Buscando cabezas de turcos en causas menores.
Por José Manuel Ortiz Benítez
“Michelle Bachelet, presidenta de Chile, atribuye a la codicia e inhumanidad de capitalistas y especuladores la actual crisis financiera” echa en cara un editorial de un diario nacional importante.
El origen del desastre financiero se debe a razones políticas; la mano peluda del Estado abarató el dinero causando una “fiebre especulativa”, continúa.
El dinero fácil rolando “de la maquinita monetaria” dio pie a una depreciación del dólar, un aumento de los precios y un verdadero desmadre en el sector inmobiliario, conocido como las “subprimes”, que es lo que nos ha arrastrado a todos a la crisis económico-financiera más grande de la historia después de la Gran Depresión.
Todo es culpa de los políticos, de burócratas y funcionarios en la Reserva Federal de Estados Unidos que han tomado una serie de malas decisiones.
Lo anterior es más o menos la defensa que hacen algunos medios nacionales y una buena parte de analistas económicos, en nuestro país, del libre mercado.
Me asombra la absoluta contundencia de estos medios y analistas para distribuir responsabilidades y culpabilidades a quienes, según ellos, han causado todo este desmadre: los políticos y la FED de Estados Unidos.
No tengo ningún problema en defender y reconocer que las empresas, los empresarios y los pequeños emprendedores son el verdadero motor hacia el desarrollo y el avance de los pueblos. Un país, sin empresas, sin organizaciones productivas, sin emprendedores, no crea puestos de trabajo y un país que no ofrece trabajo a sus ciudadanos es un país fracasado, estéril, nulo.
Por desgracia o por fortuna, ya no vivimos en el sistema del trueque, la caza o la recolección de frutos, sino en la era de la globalización voraz, donde todo está interconectado con todo.
Dicho esto, también tengo que admitir que uno de los objetivos de la clase empresarial, ya no digamos de los especuladores, es producir, rentabilizar, ganar, ganar y ganar. Esto es así en China, en Cuba y en Islandia. Otra cosa es el grado de control o libertad ejercida de parte del Estado. En el equilibrio de esas fuerzas es donde se encuentra el verdadero debate.
En cuanto a los bancos –si me permiten simplificar– su función es bien concreta: comprar dinero de un lado, a un precio inferior, y venderlo, por el otro, a un precio mayor. Cuanto más grande sea la brecha entre el primer y segundo paso, mucho mejor.
¿Qué es lo que ha fallado? En El Salvador, repito, repiten los analistas que la Reserva Federal es la culpable por “bajar el precio del dinero, distorsionando el mercado", lo que ha llevado a la reducción de la brecha de rentabilidad de los bancos, y que eso es la causa que los obligó a montarse en la ola de las famosas “subprimes”.
Así se crearon las hipotecas basuras, ultiman, vendiendo dinero a gente de bajos recursos, a un tipo de interés alto para seguir en la curva de buenos márgenes. También mantienen que el gobierno federal de EE.UU. forzó y “presionó” a los bancos a prestarle dinero a gente insolvente o con poca capacidad de devolución.
Es decir, que aquí no podemos dudar nunca del denominado “sistema capitalista”, ni de sus operadores y su pasión por ganar dinero a cualquier precio, sino de otros, los reguladores.
La injerencia desacertada –el gobierno intervino, por un lado, trastocando los tipos de interés y, por el otro, forzando préstamos y créditos a sectores insolventes– es lo que nos ha llevado al descalabro, repiten, repiten y repiten.
¿Quiénes son los culpables? Los políticos y los responsables de la FED. ¿Quiénes son los buenos? Los bancos, los empresarios y los operadores del mercado porque han sido víctimas del nefasto intervencionismo estatal.
No se dice así directamente. Yo estoy simplificando los argumentos, pero hay duras líneas de pensamiento en defensa, casi ciega, en nuestro país, de que al mercado hay que dejarlo actuar por su cuenta, sin perturbar su pragmatismo y sabiduría, como si éste fuera una especie de ente intocable, inmaculado, superior e inmune a factores mundanos que existen en la naturaleza humana como la avaricia, la insensatez o la indiferencia.
