El gobierno de Funes amenaza abondonar las Áreas Naturales Protegidas
Islas tóxicas para pocos pero refugios y paraísos para muchos: el futuro de las Áreas Naturales Protegidas (ANP) en El Salvador.
Por Carlos R. Ramírez, Ph.D.
Las Áreas Naturales Protegidas (ANP) de El Salvador están hoy en día en más peligro que nunca, gracias a la miopía ecológica nacional y al bajo enfoque conservacionista del nuevo gobierno de izquierda, el que ganó las elecciones bajo el lema del cambio y del empoderamiento de las masas.
Hoy se ve y se escucha muy poco sobre la protección medioambiental. Las promesas están todavía pendientes de verse realizadas. El Salvador es un mosaico de islas ecológicas donde habitan especies que no sobrevivirían si no fuese por esas pequeñas islas boscosas a lo largo del país.
Si bien es cierto que la teoría de la BIOGEOGRFIA DE ISLAS dicta que entre más pequeña una isla, menos especies pueden sobrevivir en ellas. Sin embargo, El Salvador es un archipiélago de pequeños ecosistemas donde se encuentran especies que están amenazadas de extinción como la planta Guaco de Tierra (Aristolochia salvadorensis) de la cual no hoy record de existencia en ningún otro rincón del planeta. Es una especie salvadoreña única en todo el mundo.
Fuera del sistema de parques nacionales existen, una docena de pequeñas Áreas Naturales Protegidas que son manejadas por organizaciones no-gubernamentales (ONGs). Estas áreas protegidas pasan por un momento de negligencia institucional que puede llevarlas a su desaparición gracias al enfoque del gobierno actual quinen en boca del ministro de medioambiente el Sr. Herman Rosa Chávez, argumenta que "la lógica de mantener pequeñas islas verdes en un entorno tóxico no funciona".
Una pregunta que me hago al leer este tipo de afirmaciones es que si tal entorno tóxico que mencionan incluye a los jóvenes que se benefician de estas áreas, al aire que purifican, al agua que filtran, al dióxido de carbono que fijan reduciendo los efectos de invernadero y reduciendo los impactos locales del cambios climático.
También pregunto si los argumentos incluyen muchos otros beneficios que estas islas ecológicas producen para la supervivencia de las especies que albergan y para la gente que vive en sus alrededores.
Cuando el Corredor Biológico se propuso a los gobiernos mesoamericanos a finales de los años 90, El Salvador quedó renegado por no tener ecosistemas continuos o de grandes extensiones. El grito de los ecologistas y conservacionistas en el país se escuchó por todas partes hasta convencer a los dirigentes de adherirse a tal proyecto.
Se logró ser parte del proyecto a pesar de que el territorio salvadoreño no gozaba de grandes bosques como los demás países de la región. Los ecologistas también argumentaron que El Salvador, a pesar de sus diminutas dimensiones, es una pieza importante del ecosistema regional y su contribución a la biodiversidad mesoamericana es necesaria reconocerla mediante la inclusión en este tipo de mega-proyectos conservacionistas en la región.
Paradójicamente, la nueva visión ecologista del nuevo gobierno contradice las bases de ese proyecto conservacionista regional y ha decidido que las pequeñas áreas naturales no pueden, ni deben ser protegidas por su tamaño. Sostienen que son demasiadas pequeñas.
Quizás haya otras razones, ellos lo sabrán, nosotros no.
Este biólogo especialista en bosques tropicales secundarios no entiende quienes son los asesores del nuevo gobierno en materia medioambiental y cómo han arribado a semejante conclusión, sin ningún fundamento científico.
Las Pequeñas Áreas Naturales Protegidas, son la base del futuro, serán las propulsoras de las especies que repoblarán las regiones desnudas de vegetación de nuestro país y contribuirán a la conservación y continuidad de las especies autóctonas como nuestra desconocida y única planta Guaco de Tierra.
