¿Una nueva era tecnológica y política?
Por Llúís Bassets
La llegada de Franklin Delano Roosevelt a la Casa Blanca revolucionó muchas cosas. Algunas fueron absorbidas por la normalidad muy de prisa, hasta convertirse en parte del paisaje y ya nadie retiene en la memoria que su origen está en aquellos días graves y trepidantes de la Gran Depresión. Una de ellas fueron los nuevos hábitos presidenciales en relación a las formas de comunicarse con los ciudadanos.
Todos los presidentes siguieron después su estela, de forma que un aspecto fundamental del New Deal se instaló en las prácticas de la Casa Blanca a partir de aquel momento. Algo muy parecido está sucediendo ahora con la llegada de Obama, como continuación de una campaña electoral de fuerte componente tecnológico en la que ya se anunció una nueva forma distinta de hacer política y de organizar la vida pública. A estas cuestiones, que a veces pasan desapercibidas a los observadores políticos, preocupados de los ‘contenidos’, de la acción política y de la legislación, se le va a prestar una especial atención en el Foro de Davos, tanto en alguna sesiones de debate como en las propias prácticas comunicativas del WEF, muy próximas en algunos aspectos a la propia organización electoral de Obama en cuanto a tecnologías de la información y de la comunicación.
Roosevelt cambio el estilo presidencial y se propuso y obtuvo una mayor cercanía con los ciudadanos.
La figura del presidente hasta su llegada a la Casa Blanca, el 4 de marzo de 1933, quedaba muy alejada de la calle; apenas había contactos con la prensa; y sus comunicaciones públicas eran muy reducidas. Roosevelt no se propuso comunicar más y mejor, sino que tenía una auténtica necesidad política de hacerlo para resolver los problemas acuciantes que tenía ante sí.
El país entero había perdido toda confianza en su sistema bancario e incluso monetario. Lo primero que hizo después de tomar posesión fue decretar vacaciones bancarias y paralizar el comercio del oro, que aprovechó para legislar un paquete de medidas de control y supervisión de los bancos. La jornada de reapertura quedó fijada nueve días después de su Inauguration, el lunes 13 de marzo.
El día anterior, domingo, mantuvo la primera Charla junto a la Chimenea, en la que se dirigió directamente al país por radio desde la Casa Blanca, una práctica que se convirtió en costumbre y que luego ha quedado convertido en el hábito presidencial de dirigirse al país por radio todos los sábados; Obama lo ha sustituido por un vídeo que cuelga en Youtube, con un éxito de audiencia todavía mayor.
Pocos días antes, Roosevelt había revolucionado otras costumbres de la mansión presidencial. Su antecesor, Herbert Hoover se reunió con un grupo de periodistas quizá en un par de ocasiones en toda su presidencia. Roosevelt convocó a la prensa en el Despacho Oval, anunció que iba a recibirles dos veces a la semana y estableció el código de conducta que se instaló ya para siempre entre la prensa: habría unas declaraciones presidenciales destinadas a ser reproducidas (on the record), otras destinadas meramente a ilustrar y fundamentar los conocimientos de los periodistas (background) y otras que los periodistas debían conocer pero nunca atribuir al presidente (off the record).
La Casa Blanca de Roosevelt organizó también un eficaz departamento de correspondencia para garantizar que los millares de cartas que llegaban cada día recibían cumplida respuesta presidencial. En resumen, puede decirse que el primer mandatario democrático que hizo un uso realmente a fondo de los medios de comunicación fue Roosevelt. En la otra orilla del Atlántico había otro mandatario, éste totalitario, que también estaba haciendo un uso intensivo y extensivo de los medios, pero para la propaganda de su régimen de partido único y para aplastar y perseguir a la oposición y a la población alemana de religión judía.
Obama llega en un momento en que se produce un nuevo cambio de época en cuanto a los usos de los medios. También él quiere conectar directamente con los ciudadanos, saltándose en su caso a los medios tradicionales a través de portales y blogs en Internet, sms, móviles y redes sociales (social media). Su uso durante la campaña para organizar, financiar y difundir mensajes ha sido prodigioso, pero ahora viene la fase del poder, en la que quiere utilizar las nuevas tecnologías para cambiar la forma de hacer política.