Miembro de Salvadoreños en el Mundo
“Michelle Bachelet, presidenta de Chile, atribuye a la codicia e inhumanidad de capitalistas y especuladores la actual crisis financiera” echa en cara un editorial de un diario nacional importante.
El origen del desastre financiero se debe a razones políticas; la mano peluda del Estado abarató el dinero causando una “fiebre especulativa”, continúa.
El dinero fácil rolando “de la maquinita monetaria” dio pie a una depreciación del dólar, un aumento de los precios y un verdadero desmadre en el sector inmobiliario, conocido como las “subprimes”, que es lo que nos ha arrastrado a todos a la crisis económico-financiera más grande de la historia después de la Gran Depresión.
Todo es culpa de los políticos, de burócratas y funcionarios en la Reserva Federal de Estados Unidos que han tomado una serie de malas decisiones.
Lo anterior es más o menos la defensa que hacen algunos medios nacionales y una buena parte de analistas económicos, en nuestro país, del libre mercado.
Me asombra la absoluta contundencia de estos medios y analistas para distribuir responsabilidades y culpabilidades a quienes, según ellos, han causado todo este desmadre: los políticos y la FED de Estados Unidos.
No tengo ningún problema en defender y reconocer que las empresas, los empresarios y los pequeños emprendedores son el verdadero motor hacia el desarrollo y el avance de los pueblos. Un país, sin empresas, sin organizaciones productivas, sin emprendedores, no crea puestos de trabajo y un país que no ofrece trabajo a sus ciudadanos es un país fracasado, estéril, nulo.
Por desgracia o por fortuna, ya no vivimos en el sistema del trueque, la caza o la recolección de frutos, sino en la era de la globalización voraz, donde todo está interconectado con todo.
Dicho esto, también tengo que admitir que uno de los objetivos de la clase empresarial, ya no digamos de los especuladores, es producir, rentabilizar, ganar, ganar y ganar. Esto es así en China, en Cuba y en Islandia. Otra cosa es el grado de control o libertad ejercida de parte del Estado. En el equilibrio de esas fuerzas es donde se encuentra el verdadero debate.
En cuanto a los bancos –si me permiten simplificar– su función es bien concreta: comprar dinero de un lado, a un precio inferior, y venderlo, por el otro, a un precio mayor. Cuanto más grande sea la brecha entre el primer y segundo paso, mucho mejor.
¿Qué es lo que ha fallado? En El Salvador, repito, repiten los analistas que la Reserva Federal es la culpable por “bajar el precio del dinero, distorsionando el mercado", lo que ha llevado a la reducción de la brecha de rentabilidad de los bancos, y que eso es la causa que los obligó a montarse en la ola de las famosas “subprimes”.
Así se crearon las hipotecas basuras, ultiman, vendiendo dinero a gente de bajos recursos, a un tipo de interés alto para seguir en la curva de buenos márgenes. También mantienen que el gobierno federal de EE.UU. forzó y “presionó” a los bancos a prestarle dinero a gente insolvente o con poca capacidad de devolución.
Es decir, que aquí no podemos dudar nunca del denominado “sistema capitalista”, ni de sus operadores y su pasión por ganar dinero a cualquier precio, sino de otros, los reguladores.
La injerencia desacertada –el gobierno intervino, por un lado, trastocando los tipos de interés y, por el otro, forzando préstamos y créditos a sectores insolventes– es lo que nos ha llevado al descalabro, repiten, repiten y repiten.
¿Quiénes son los culpables? Los políticos y los responsables de la FED. ¿Quiénes son los buenos? Los bancos, los empresarios y los operadores del mercado porque han sido víctimas del nefasto intervencionismo estatal.
No se dice así directamente. Yo estoy simplificando los argumentos, pero hay duras líneas de pensamiento en defensa, casi ciega, en nuestro país, de que al mercado hay que dejarlo actuar por su cuenta, sin perturbar su pragmatismo y sabiduría, como si éste fuera una especie de ente intocable, inmaculado, superior e inmune a factores mundanos que existen en la naturaleza humana como la avaricia, la insensatez o la indiferencia.
