El Brasil de Lula y el valor al cambio
Por Ana Elizabeth Araniva*
Brasil es un país fascinante, con gente alegre, amable, que detienen todo para disfrutar de la vida y su carnaval… Donde el fútbol es DIOS.
Era un sueño para mi conocer Brasil y mi trabajo me ha llevado al Nordeste Brasileño, su semiárido… “el sertao el agreste” aquellas inmensidades de terrenos sembradas de caña que no terminan nunca y las haciendas tan grandes, tan bonitas!
Esta es la zona más pobre de Brasil, donde la diferencia de ingreso per cápita con el Sur de Brasil es impactante: Si yo vivo en Canapi, Alagoas puede ser $1,128 y si vivo en Curitiba es hasta $7,249, la diferencia en el promedio de vida entre estas dos regiones era hasta hace poco de 21 años, eran claramente dos países.
Todos los índices de desarrollo humano en esta zona son todavía los más bajos y por eso es que se trabaja ahí, las agencias de desarrollo (USAID, World Vision, CARE) han decidido trabajar más ahí que en otras zonas de Brasil, claro otras zonas como Rio o Sao Paulo tienen problemas de delincuencia pero tienen otros niveles de desarrollo y oportunidades.
Llegar a la zona donde yo voy es tan parecida a El Salvador, incluso la comida…yuca, frijoles, pollo guisado, las frutas y claro hay mil cosas más y otras diferentes pero lo que es más parecido es el campo, la pobreza, la amabilidad nata de la gente…me siento muy en mi “salsa”.
Lo más importante de las cosas parecidas son los tiempos, Lula paso luchando tratando de ser presidente desde 1989 hasta 2002. Arena esta en el poder desde 1989!! Me cuenta mi amiga brasileña, Juliana: cuando Lula comenzó la oposición tenia anuncios diciendo que si tenias una casa con 4 dormitorios y no los ocupabas te iban a meter a vivir ahí a gente pobre” la gente tenía “miedo”, también jugaban con las encuestas diciendo que Lula y el otro candidato iban empatados, o dice que las encuestas solo incluían a gente afín al candidato opuesto a Lula. Cuando ella me conto esto yo comencé a pensar que no solo las fechas eran similares sino que utilizaban las mismas técnicas que en El Salvador, todo esto lo hacían los que querían que Brasil continuara siendo dos: el sur de los ricos y el norte el de los negros y pobres. Pero se venció el miedo y poco a poco Lula va cambiando las cosas y yo lo veo cada vez que voy.
Lula gano al fin las elecciones en 2002 y trabajando mucho pudo con mucha habilidad desacreditar todas las historias de terror que contaban para meterle miedo a la sociedad brasileña. El ha podido combinar un buen manejo de los mercados financieros beneficiando y abriendo mercados para los productores nacionales, a veces en maneras mucho más agresivas que sus vecinos venezolanos y argentinos, pero también ha invertido las ganancias del gobierno en programas sociales que han ayudado a convencer a la gran parte de los brasileños pobres que al principio no apoyaban a Lula, pero que ahora lo consideran casi un santo.
Aquí les comparto una anécdota: unos meses después de la reelección del 2006, yo estaba en una reunión con una cooperativa agrícola cerca de Mossoró, Rio Grande do Norte y les pregunte: Y aquí cuantos son los miembros de la cooperativa? 136, me respondieron y luego con mis ganas de conocer más sobre Lula, les dije: y de esos 136 miembros de la cooperativa cuantos votaron por Lula?? Y todos se pusieron a reír y me contestaron: los 136. Esto es un reflejo de cómo los campesinos han mejorado su propia determinación y no responden más a mentiras y cuentos de miedos, ya saben que no hay que temer.
Brasil está invirtiendo ahora mucho más en sus programas sociales e invierte hasta 4 veces más que México y solo así cuando todo un país empuja: los campesinos, los profesionales, los productores puede verse que esa utopía de cambio se hace realidad.
