Salvadoreños acuden a San Rafael Arcángel en ultramar para alivio de crisis
Salvadoreños piden a santo patrono buena pesca y fin de crisis económica
Unos 150 pescadores y sus familiares, embarcados en sus lanchas durante una procesión en alta mar, pidieron este jueves a su patrono San Rafael Arcángel que les provea de una "buena pesca" y ponga fin a la crisis económica mundial.
Tras un oficio religioso, la procesión salió de la ciudad Puerto de la Libertad, unos 34 km al suroeste de San Salvador y recorrió unos 10 km por la costa del océano Pacífico.
Al costado sur del muelle artesal de la ciudad, una grúa descendía al agua una a una las lanchas con sus fervorosos ocupantes.
En la singular procesión, participó el alcalde del Puerto de la Libertad, Carlos Molina, quien destacó el valor que tienen los pescadores "para convivir" a diario con las adversidades en el mar.
Monseñor Richard Hantal comentó que la procesión no era sólo para abogar por una buena pesca, sino también para "rogar" por una mejor situación económica para todos en momentos que el mundo vive una de sus peores crisis.
La tradición de llevar a San Miguel Arcángel en procesión, según los registros de la parroquia Inmaculada Concepción de la ciudad portuaria, se remonta al 14 de marzo de 1934.
Según la historia, "mientras se manipulaba un cargamento de 250 cajas de dinamita procedente de un barco anclado en la costa porteña, se produjo una gran explosión que trajo luto, sangre, lágrimas y desconcierto".
La explosión, según detalla el relato eclesial, originó un incendio que alcanzó una bodega que almacenaba recipientes llenos de gasolina, causó muchos muertos y redujo a escombros las instalaciones de Aduana Marítima y la iglesia quedó inservible.
Con sacrificios, los habitantes prosiguieron con sus tareas cotidianas y diez años después, cuando se realizaban trabajos de remoción de escombros, los porteños encontraron una caja que iba dirigida al pueblo de San Rafael Obrajuelo, procedente del buque Fela que provenía de Italia y había atracado.
Los trabajadores, al abrir la caja junto al administrador de aduanas Rafael Mira, descubrieron que en su interior descansaba intacta la imagen de San Rafael Arcángel.
Ese descubrimiento fue calificado como un hecho "milagroso" que desencadenó en los porteños una "devoción profunda" y, cada 23 y 24 de octubre, el santo patrono es llevado en procesión en el mar para que "custodie y proteja" al Puerto de la Libertad.
Publicación (AFP)cmm/fj/emm 24/10/2008
Unos 150 pescadores y sus familiares, embarcados en sus lanchas durante una procesión en alta mar, pidieron este jueves a su patrono San Rafael Arcángel que les provea de una "buena pesca" y ponga fin a la crisis económica mundial.
Tras un oficio religioso, la procesión salió de la ciudad Puerto de la Libertad, unos 34 km al suroeste de San Salvador y recorrió unos 10 km por la costa del océano Pacífico.
Al costado sur del muelle artesal de la ciudad, una grúa descendía al agua una a una las lanchas con sus fervorosos ocupantes.
En la singular procesión, participó el alcalde del Puerto de la Libertad, Carlos Molina, quien destacó el valor que tienen los pescadores "para convivir" a diario con las adversidades en el mar.
Monseñor Richard Hantal comentó que la procesión no era sólo para abogar por una buena pesca, sino también para "rogar" por una mejor situación económica para todos en momentos que el mundo vive una de sus peores crisis.
La tradición de llevar a San Miguel Arcángel en procesión, según los registros de la parroquia Inmaculada Concepción de la ciudad portuaria, se remonta al 14 de marzo de 1934.
Según la historia, "mientras se manipulaba un cargamento de 250 cajas de dinamita procedente de un barco anclado en la costa porteña, se produjo una gran explosión que trajo luto, sangre, lágrimas y desconcierto".
La explosión, según detalla el relato eclesial, originó un incendio que alcanzó una bodega que almacenaba recipientes llenos de gasolina, causó muchos muertos y redujo a escombros las instalaciones de Aduana Marítima y la iglesia quedó inservible.
Con sacrificios, los habitantes prosiguieron con sus tareas cotidianas y diez años después, cuando se realizaban trabajos de remoción de escombros, los porteños encontraron una caja que iba dirigida al pueblo de San Rafael Obrajuelo, procedente del buque Fela que provenía de Italia y había atracado.
Los trabajadores, al abrir la caja junto al administrador de aduanas Rafael Mira, descubrieron que en su interior descansaba intacta la imagen de San Rafael Arcángel.
Ese descubrimiento fue calificado como un hecho "milagroso" que desencadenó en los porteños una "devoción profunda" y, cada 23 y 24 de octubre, el santo patrono es llevado en procesión en el mar para que "custodie y proteja" al Puerto de la Libertad.
Publicación (AFP)cmm/fj/emm 24/10/2008
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