Miembro de Salvadoreños en el Mundo
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Economía
Puchica,
ReplyDeleteque analistas mas bajeros los nuestros, cuando la FED decia esto, y aquello todoas agachaban la cabeza, ahora con el garrobo en la matata, todos dicen que la FED se equivocó y que no ha habido codicia de parte de los especuladores.
Hay que paisito el nuestro.
P. Ordimales
Mi veredicto: el mercado es culpable, como los señores hipotequeros que vendieron a los pobres para sacarles altos intereses.
ReplyDeleteSentencia: mas regulación, pero de calidad: rapida, eficiente, y tecnica, no ideologica como la que propone Chavez y Kishner
“La Crisis Financiera”
ReplyDeleteMucho se ha hablado sobre las causas de la crisis financiera, su complejidad, su alcance, su efecto socioeconómico, el fin del capitalismo, una señal escatológica, el fin de los tiempos, prueba del Socialismo del Siglo XXI como alternativa viable (esta si es la necedad más grande), etc…etc.
Exploremos, había una vez:
Los bancos eran administradores del dinero de los depositantes, invertían prudentemente y en sus comunidades.
Los mercados bursátiles eran centros de formación de capital para empresas reales, tangibles.
Los capitales de riesgo (Venture Capital) eran formación de capital para buenas y reales ideas.
La especulación con su dinero propio se practicaba en casinos, bingos y loterías; la especulación con el dinero de otro era estafa.
La rentabilidad desmedida era el dominio del usurero.
El Gobierno legislaba y reglamentaba un marco jurídico de reglas claras - protección, derechos y obligaciones – para todos los involucrados.
Las autoridades reguladoras ejercían sus mandatos al pie de la letra.
La asignación de capital (préstamos) se hacia basada en mérito (de idea, causa o hecho) y la habilidad de repago.
Que simple y tranquila era la vida.
Que sucedió?
Los políticos decidieron injerir en los mercados financieros creando las GSE (Empresas patrocinadas por el gobierno) para canalizar el flujo de créditos a sectores específicos de la economía, y supuestamente hacer de estos nuevos segmentos de capital, segmentos mas eficientes y transparentes. Freddie Mac y Fannie Mae fueron las GSE creadas para canalizar fondos para la vivienda.
La FED (Banco Central) mantiene artificialmente una tasa de interés sumamente bajo, por debajo del costo real del riesgo. Uno puede argumentar que en muchas instancias lo hizo por razones de beneficio político.
La FED permite la percepción de que todo instrumento financiero emitido por las GSE está respaldado por la misma lo cual no es así Sin embargo esta percepción promueve una actitud de “bajo los estándares, presto más, al final del día si algo va mal la FED responde”. Se cumplió la profecía. .
La FED adopta una actitud negligente y deja que las instituciones financieras bajen o ignoren los estándares de préstamos.
La FED permite la creación de tipos de hipotecas diseñados para fomentar la demanda, minimizar el riesgo del reempacador, y, en ciertos casos, circumventar las regulaciones existentes. El ejemplo clásico, y el mas dañino, es el 2/28 APR, el cual le permite al reempacador regresar el préstamo al asegurador (underwriter) dentro de seis o doce meses si el préstamo se va en mora. Los estándares de préstamo son muy diferentes si solo necesito asegurar que el prestatario no caiga en mora por un periodo muy corto de tiempo versus los tradicionales 30 años.
Wall St. cambia su razón de ser de un centro de formación de capital para emprendimientos reales a uno de inversión especulativa, y comienza a comprar los nuevos instrumentos hipotecarios.
Cuando los precios de la propiedad van para arriba todo es ganancia, media vez los precios comienzan a caer, Wall St. Comienza a regresar los préstamos al asegurador, del 2006 al 2008 alrededor de unas 300 casas de préstamos hipotecarios quebraron.
Cuando Wall st. comienza a invertir en hipotecas, las GSE comienzan a perder tajada de mercado, los accionistas demandan ganancias. Las GSE compran Alt-A hipotecas, prestamos marginales, en mercados inmobiliarios altamente especulativos: Nevada, California, etc. Estos son los préstamos adquiridos o garantizados que tuvieron el mayor efecto en la quiebra de las GSE.
