusados conforme a ley, pero, al repatriarse a los agredidos, desaparece de la escena judicial el principal protagonista del caso: el testigo, y al mismo tiempo víctima, que no puede viajar para personarse en el caso, con lo que raramente se dictan y se ejecutan sentencias condenatorias hacia las autoridades malhechoras de los crímenes cometidos contra los migrantes. El delito se queda muchas veces impune en un tramite judicial viciado y tanto la víctima como el verdugo, una vez más, vuelven a encontrarse las caras en el futuro en el mismo lugar de los hechos: en el corredor de la muerte, en la fatídica ruta hacia los EE.UU. donde, de vuelta, las criaturas fronterizas son atropelladas por sus verdugos.

En el ciclo de la naturaleza salvaje, las apacibles criaturas migratorias, los patos de las zonas del sur, los reptiles, los artrópodos y otras criaturas rastreras y camaleónicas del desierto de Sonora siguen entrando y saliendo de los Estados Unidos sin demasiados dolores de cabeza. Mientras tanto, en el mundo global y civilizado, el gran migrante de raza cuscatleca y el resto de latinoamericanos insatisfechos en sus espacios socio-económicos, siguen su lucha particular hacia la frontera de México y EE.UU., aguantando los plomazos que les van disparando en las espaldas los agentes de la migración mexicana con el uniforme y los emblemas oficiales del gobierno de México, vistosos y bien planchados.

*Miembro de Salvadorños en el Mundo

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13 comments :

  1. El artículo como de costumbre esn este autor, pide que las autoridades salvadoreñas demanden a mexico mas respeto para los nuestros y el complimiento de los derechos humanos.

    Por otro lado no estoy seguro de si la declaracion de la coordinadora de ayuda humanitaria sea del mas alto nivel.

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  2. Yo creo que se pueden pedir mas responsabilidades por el abuso de poder de las autoridades mexicanas, pero el problema de la inmigracion es mucho mas complejo.

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  3. "todos miembros de la gran raza migrante cuscatleca"

    SOmos realmente una raza?

    Gracias.

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  4. hola es una realidad, los migrantes Salvadorenos son los mas maltratados, y nuestro gobierno deberia de protejer a nuestra gente si no les dan tabajo y una estavilidad, por lo menos defender a nuestra gente frente a esos explotadores sanguinarios tiras nopales, y esto no quiere decir que seamos enemigos de los mexicanos, pero los conbenios entre paises deben de respetar a los ciudadanos, buen articulo, pero si, es algo macro, y gordo como ud. dice...

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  5. Hay que pedir a mexico hombre que se deje de cabronadas institucionales contra nuestra gente migrante, si es que no van a quedarse a mexico, solo estan pasando momentaneamente.

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  6. Esto no es algo nuevo, ha estado pasando por decadas , nuestro govierno no le conviene que la gente sepa de esto, por que causaria panico y bajaria la immigracion en torno bajarian las remesas. pobre los ciudadania salvadorenia que por nesecidad tiene que exponerse a este tipo de riesgo, a donde esta nuestro govierno (que ha estado en poder por varias decadas) para proteger a sus ciudadanos?? adodne estan los medios para difundir las noticias de las tragedias que pasan en mejico, y deportaciones y abusos en la USA?? esto ne se ve en la tele, solo siguen lavando la cabeza con el tal "SUENIO AMERICANO"

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  7. La doble moral de dos paises Mexico-El Salvador ha emergido hace varias decadas por la acentuada migracion hacia USA.

    ES COMPLETAMENTE IRONICO OBSERVAR EL COMPORTAMIENTO DE DOBLE MORAL DE AMBOS PAISES, QUE POR CIERTO MANTIENE ALTO INDICE DE INMIGRANTES INDOCUMENTADOS EN USA, SIII, ELLOS MISMOS QUE PIDEN TRATO JUSTO A SUS CIUDADANOS (AL MENOS MEXICO; EL SALVADOR SOLO SAHACA LE PELA LOS DIENTES AL EMPERADOR BUSH EN TEMA DE MIGRACON).

    Si fuese el pais de El Salvador uno de los pioneros de legitima defensa de los Derechos Humanos del Inmigrante, esa agresion criminal no se daria en Mexico, ya que Mexico tambien hace alarde de las politicas de Derechos del Inmigrante Indocumetado.

    Algo que ay que celebrar es que ambos paises no solo estan en
    America Latina y tambien hablamos el idioma Espanol; sino que tambien ejercemos la misma politica de la Hipocresia de doble moral: PEDIR MEJOR TRATO HACIA SUS INMIGRANTES EN USA; PERO ELLOS NIEGAN EL MAS MINIMO TRATO DECENTE A LOS QUE TRANSITAN SU TERRITORIO.

    EL EJEMPLO ABUNDA EN EL SALVADOR TAMBIEN CON LOS EXTRANJEROS ABUSADOS LLEGADOS DE NICARAGUA, PANAMA, COLOMBIA, CHINA, ETC.

    VAYA POLITICA MIGRATORIA MAS INMORAL !!!

