Ex guerrilla se acerca al poder
Por Brenda Martínez*
El triunfo del candidato presidencial por el ex guerrillero Frente Farabundo Martí para la Liberación Nacional (FMLN), Mauricio Funes, añadiría El Salvador a la creciente lista de países latinoamericanos que han elegido mandatarios de izquierda, en un país cuya guerra civil de 12 años costó 75 mil vidas antes del acuerdo de paz firmado en 1992. (Foto FMLN: Funes entrada en Comacaran)
Tanto en las elecciones legislativas y municipales del domingo próximo como en las presidenciales del 15 de marzo de este año, el partido de la ex guerrilla salvadoreña va adelante en los sondeos de intención de voto.
Encuestas recientes dan al periodista Funes, de 49 años, una ventaja de hasta 21 puntos porcentuales sobre el candidato de la gobernante Alianza Republicana Nacionalista (Arena, derecha), Rodrigo Ávila, ex jefe de la Policía, en las que se evidencia un profundo descontento con el presidente Antonio Saca, así como poca confianza en la capacidad de su partido para resolver los problemas de esa nación.
Funes ha intentado evitar que lo tilden de izquierdista de línea dura, en un país que aún está profundamente polarizado después de la guerra.
“El Salvador necesita una izquierda democrática, realista y responsable”, declaró Funes, quien califica de moderado a su partido.
El aspirante del FMLN es más propenso a tener como modelo a gobiernos de centroizquierda, como el del gobernante de Brasil, Luis Inácio Lula da Silva, o el de Michelle Bachelet, en Chile, que a los miembros de la vieja guardia del FMLN, o al mandatario de Venezuela, Hugo Chávez.
“Mi partido ha debido evolucionar de una organización político-militar (...) en un partido que está dentro del pueblo democrático”, aseguró Funes en un foro, en Alemania.
Funes se reunió con funcionarios estadounidenses durante sus viajes a Estados Unidos en meses recientes, para aclarar que él mantendría relaciones bilaterales estrechas, sobre todo en asuntos como la lucha regional contra el narcotráfico y el crimen organizado. Funes no olvida, además, que las remesas que se envían desde aquel país mantienen a flote la economía de El Salvador.
Además, el candidato izquierdista destacó que mantendrá un sistema capitalista que garantice la inversión extranjera, la producción de la empresa privada y la actual dolarización.
Según Arena, las afirmaciones de Funes no son más que una “postura estratégica y electoral” que no se convertirá en realidad.
“Me interrogan una y otra vez acerca de si mi gobierno será socialista o peor aún, si acabará alineado con aquellos gobiernos que aseguran construir el llamado socialismo del siglo XXI. Nada más alejado de la realidad política del país que semejante pretensión”, afirmó el farabundista.
Los partidarios de Arena —asentada en el poder desde 1989— relacionan a Funes con Chávez; con el líder cubano, Fidel Castro, y con el presidente de Nicaragua, Daniel Ortega, para sembrar temores acerca de lo que haría un régimen de izquierda en ese país centroamericano.
“Lo que más me preocupa es que (el FMLN) quiere cambiar el sistema: nacionalizar las empresas, apoderarse de los negocios privados”, afirmó Hugo Barrera, comerciante cofundador de Arena en la década de 1980.
La candidatura de Funes es prueba de cuánto ha cambiado el FMLN desde que los combatientes dejaron las armas por puestos en el Estado salvadoreño.
El mejor aliado electoral del FMLN es la creciente ira por los continuos aumentos de precios en alimentos básicos y combustible.
Otra razón del apoyo popular al FMLN es que los votantes están cansados de la alarmante violencia, en gran parte causada por las pandillas que han matado a más de 14 mil personas en los cuatro años de la administración de Saca.
Si el FMLN obtiene la victoria, sería la primera vez que la izquierda gobernaría en El Salvador. Esta vez, llegaría por medio del sufragio del pueblo y no de las armas, como lo intentó hace dos décadas.