Va a tranformar las comunicaciones de la Casa Blanca, va a cambiar los métodos de trabajo y de militancia del Partido Demócrata y también de las instituciones parlamentarias. Todo esto tiene aspectos muy positivos, pero también otros preocupantes, pues los ciudadanos que le han seguido en la campaña, una lista de 13 millones con sus direcciones e mail, “pueden convertirse en una red de información exclusivamente alimentada por un punto de vista gubernamental sin concurrencia”, según señala un artículo de The New York Times.
Los sistemas de comunicación de Obama serán objeto de debate y también de uso práctico en Davos. Me atrevería a decir que se puede seguir la Cumbre perfectamente desde cualquier punto del planeta donde haya banda ancha y un ordenador. Ya dije ayer que una de las cosas excelentes de esta reunión es que sirve para ponerse al día en lo que refiere a las tecnologías de la información y de la comunicación. Ahí van las direcciones del World Economic Forum que permiten seguir sus reuniones, contactos y debates y a la vez ver cómo funcionan estos nuevos medios e imaginar cómo se podrán utilizar por parte de los partidos políticos y de los gobernantes.
El programa puede consultarse aquí. El Open Forum o foro abierto, que se celebra en el exterior, organizado por las iglesias protestantes suizas, tiene su propia dirección. Las ruedas de prensa se podrán seguir en directo a través de estas dos direcciones (1 y 2). Las fotos se podrán ver, naturalmente, en Flickr. Las propias sesiones abiertas serán retransmitidas. Y estarán también en YouTube. En cuanto a redes sociales, el WEF está en Facebook; en MySpace; y en Twitter. Hay también agregadores de blogs como FriendFeed y Davos Universe. Así como la posibilidad de suscribirse a través de RSS feed
Publicado en el Blog de Llúís Bassets 27/1/2009
La llegada de Franklin Delano Roosevelt a la Casa Blanca revolucionó muchas cosas. Algunas fueron absorbidas por la normalidad muy de prisa, hasta convertirse en parte del paisaje y ya nadie retiene en la memoria que su origen está en aquellos días graves y trepidantes de la Gran Depresión. Una de ellas fueron los nuevos hábitos presidenciales en relación a las formas de comunicarse con los ciudadanos.
Todos los presidentes siguieron después su estela, de forma que un aspecto fundamental del New Deal se instaló en las prácticas de la Casa Blanca a partir de aquel momento. Algo muy parecido está sucediendo ahora con la llegada de Obama, como continuación de una campaña electoral de fuerte componente tecnológico en la que ya se anunció una nueva forma distinta de hacer política y de organizar la vida pública. A estas cuestiones, que a veces pasan desapercibidas a los observadores políticos, preocupados de los ‘contenidos’, de la acción política y de la legislación, se le va a prestar una especial atención en el Foro de Davos, tanto en alguna sesiones de debate como en las propias prácticas comunicativas del WEF, muy próximas en algunos aspectos a la propia organización electoral de Obama en cuanto a tecnologías de la información y de la comunicación.
Roosevelt cambio el estilo presidencial y se propuso y obtuvo una mayor cercanía con los ciudadanos.
La figura del presidente hasta su llegada a la Casa Blanca, el 4 de marzo de 1933, quedaba muy alejada de la calle; apenas había contactos con la prensa; y sus comunicaciones públicas eran muy reducidas. Roosevelt no se propuso comunicar más y mejor, sino que tenía una auténtica necesidad política de hacerlo para resolver los problemas acuciantes que tenía ante sí.
El país entero había perdido toda confianza en su sistema bancario e incluso monetario. Lo primero que hizo después de tomar posesión fue decretar vacaciones bancarias y paralizar el comercio del oro, que aprovechó para legislar un paquete de medidas de control y supervisión de los bancos. La jornada de reapertura quedó fijada nueve días después de su Inauguration, el lunes 13 de marzo.