    Hasta que no halla cambio de gobierno en el pais, para hacer respetar las leyes no habra substancialmente un comportamiento de respeto hacia el Derecho de los Migrantes.

    Saludos,


    Jose Matatias Delgado Y Del Hambre.

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  8. Amigo Matatitas,

    No lance sus caballos al vuelo, solo falta que que diga que los mejicanos dan golpizas a nuestros inmigrantes por orden del Gobierno de El Salvador.

    Que ve en el video quien los esta repatriando y cuidando en su llegada a El Salvador?

    No sea tan acido en sus comentarios, por dios no todo es ideologia.

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  9. No importa. Don Jose Matatias delgado pero del hambre siga, escribiendo com mucho acido sulfurico para que les arda el...ala banda arenera.

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  10. Aunque usted no lo crea senor de las 12:23 del dia 3 de Septiembre, la actitud del gobierno de Mexico dependera del trato que el gobierno local le dara a sus connacionales. No se asuste que no estamos aniquilando PERO SI DENUNCIANDO LA NEGLIGENIA ECONOMICA DE su gobierno arenista que son clasicos para ver la paja del otro sin ver LA VIGA CLAVADA AL PUEBLO CON SUS PROPIOS IMPUESTOS.

    Ud. no sabe que TODOS somos seres politicos y nos debemos a la ideologia concebida o impuesta, Ud. sin duda alguna, no lo sabe pero saltacom un resorte cuando alguna persona critica a su EMBELECIDO GOBIERNO ARENISTA QUE MAS BIEN VA A LA DECADENCIA POR SUS ARGUCIAS METICULOSAS QUE ENVIAN CIENTOS DE MILES DE PAISANOS A EMIGRAR.

    TRANSPORTARLOS EN UN BUS POR EL MINISTERIO DE RELACIONES EXTERIORES ES LO MENOS QUE PUEDE HACER EL EJECUTIVO ARENISTA DEL PRESIDENTE ARABE SAHACA.

    MUCHOAS SABEMOS QUE EN ESTA EPOCA EECTORAL, EL PARTIDO DE LA CRUZ NEGRA SE PRESTA A TODO CON FINES DE LOGRAR VOTOS.

    Ya estamosmayorcitos para entender su "abnegable" labor de ayuda a los paisanos, que dicho sea de paso, arena piensa, que regresado y proveyendo el bus serian de gan perfil para votar por el gendarme Avila de su partido.

    No sera esto el seguimiento de una ideologia?

    Saludos,


    Jose Matatias Delgado Y Del Hambre.

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  11. ok, la verdad, es que los gobiernos se deben a sus pobladores, que fueron elegidos para alministrar, y defender los derechos de los mismos, no para partidisar sus acciones, en las fronteras son campos de guerra, de ver quien crusa con vida, con el cuerpo completo, sin ser violados tanto fisica como emocional, para trabajar duro y pagar deudas, y ayudar a los que se quedan atras; El cambio si es nesesario pero que cumplan que no solo lleguen a sentarse ni llenarse la boca ni la bolsa, de poder si no la combigcion de que son empleados nuestros por que les pagamos con nuestros impuesto y todavilla les ayudamos con las remesas no nos fanatisemos. no todo es rojo ni cruz de la muerte son otras cosas mas fundamentales, amigaos.

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  12. "Emigrar no es delito, lo es que los obliguen a emigrar"

    Son defensores de los inmigrantes en la frontera sur mexicana. Invitados a un foro de la Universidad Tecnológica, expresaron ayer su preocupación por el incremento del fenómeno migratorio y del abuso oficial y delictivo contra los indocumentados.
    "Los derechos humanos siguen violándose a pesar de los esfuerzos de algunos funcionarios de México", dijo Alejandro Solalinde Guerra, director de la casa del migrante en el municipio de Oaxaca, de la república mexicana.

    Solalinde, que ha recibido múltiples amenazas de muerte por su trabajo en el albergue con los inmigrantes, dijo estar preocupado por el incremento de la inmigración ilegal.

    "Ahí pasan a diario como 250 personas que permanecen 72 horas, y luego siguen su camino, si no hay necesidad que reciban algún tratamiento médico o asistencial", acotó.

    El sacerdote aseveró que México está en una crisis de valores y hundido en la corrupción, lo cual se ha traducido en inseguridad para los inmigrantes y también para los ciudadanos mexicanos.

    "El tráfico de humanos se ha mezclado con el tráfico de órganos y drogas, de secuestros así como abusos sexuales a hombres y mujeres", destacó Solalinde.

    Por su parte, Heymann Vásquez, párroco de la arquidiócesis de Tapachula, México, lamentó que en su país no haya nadie capaz de garantizar la protección de los derechos humanos de los inmigrantes.

    "Estoy seguro que hay una complicidad entre las autoridades y los delincuentes", denunció el párroco.

    Vásquez celebró que el estado mexicano haya decretado la despenalización de la inmigración por parte de indocumentados a partir de este año.