Los políticos quieren votos y demandan que las GSE cumplan con las guías gubernamentales para vivienda accesible.
En los años que tomó para formarse esta debacle el congreso ignoró todas las señales de alarma.
Alarmante es la cantidad de congresistas y senadores que se beneficiaron de esta debacle, sea a titulo personal o en sus campañas electorales.
Hemos descrito solo lo pertinente a vivienda, sin embargo podríamos escribir otro capitulo en DERIVATIVOS, instrumentos financieros altamente especulativos, que han dañado enormemente la economía mundial.
Moralejas?
. Políticos: Regule los mercados no injiera.
. Ente regulador: Cumpla, sin politiquerías o intereses
creados.
. Instituciones: Mantengan su misión original.
. Individuo: La codicia es un pecado capital.
Escribanos a: votosoberano2009@gmail.com
Una crisis sin precedentes
ReplyDeleteEl mundo atraviesa momentos difíciles. Una de las peores crisis financieras de la historia ha sido desatada en Estados Unidos con consecuencias para el mundo entero.
La semana pasada, durante la Cumbre Iberoamericana, todos los presidentes de la región coincidieron en la necesidad de reformar las instituciones financieras multilaterales y destacaron la necesidad de dar al Estado un rol más protagónico en nuestras sociedades.
Es, en palabras de muchos analistas, el fin del modelo neoliberal y del mercado como dios de la economía que se autorregulaba para estabilizar cualquier situación anómala. Ahora, dicen casi todos, hay que replantearse todo el modelo o simplemente desaparecerlo.
El Estado no sólo debe ejercer mayores regulaciones, sino intervenciones directas para aliviar a los más necesitados. En América Latina, ayudado por la corrupción y la debilidad institucional, el modelo neoliberal causó la mayor inequidad del mundo y destruyó a la clase media. Se avanzó en los últimos años en el combate a la pobreza, pero no en las mismas proporciones en que los ricos, a través de los “beneficios del libre mercado y la competencia”, se hicieron más ricos.
En los países en vías de desarrollo no basta con esperar a que la acumulación de ganancias de las empresas derramen sus beneficios sobre los menos afortunados, y que el mercado dicte las reglas. De hecho, a la luz de esta crisis, esto tampoco basta en los países desarrollados (que dicho sea de paso, entre otras cosas aceleraron su desarrollo mediante políticas públicas de redistribución de la riqueza y beneficios sociales que no se implementaron aquí).
Ahora nos enfrentamos a un nuevo mundo, que aún desconocemos cómo será. Pero ya ha quedado claro que las instituciones que rigen los sistemas financieros mundiales no pueden ser diseñadas por los países más ricos, sino que debe involucrar a todos. También que el Estado tiene un rol mayor que cumplir y que, en vez de reducirlo a sus mínimos como nos dictaron en las décadas anteriores, hay que otorgarle nuevas funciones y reforzarlo porque al final es el único capaz de sacar adelante a los países en momentos de crisis como esta. En otras palabras, en vez de poner lo público al servicio de lo privado, debemos comenzar ahora a poner lo privado al servicio de lo público. En últimas instancias, lo público puede salvar a lo privado (como ha sucedido en estas últimas semanas en Estados Unidos y Europa), pero no al revés.
En nuestros países, tan adeptos en décadas anteriores al modelo del derrame y la reducción del Estado, habrá que replantearse muchas cosas. En El Salvador urge, por ejemplo, una reforma fiscal que otorgue más recursos al Estado para incrementar los programas sociales y garantizar mejor educación y salud para todos. Pero el presente gobierno se ha negado a llevarla a cabo debido a sus ataduras con empresarios que se niegan a pagar más o siquiera a pagar lo que les corresponde.
Por supuesto, esto debe ir acompañado por muchos mayores controles del uso de los fondos públicos, mayor transparencia y la voluntad política para combatir la corrupción de frente.