Digamos que los argumentos ecológicos no son suficientes para motivar e incentivar a los que realmente causan los entornos tóxicos aledaños de las áreas protegidas. Aquí me refiero a los que dan los permisos para deforestar y degradar el medioambiente en nombre del desarrollo, o a quienes ven en zonas verdes metros cuadrados para lotificar, sitios potenciales para maquilas o zonas industriales, o para todo aquello que llamado progreso.
En este caso digo yo, utilicemos el argumento de seguridad nacional y protección de la ciudadanía ya que estas ANPs pueden ser utilizadas para que nuestra juventud tenga refugios donde se puedan entretener aprendiendo sobre la naturaleza y el medio ambiente.
En el futuro, serán ellos los que lo cuiden y protejan el medio ambiente. Además, estas áreas pueden ser paraísos donde puedan pasar horas sin pensar en que alguien les va apuntar con una arma y amenazarlos para quitarle las pertenencias. Estas áreas, son ya la mayor alternativa a cárceles y calles peligrosas para adolescentes. El Área Natural Protegida Plan de Amayo en Caluco, Sonsonate (manejada por AGAPE) es un ejemplo de lo que ofrecen estas ANPs. Como estas hay otras que son verdaderos ejemplos para integrar a nuestros jóvenes a trabajar y cuidar nuestro mal manejado y muy deteriorado medioambiente.
Por desgracia, el futuro de esas áreas naturales, como la vida de nuestros jóvenes, tiene un futuro incierto.
Los niños de este pobre municipio de Caluco gozan de los beneficios de zonas naturales protegidas lo que demuestra que si a la juventud se le da el espacio y apoyo, su desarrollo mental, social y psicológico es más fuerte que las influencias callejeras de las maras, que los conducen a una vida de criminalidad y destrucción.
Cuando les pregunté a los miembros del Club sobre qué pasaría si el Área Natural Protegida Plan de Amayo desapareciera, su respuesta fue clara, sensata y puntual. Con toda humildad y sencillez demostraron su entendimiento en la relación entre la naturaleza y la vida.
Por lo tanto, le hago un llamado al Sr. Presidente de la República y a sus Ministros que escuchen a estos jóvenes.
Lo único que piden es tener un refugio donde estar a salvo de tanta contaminación, violencia social y olvidar un rato tanta calamidad económica en nuestra pequeña patria.
Señores y señoras que toman las decisiones, les pido que no sentencien estas áreas naturales y no permitan que un día se conviertan en colonias o en fabricas industriales. Nos lamentaremos y entonces será demasiado tarde.
A las ONGs ambientalistas les pido que vean el ejemplo de inclusión humana en el Plan de Amayo, que le pertenece al pueblo, y no a los turistas, ni a los que se dicen llamarse ecologistas por el simple hecho de gestionar parques nacionales cuyo acceso a los vecinos les es vetado.
Estos jóvenes no tienen la oportunidad de visitar un EL Imposible en Ahuachapán o un Montecristo en Santa Ana. Por lo tanto, permítanles tener un lugar donde apreciar la naturaleza y vivir la niñez con seguridad y salud medioambiental. El futuro de El Salvador está en estos jóvenes y el futuro de estos jóvenes está en las manos de ustedes, los que toman las decisiones.
Carlos R. Ramírez, Ph.D., Co-Presidente del Consejo Científico, Académico y de Investigación de Salvadoreños en el Mundo y Catedrático de Botánica, Universidad Estatal de Connecticut, EUA.
Por Carlos R. Ramírez, Ph.D.
Las Áreas Naturales Protegidas (ANP) de El Salvador están hoy en día en más peligro que nunca, gracias a la miopía ecológica nacional y al bajo enfoque conservacionista del nuevo gobierno de izquierda, el que ganó las elecciones bajo el lema del cambio y del empoderamiento de las masas.