    "La inmigración no es un delito; el delito es que a las personas se les obligue a emigrar", dijo el sacerdote al instar a los gobiernos centroamericanos, con gran cantidad de emigrantes, a "poner atención en las oportunidades que se les brindan a sus pueblos para que no abandonen su país".

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  13. Estamos ante uno de los mayores dramas en la historia de la humanidad. Miles de centroamericanos dejan a diario sus países para aventurarse en los territorios más peligrosos. No todos llegan. Pero casi todos pasan por pesadillas que dejan secuelas para toda la vida. Secuestros, violaciones, asaltos, asesinatos a plena luz del día.

    Son los fantasmas de la descomposición mexicana. Los que nadie cuenta, los que nadie espera esa noche que lleguen a dormir, los que nadie denuncia porque son indocumentados. Las víctimas silenciosas de todo un sistema de crimen organizado en el que están involucradas autoridades mexicanas, sí, pero también de los países del istmo. Son los fantasmas de la descomposición centroamericana. El mayor grito de lo torcidos que están nuestros países, de las pocas oportunidades que ofrecen, de lo mal que andamos. Pero son un grito silencioso, aunque se cuente a razón de miles cada día.

    Hasta hoy, el fenómeno migratorio entre Centroamérica y Estados Unidos se ha tratado con medidas torpes, coyunturales, meros remiendos para que los gobiernos den una mejor cara cuando se presentan en sociedad. Pero la falta de atención a un problema de estas magnitudes ha dado pie a que los migrantes hayan pasado de ser víctimas de cuatreros y asaltantes a ser objetivo sistemático del crimen organizado, de secuestradores y redes de prostitución, de narcotraficantes, de policías.

    Pero como son fantasmas y nadie, fuera de las bandas de criminales, saben que andan ahí (porque prefieren no saberlo, porque les bastaría asomarse un poquito a estos territorios para descubrir las dimensiones de la tragedia), nadie hace nada. Los medios de comunicación permanecen silenciosos, los parlamentos de la región dictan medidas limitadas, y los gobiernos abogan sólo por los suyos.

    Los mexicanos admiten que la inútil reforma migratoria de principios de este año fue hecha sólo para dar un ejemplo a Estados Unidos con la esperanza de conseguir mejores condiciones para los mexicanos en ese país.

    Las autoridades de los países centroamericanos, principalmente Guatemala, El Salvador y Honduras, siguen pidiendo lo mismo que los mexicanos, pero han sido incapaces, siquiera, de frenar la situación en sus propios países.

    Aquí mismo en el oriente de El Salvador las autoridades maltratan a los inmigrantes hondureños y nicaragüenses; algunos alcaldes se dan el lujo de gobernar municipios que dependen de las remesas y aún así tener expresiones xenófobas contra los hondureños y nicaragüenses; y los mexicanos, que tienen a más de 5 millones de indocumentados en Estados Unidos, a pesar de las reiteradas promesas de los gobiernos de Zedillo, Fox y Calderón continúan permitiendo los constantes abusos contra los migrantes.

    Sólo en Guatemala, se calcula que de cada tres personas que salen a Estados Unidos uno llega a su destino; otro es deportado y el tercero muere en el camino. No hay cálculos de este tipo para El Salvador, y aunque ciertamente no parece ser tan desafortunada la situación, muchos terminan así, perdiendo la vida en un camino oscuro y sin ley, y sin que el mundo se entere de que ya no son parte de él.

    El tránsito de personas entre Centroamérica y Estados Unidos es el fenómeno migratorio más grande del mundo, y aún así sigue siendo un fenómeno oculto. Nadie lo ve, nadie lo conoce. Se sabe lo que está pasando en esos caminos, pero las características de su conocimiento, por parte de los medios, los centros de investigación, los funcionarios y los países de origen, responden a las características de la geografía por la que transitan: rutas que ocupan porque están alejadas de los ojos de todo el mundo. Y son esas las rutas porque ellos son indocumentados, y no quieren que nadie los vea.

    Pero se trata de una grave crisis humanitaria: miles de violadas, miles de asaltados, cientos de muertos y miles de secuestrados al año. Y casi ninguna denuncia.

    Hoy, la emigración a Estados Unidos ya no permite un enfoque nacionalista. Ya no se trata de cuántos salvadoreños deportaron la semana pasada o a cuántos atraparon en el camino. No. Se trata hoy de un fenómeno regional, en el que, una vez cruzado el Río Suchiate, todos son indocumentados, independientemente del país de origen. Y todos son víctimas de los mismos crímenes, sin que nadie les pida el pasaporte. Y se trata, más allá de los números, de un drama que aún espera ser narrado.

    Hoy abrimos una sección dedicada especialmente a ellos, a esos fantasmas que sólo vemos en números de deportados que, entre tanto informe, conllevan el riesgo de convertir en trillado un drama que aún no ha sido siquiera contado. Esperemos que sirva, al menos, para ayudar a darle a este fenómeno sus verdaderas dimensiones.
    EDITORIAL

    Los fantasmas silenciosos
    El Faro
    cartas@elfaro.net
    Publicada el 20 de octubre de 2008

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