El día anterior, domingo, mantuvo la primera Charla junto a la Chimenea, en la que se dirigió directamente al país por radio desde la Casa Blanca, una práctica que se convirtió en costumbre y que luego ha quedado convertido en el hábito presidencial de dirigirse al país por radio todos los sábados; Obama lo ha sustituido por un vídeo que cuelga en Youtube, con un éxito de audiencia todavía mayor.
Pocos días antes, Roosevelt había revolucionado otras costumbres de la mansión presidencial. Su antecesor, Herbert Hoover se reunió con un grupo de periodistas quizá en un par de ocasiones en toda su presidencia. Roosevelt convocó a la prensa en el Despacho Oval, anunció que iba a recibirles dos veces a la semana y estableció el código de conducta que se instaló ya para siempre entre la prensa: habría unas declaraciones presidenciales destinadas a ser reproducidas (on the record), otras destinadas meramente a ilustrar y fundamentar los conocimientos de los periodistas (background) y otras que los periodistas debían conocer pero nunca atribuir al presidente (off the record).
La Casa Blanca de Roosevelt organizó también un eficaz departamento de correspondencia para garantizar que los millares de cartas que llegaban cada día recibían cumplida respuesta presidencial. En resumen, puede decirse que el primer mandatario democrático que hizo un uso realmente a fondo de los medios de comunicación fue Roosevelt. En la otra orilla del Atlántico había otro mandatario, éste totalitario, que también estaba haciendo un uso intensivo y extensivo de los medios, pero para la propaganda de su régimen de partido único y para aplastar y perseguir a la oposición y a la población alemana de religión judía.
Obama llega en un momento en que se produce un nuevo cambio de época en cuanto a los usos de los medios. También él quiere conectar directamente con los ciudadanos, saltándose en su caso a los medios tradicionales a través de portales y blogs en Internet, sms, móviles y redes sociales (social media). Su uso durante la campaña para organizar, financiar y difundir mensajes ha sido prodigioso, pero ahora viene la fase del poder, en la que quiere utilizar las nuevas tecnologías para cambiar la forma de hacer política.
Va a tranformar las comunicaciones de la Casa Blanca, va a cambiar los métodos de trabajo y de militancia del Partido Demócrata y también de las instituciones parlamentarias. Todo esto tiene aspectos muy positivos, pero también otros preocupantes, pues los ciudadanos que le han seguido en la campaña, una lista de 13 millones con sus direcciones e mail, “pueden convertirse en una red de información exclusivamente alimentada por un punto de vista gubernamental sin concurrencia”, según señala un artículo de The New York Times.
Los sistemas de comunicación de Obama serán objeto de debate y también de uso práctico en Davos. Me atrevería a decir que se puede seguir la Cumbre perfectamente desde cualquier punto del planeta donde haya banda ancha y un ordenador. Ya dije ayer que una de las cosas excelentes de esta reunión es que sirve para ponerse al día en lo que refiere a las tecnologías de la información y de la comunicación. Ahí van las direcciones del World Economic Forum que permiten seguir sus reuniones, contactos y debates y a la vez ver cómo funcionan estos nuevos medios e imaginar cómo se podrán utilizar por parte de los partidos políticos y de los gobernantes.
El programa puede consultarse aquí. El Open Forum o foro abierto, que se celebra en el exterior, organizado por las iglesias protestantes suizas, tiene su propia dirección. Las ruedas de prensa se podrán seguir en directo a través de estas dos direcciones (1 y 2). Las fotos se podrán ver, naturalmente, en Flickr. Las propias sesiones abiertas serán retransmitidas. Y estarán también en YouTube. En cuanto a redes sociales, el WEF está en Facebook; en MySpace; y en Twitter. Hay también agregadores de blogs como FriendFeed y Davos Universe. Así como la posibilidad de suscribirse a través de RSS feed
Publicado en el Blog de Llúís Bassets 27/1/2009
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