El contubernio entre gran empresa y gobierno debe terminarse para siempre, dando lugar a una relación en la que el gobierno, que administra el Estado, los tome en cuenta como a todos los demás sectores nacionales a la hora de tomar decisiones para afectar a los menos en beneficio de los más y siempre apegado a derecho, sin afectar la productividad. En un país con tantas tareas pendientes, los más favorecidos por el Estado no pueden seguir siendo los que menos ayuda necesitan. En realidad, deberían ser los más solidarios con aquellos que más urgen de ayuda directa. Esta será la única manera de salir adelante todos juntos, como nación, de una crisis de grandes dimensiones que amenaza ya con reconfigurar todo el actual sistema financiero mundial.
El Faro
cartas@elfaro.net
Publicada el 03 de noviembre de 2008
Amigos,
ReplyDeleteNo se equivoquen, el consejo de accionistas de la FED son todos los grandes bancos privados de Estados Unidos.
El festín de los banqueros privados se acabó. A quien van a engañar.
Septiembre 11 vino a poquitos meses de haber llegado Bush al poder, todo parecía fantástico con el nuevo presidente, se dio el primer encuentro con Fox para preparar la gran Reforma Migratoria nunca antes vista, le dio TPS a los Salvadoreños en cuestión de días después de los terremotos. Bush dispuesto a jugárselas con su partido venia decidido a legalizar a Mundo, Raymundo y Medio Mundo.
ReplyDeleteRepente!!!Poooom!!! Y suavecito suavecito se vinieron abajo las torres ante las miradas atónitas de todo el mundo, ningún Mundial de football o noticia antes había alcanzado a tanta gente en el globo terrestre como lo hicieron aquellas imágenes. Y a Bush se le olvido la promesa que le hizo a Fox de legalizarle la gente. Mundo, Raymundo y Medio Mundo ilegal pasaron a formar el numero 12 en las noticias, pues se hablaba de 12 millones de potenciales terroristas a los que había que buscar y sacar a cualquier costo.
Después de Septiembre 11 del 2001, la FED actúo inteligentemente bajando los intereses ridículamente en el mercado crediticio. Todo el mundo comenzó a ganar dinero, gente comprando casas y vendiéndolas en tres meses al doble, bancos cobrando intereses altos, constructoras vendiendo a diestra y siniestra, tarjetas de crédito subiendo los limites por que la gente no dejaba de comprar, condados rebosando de property taxes subiendo imparables, gobierno recibiendo enormes cantidades en income taxes cada vez mas alto, y así, el mundo se volvió perfecto.
Pasaron 7 largos años; tan largos que todos se nos olvidó aquel detestado Septiembre 11 del 2001. El plan funcionó, la economía no fue afectada en lo absoluto por los atentados terroristas. Ahora ha llegado la hora de pagar las facturas de Septiembre 11, tenían que venir, solo que con intereses.
Moraleja: No tengamos otro Septiembre 11, votemos por McCain.
E.Palma.
Cheros,
ReplyDeleteEn Japón, la segunda economía mas grande del mundo, los intereses han estado mas bajos que EE.UU en los últimos 12 años, por que ahí no se desmadró el sector inmobiliario?
La respuesta es codicia, en Japón todavía quedan algunos pocos valores, y los especuladores son una grado menos que los tiburones de Wall Street.
Al de las 7:33, deja de andar de impostor. Aca en America a los "Con Man" se les manda a la carcel. Asi que deja de usar mi nombre.
ReplyDeletePedro Ordimales
Utah
Don E. Palma:
ReplyDeleteY que es lo que tiene el viejito McCain que no tiene Bush Jr.? Para ser inocuo a Osama Bin Laden y sus huestes?
Deberias de publicar un articulo que explique eso en este blog antes del dia martes 4 de Nov.
Creo que estos cheros de SEEM te lo publicaran.
Pedro Ordimales (el original)
Utah
Cheros,
ReplyDeleteEL verdadero don Pedro Ordimales soy yo.
No me hagan sacar la navaja.
En cuanto a la FED, todos nos equivocamos, como es que nadie dijo nada cuando los intereses estaban bajos, si aquello era intervencionismo estatal?
Pedro Ordimales (el autentico)
Expiación. Conforme pasan los días, la crisis internacional se agudiza, mientras persisten las dudas sobre su duración y grado de profundidad. Lo único que parece claro —por el momento— es que ningún país saldrá inmune, aunque el impacto obviamente será diferente, dependiendo no tanto del tamaño de las economías, cuanto de su estructura productiva, su fortaleza macroeconómica y sobre todo de sus instituciones, entre otros factores importantes.