Tampoco puedo decir que ya no hay pobres, que ya no hay problemas, o que ha desaparecido la corrupción y la delincuencia, solo veo que el trabajo para mejorar la vida de las clases más pobres ya es evidente y no lo digo solo yo! También lo dice el New York times
Lo que yo he visto en mis visitas a Brasil:
Trabajo en asocio de ONGS con los gobiernos locales y nacionales. El proceso no ha sido fácil pero hay avances y esto es visible en el campo rural brasileño.
El Programa del gobierno llamado “Cero Hambre” Fome Zero, que viene a poner el tema del hambre en el campo brasileño dentro del gobierno y comienza con la Bolsa de Familia y muchos otros apoyos que iré presentando más adelante.
http://www.fomezero.gov.br/o-que-e
Estos programas han sido más efectivos en el nordeste, donde se ha invertido más de la mitad de todos los fondos que se han usado en programas sociales.
En la zona rural del estado de Alagoas los jóvenes que van a continuar estudiando bachillerato son llevados en buses pagados por el Municipio que va recogiendo a cada muchacho y muchacha para que puedan continuar con sus estudios, todo pagado por el municipio, lo que ha logrado que muchos de estos muchachos puedan continuar en estudios superiores o tengan ya una mejor oportunidad para lograr una mejor vida. Muchos de estos jóvenes se ven beneficiados de un programa que se llama Bolsa de Familia que da fondos a los padres de familia que mantienen a sus hijos en la escuela.
Hay un programa llamado “un millón de cisternas” que han podido abastecer de agua para uso básico a miles de hogares rurales en el semiárido brasileño, que tienen una lluvia promedio de 800mm/año en comparación con El Salvador que tiene 1,600mm/año, como parte de esto las comunidades que obtienen su cisterna también mejoran sus casas y el cambio en la calidad de vida es inmediato.
Existen programas de alimentos para las escuelas que compran los productos alimenticios en la misma zona promoviendo el establecimiento de empresas que abastecen al municipio y a las escuelas, yo he visto empresas de productos lácteos, miel de abeja, ropa para los carnavales, todas en el ámbito local.
También existe un programa que trata de preparar a los estudiantes que se gradúan para insertarse en las empresas del gobierno, especialmente estudiantes de barrios pobres, y muchos así han logrado entrar a trabajar a empresas como Petrobras y los municipios grandes. Antes este programa era usado solo por los “hijos de papa” para poder entrar a trabajar a las grandes empresas estatales.
He visto un trabajo que apoya los grupos de lo que en Brasil se llama “Economía Solidaria” donde hay ferias en las colonias, donde los vecinos les compran a los vecinos, donde se compra la producción local y hay estrategias para promover el consumo interno.
Hay proyectos de agricultura orgánica donde se están produciendo miles de hectáreas de frutas, tabaco, verduras, maíz, soya, azúcar y muchos productos todos orgánicos. Los productores han aprendido a producir sus propios abonos y sus controles biológicos, he visto culebras, nidos de pájaros, muchos animales viviendo en medio de estos campos, una prueba clara que ahí sí pueden vivir porque no hay contaminación química.Pero más allá de esos programas sociales lo que yo veo son ojos felices!! Con esperanza y cuidando todos sus tanques de agua, sus animales, sus siembras, sus maquinas de producción, jamás en ningún otro país había visto yo esas caras orgullosas cuando me muestran que limpio y cuidado tienen su cerdo!!
Y luego llevarme a conocer su casa que recién la había repellado y pintado, por primera vez en su vida, me mostro la foto que origino el proyecto que yo estaba visitando, era su hijo a punto de morir desnutrido debido a una gran sequia en Senador Rui Palmeira, Alagoas, claro luego vi al jovencito ahora, con su uniforme listo para irse al colegio…pensé: cuando veré esto en mi país?? De regreso al carro llore, no de tristeza sino que de alergia de ver con mis propios ojos que un cambio es posible, que la utopía de que es posible trabajar para obtener un mejor futuro para los pobres existe, solo se necesita un novo líder y un novo tempo!!!