Información de agencias y sitios de internet - Prensa Libre 10/1/2009
El triunfo del candidato presidencial por el ex guerrillero Frente Farabundo Martí para la Liberación Nacional (FMLN), Mauricio Funes, añadiría El Salvador a la creciente lista de países latinoamericanos que han elegido mandatarios de izquierda, en un país cuya guerra civil de 12 años costó 75 mil vidas antes del acuerdo de paz firmado en 1992. (Foto FMLN: Funes entrada en Comacaran)
Tanto en las elecciones legislativas y municipales del domingo próximo como en las presidenciales del 15 de marzo de este año, el partido de la ex guerrilla salvadoreña va adelante en los sondeos de intención de voto.
Encuestas recientes dan al periodista Funes, de 49 años, una ventaja de hasta 21 puntos porcentuales sobre el candidato de la gobernante Alianza Republicana Nacionalista (Arena, derecha), Rodrigo Ávila, ex jefe de la Policía, en las que se evidencia un profundo descontento con el presidente Antonio Saca, así como poca confianza en la capacidad de su partido para resolver los problemas de esa nación.
Funes ha intentado evitar que lo tilden de izquierdista de línea dura, en un país que aún está profundamente polarizado después de la guerra.
“El Salvador necesita una izquierda democrática, realista y responsable”, declaró Funes, quien califica de moderado a su partido.
El aspirante del FMLN es más propenso a tener como modelo a gobiernos de centroizquierda, como el del gobernante de Brasil, Luis Inácio Lula da Silva, o el de Michelle Bachelet, en Chile, que a los miembros de la vieja guardia del FMLN, o al mandatario de Venezuela, Hugo Chávez.
“Mi partido ha debido evolucionar de una organización político-militar (...) en un partido que está dentro del pueblo democrático”, aseguró Funes en un foro, en Alemania.
Funes se reunió con funcionarios estadounidenses durante sus viajes a Estados Unidos en meses recientes, para aclarar que él mantendría relaciones bilaterales estrechas, sobre todo en asuntos como la lucha regional contra el narcotráfico y el crimen organizado. Funes no olvida, además, que las remesas que se envían desde aquel país mantienen a flote la economía de El Salvador.
Además, el candidato izquierdista destacó que mantendrá un sistema capitalista que garantice la inversión extranjera, la producción de la empresa privada y la actual dolarización.
Según Arena, las afirmaciones de Funes no son más que una “postura estratégica y electoral” que no se convertirá en realidad.
“Me interrogan una y otra vez acerca de si mi gobierno será socialista o peor aún, si acabará alineado con aquellos gobiernos que aseguran construir el llamado socialismo del siglo XXI. Nada más alejado de la realidad política del país que semejante pretensión”, afirmó el farabundista.
Los partidarios de Arena —asentada en el poder desde 1989— relacionan a Funes con Chávez; con el líder cubano, Fidel Castro, y con el presidente de Nicaragua, Daniel Ortega, para sembrar temores acerca de lo que haría un régimen de izquierda en ese país centroamericano.
“Lo que más me preocupa es que (el FMLN) quiere cambiar el sistema: nacionalizar las empresas, apoderarse de los negocios privados”, afirmó Hugo Barrera, comerciante cofundador de Arena en la década de 1980.
La candidatura de Funes es prueba de cuánto ha cambiado el FMLN desde que los combatientes dejaron las armas por puestos en el Estado salvadoreño.
El mejor aliado electoral del FMLN es la creciente ira por los continuos aumentos de precios en alimentos básicos y combustible.
Otra razón del apoyo popular al FMLN es que los votantes están cansados de la alarmante violencia, en gran parte causada por las pandillas que han matado a más de 14 mil personas en los cuatro años de la administración de Saca.
Si el FMLN obtiene la victoria, sería la primera vez que la izquierda gobernaría en El Salvador. Esta vez, llegaría por medio del sufragio del pueblo y no de las armas, como lo intentó hace dos décadas.
Información de agencias y sitios de internet - Prensa Libre 10/1/2009
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Elecciones ES
No son El creador los hombres de ARENA,
ReplyDeleteno existe en sus actos bondad.
Su magia es la muerte, su amor la riqueza
muerte que dieron y riquezas que robaron a mi querido pueblo!