ReplyDeleteEn este escenario, El Salvador aparece entre los más vulnerables. Su sistema monetario, su dependencia de las remesas y su conformación productiva hacen en gran parte la diferencia. Además, no estamos tan seguros que su macroeconomía esté muy sólida, en tanto que la polarización política y el proceso electoral en marcha hacen más difícil la situación.
Por todo eso es necesario descubrir verdaderas opciones para salir lo menos perjudicados posibles. Pero como lo dijimos en la primera entrega, también tenemos el problema de que la inteligencia, además de la voluntad, no está disponible. Nos referíamos por supuesto a aquella inteligencia honesta, creíble, coherente y diáfana, no a aquella sórdida, ensimismada, pendular y narcisista. El país necesita hoy en día de sus mejores hijos, no de aquellos personajes que han vivido todo el tiempo engañándolo o explotándolo sin misericordia.
Como se dice en buen salvadoreño, no vale la pena llorar sobre la leche derramada, pero tampoco podemos ingenuamente pensar que aquí no va a pasar nada, como sugieren aquellos que en el fondo solo persiguen ocultar sus propios desatinos cuando tuvieron la responsabilidad de conducir los asuntos públicos. Por eso nos parece una ironía cruel, que mientras los gobiernos de los países más avanzados y las eminencias grises en materia económica se destruyen los sesos tratando de encontrar soluciones, aquí en El Salvador seguimos aprisionados por la ideología barata, los intereses de unos pocos y la hipocresía intelectual de otros.
No resulta nada confortable pensar en el problema en que puede caer nuestro sistema productivo por la falta de liquidez, cuando hace apenas un año el país transpiraba dólares con la venta de los bancos a consorcios internacionales. Sin que la crisis estuviera planteada, la Bolsa de Valores hizo un ejercicio para promover iniciativas que contribuyeran a arraigar ese ahorro nacional. Nosotros tratamos de sumarnos a ese esfuerzo con ideas que fueron expuestas en tres artículos consecutivos que aparecieron en esta misma columna entre el 12 y el 26 de marzo del año pasado. No es que nosotros tuviéramos la razón, pero obviamente pudieron más la codicia, la inacción y la desconfianza en El Salvador, a juzgar por las cifras que se manejan de que más del 90% del producto de la venta de las acciones fue sacado del país.
Ligado a esa operación y anticipando la enorme diferencia que se daría entre el valor nominal de las acciones y su precio de venta —gran parte de ellas concentrada en pocas manos— sugerimos que era necesario encontrar una fórmula que permitiera al fisco imponer un gravamen a esa transacción. Había en este caso un argumento de tipo moral, porque las previsibles ganancias tenían relación directa con la forma en que los salvadoreños contribuimos a sanear la banca antes de ser reprivatizada y con la liberalidad con que actuó el sector a costa del sistema productivo nacional y de los ahorrantes, aunque en ese momento no teníamos información de que también algunas entidades evadían impuestos.
Con todo, eso es historia. Lo sensato ahora es reconocer que estamos frente a grandes desafíos que nos han sido mayormente impuestos, pero aceptando también con humildad que tampoco nosotros hemos hecho bien la tarea. Así las cosas, gran parte de la solución está en nuestra determinación de trabajar con visión compartida.
Juan Héctor Vidal / Columnista de LA PRENSA GRÁFICA
Bueno pues para que lo sepan: La falta de dinero a provocado que los bancos en El Salvador se presten dinerito al 24% por fin de semana. Que les parece? En El Salvador la crisis de Greenspan no nos afecta, segun el Mulah Manuel Kike Hinds.
ReplyDeletePedro Ordimales (el original)
Que no me les den garabato los impostores!
Utah
'El dinero fácil rolando “de la maquinita monetaria”...
ReplyDeleteEs esta palabra, ROLANDO, la versión Spanglish de "rolling" ?
Rolando es castellano moderno y es bueno válido, viene de rolar, rola, ruleta, de rueda, de dar vueltas.
ReplyDeleteConsulte la Real Academia OnLine para verificar.