*Bióloga Miembra de Salvadoreños en el Mundo
Brasil es un país fascinante, con gente alegre, amable, que detienen todo para disfrutar de la vida y su carnaval… Donde el fútbol es DIOS.
Era un sueño para mi conocer Brasil y mi trabajo me ha llevado al Nordeste Brasileño, su semiárido… “el sertao el agreste” aquellas inmensidades de terrenos sembradas de caña que no terminan nunca y las haciendas tan grandes, tan bonitas!
Esta es la zona más pobre de Brasil, donde la diferencia de ingreso per cápita con el Sur de Brasil es impactante: Si yo vivo en Canapi, Alagoas puede ser $1,128 y si vivo en Curitiba es hasta $7,249, la diferencia en el promedio de vida entre estas dos regiones era hasta hace poco de 21 años, eran claramente dos países.
Todos los índices de desarrollo humano en esta zona son todavía los más bajos y por eso es que se trabaja ahí, las agencias de desarrollo (USAID, World Vision, CARE) han decidido trabajar más ahí que en otras zonas de Brasil, claro otras zonas como Rio o Sao Paulo tienen problemas de delincuencia pero tienen otros niveles de desarrollo y oportunidades.
Llegar a la zona donde yo voy es tan parecida a El Salvador, incluso la comida…yuca, frijoles, pollo guisado, las frutas y claro hay mil cosas más y otras diferentes pero lo que es más parecido es el campo, la pobreza, la amabilidad nata de la gente…me siento muy en mi “salsa”.
Lo más importante de las cosas parecidas son los tiempos, Lula paso luchando tratando de ser presidente desde 1989 hasta 2002. Arena esta en el poder desde 1989!! Me cuenta mi amiga brasileña, Juliana: cuando Lula comenzó la oposición tenia anuncios diciendo que si tenias una casa con 4 dormitorios y no los ocupabas te iban a meter a vivir ahí a gente pobre” la gente tenía “miedo”, también jugaban con las encuestas diciendo que Lula y el otro candidato iban empatados, o dice que las encuestas solo incluían a gente afín al candidato opuesto a Lula. Cuando ella me conto esto yo comencé a pensar que no solo las fechas eran similares sino que utilizaban las mismas técnicas que en El Salvador, todo esto lo hacían los que querían que Brasil continuara siendo dos: el sur de los ricos y el norte el de los negros y pobres. Pero se venció el miedo y poco a poco Lula va cambiando las cosas y yo lo veo cada vez que voy.
Lula gano al fin las elecciones en 2002 y trabajando mucho pudo con mucha habilidad desacreditar todas las historias de terror que contaban para meterle miedo a la sociedad brasileña. El ha podido combinar un buen manejo de los mercados financieros beneficiando y abriendo mercados para los productores nacionales, a veces en maneras mucho más agresivas que sus vecinos venezolanos y argentinos, pero también ha invertido las ganancias del gobierno en programas sociales que han ayudado a convencer a la gran parte de los brasileños pobres que al principio no apoyaban a Lula, pero que ahora lo consideran casi un santo.
Aquí les comparto una anécdota: unos meses después de la reelección del 2006, yo estaba en una reunión con una cooperativa agrícola cerca de Mossoró, Rio Grande do Norte y les pregunte: Y aquí cuantos son los miembros de la cooperativa? 136, me respondieron y luego con mis ganas de conocer más sobre Lula, les dije: y de esos 136 miembros de la cooperativa cuantos votaron por Lula?? Y todos se pusieron a reír y me contestaron: los 136. Esto es un reflejo de cómo los campesinos han mejorado su propia determinación y no responden más a mentiras y cuentos de miedos, ya saben que no hay que temer.
Brasil está invirtiendo ahora mucho más en sus programas sociales e invierte hasta 4 veces más que México y solo así cuando todo un país empuja: los campesinos, los profesionales, los productores puede verse que esa utopía de cambio se hace realidad.
Tampoco puedo decir que ya no hay pobres, que ya no hay problemas, o que ha desaparecido la corrupción y la delincuencia, solo veo que el trabajo para mejorar la vida de las clases más pobres ya es evidente y no lo digo solo yo! También lo dice el New York times
Lo que yo he visto en mis visitas a Brasil:
Trabajo en asocio de ONGS con los gobiernos locales y nacionales. El proceso no ha sido fácil pero hay avances y esto es visible en el campo rural brasileño.
El Programa del gobierno llamado “Cero Hambre” Fome Zero, que viene a poner el tema del hambre en el campo brasileño dentro del gobierno y comienza con la Bolsa de Familia y muchos otros apoyos que iré presentando más adelante.
http://www.fomezero.gov.br/o-que-e
Estos programas han sido más efectivos en el nordeste, donde se ha invertido más de la mitad de todos los fondos que se han usado en programas sociales.
En la zona rural del estado de Alagoas los jóvenes que van a continuar estudiando bachillerato son llevados en buses pagados por el Municipio que va recogiendo a cada muchacho y muchacha para que puedan continuar con sus estudios, todo pagado por el municipio, lo que ha logrado que muchos de estos muchachos puedan continuar en estudios superiores o tengan ya una mejor oportunidad para lograr una mejor vida. Muchos de estos jóvenes se ven beneficiados de un programa que se llama Bolsa de Familia que da fondos a los padres de familia que mantienen a sus hijos en la escuela.
Hay un programa llamado “un millón de cisternas” que han podido abastecer de agua para uso básico a miles de hogares rurales en el semiárido brasileño, que tienen una lluvia promedio de 800mm/año en comparación con El Salvador que tiene 1,600mm/año, como parte de esto las comunidades que obtienen su cisterna también mejoran sus casas y el cambio en la calidad de vida es inmediato.
Existen programas de alimentos para las escuelas que compran los productos alimenticios en la misma zona promoviendo el establecimiento de empresas que abastecen al municipio y a las escuelas, yo he visto empresas de productos lácteos, miel de abeja, ropa para los carnavales, todas en el ámbito local.
También existe un programa que trata de preparar a los estudiantes que se gradúan para insertarse en las empresas del gobierno, especialmente estudiantes de barrios pobres, y muchos así han logrado entrar a trabajar a empresas como Petrobras y los municipios grandes. Antes este programa era usado solo por los “hijos de papa” para poder entrar a trabajar a las grandes empresas estatales.
He visto un trabajo que apoya los grupos de lo que en Brasil se llama “Economía Solidaria” donde hay ferias en las colonias, donde los vecinos les compran a los vecinos, donde se compra la producción local y hay estrategias para promover el consumo interno.
Hay proyectos de agricultura orgánica donde se están produciendo miles de hectáreas de frutas, tabaco, verduras, maíz, soya, azúcar y muchos productos todos orgánicos. Los productores han aprendido a producir sus propios abonos y sus controles biológicos, he visto culebras, nidos de pájaros, muchos animales viviendo en medio de estos campos, una prueba clara que ahí sí pueden vivir porque no hay contaminación química.Pero más allá de esos programas sociales lo que yo veo son ojos felices!! Con esperanza y cuidando todos sus tanques de agua, sus animales, sus siembras, sus maquinas de producción, jamás en ningún otro país había visto yo esas caras orgullosas cuando me muestran que limpio y cuidado tienen su cerdo!!
Y luego llevarme a conocer su casa que recién la había repellado y pintado, por primera vez en su vida, me mostro la foto que origino el proyecto que yo estaba visitando, era su hijo a punto de morir desnutrido debido a una gran sequia en Senador Rui Palmeira, Alagoas, claro luego vi al jovencito ahora, con su uniforme listo para irse al colegio…pensé: cuando veré esto en mi país?? De regreso al carro llore, no de tristeza sino que de alergia de ver con mis propios ojos que un cambio es posible, que la utopía de que es posible trabajar para obtener un mejor futuro para los pobres existe, solo se necesita un novo líder y un novo tempo!!!
*Bióloga Miembra de Salvadoreños en el Mundo
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