Hoy se ve y se escucha muy poco sobre la protección medioambiental. Las promesas están todavía pendientes de verse realizadas. El Salvador es un mosaico de islas ecológicas donde habitan especies que no sobrevivirían si no fuese por esas pequeñas islas boscosas a lo largo del país.
Si bien es cierto que la teoría de la BIOGEOGRFIA DE ISLAS dicta que entre más pequeña una isla, menos especies pueden sobrevivir en ellas. Sin embargo, El Salvador es un archipiélago de pequeños ecosistemas donde se encuentran especies que están amenazadas de extinción como la planta Guaco de Tierra (Aristolochia salvadorensis) de la cual no hoy record de existencia en ningún otro rincón del planeta. Es una especie salvadoreña única en todo el mundo.
Fuera del sistema de parques nacionales existen, una docena de pequeñas Áreas Naturales Protegidas que son manejadas por organizaciones no-gubernamentales (ONGs). Estas áreas protegidas pasan por un momento de negligencia institucional que puede llevarlas a su desaparición gracias al enfoque del gobierno actual quinen en boca del ministro de medioambiente el Sr. Herman Rosa Chávez, argumenta que "la lógica de mantener pequeñas islas verdes en un entorno tóxico no funciona".Una pregunta que me hago al leer este tipo de afirmaciones es que si tal entorno tóxico que mencionan incluye a los jóvenes que se benefician de estas áreas, al aire que purifican, al agua que filtran, al dióxido de carbono que fijan reduciendo los efectos de invernadero y reduciendo los impactos locales del cambios climático.
También pregunto si los argumentos incluyen muchos otros beneficios que estas islas ecológicas producen para la supervivencia de las especies que albergan y para la gente que vive en sus alrededores.
Cuando el Corredor Biológico se propuso a los gobiernos mesoamericanos a finales de los años 90, El Salvador quedó renegado por no tener ecosistemas continuos o de grandes extensiones. El grito de los ecologistas y conservacionistas en el país se escuchó por todas partes hasta convencer a los dirigentes de adherirse a tal proyecto.
Se logró ser parte del proyecto a pesar de que el territorio salvadoreño no gozaba de grandes bosques como los demás países de la región. Los ecologistas también argumentaron que El Salvador, a pesar de sus diminutas dimensiones, es una pieza importante del ecosistema regional y su contribución a la biodiversidad mesoamericana es necesaria reconocerla mediante la inclusión en este tipo de mega-proyectos conservacionistas en la región.
Paradójicamente, la nueva visión ecologista del nuevo gobierno contradice las bases de ese proyecto conservacionista regional y ha decidido que las pequeñas áreas naturales no pueden, ni deben ser protegidas por su tamaño. Sostienen que son demasiadas pequeñas.
Quizás haya otras razones, ellos lo sabrán, nosotros no.
Este biólogo especialista en bosques tropicales secundarios no entiende quienes son los asesores del nuevo gobierno en materia medioambiental y cómo han arribado a semejante conclusión, sin ningún fundamento científico.
Las Pequeñas Áreas Naturales Protegidas, son la base del futuro, serán las propulsoras de las especies que repoblarán las regiones desnudas de vegetación de nuestro país y contribuirán a la conservación y continuidad de las especies autóctonas como nuestra desconocida y única planta Guaco de Tierra.
Digamos que los argumentos ecológicos no son suficientes para motivar e incentivar a los que realmente causan los entornos tóxicos aledaños de las áreas protegidas. Aquí me refiero a los que dan los permisos para deforestar y degradar el medioambiente en nombre del desarrollo, o a quienes ven en zonas verdes metros cuadrados para lotificar, sitios potenciales para maquilas o zonas industriales, o para todo aquello que llamado progreso.
En este caso digo yo, utilicemos el argumento de seguridad nacional y protección de la ciudadanía ya que estas ANPs pueden ser utilizadas para que nuestra juventud tenga refugios donde se puedan entretener aprendiendo sobre la naturaleza y el medio ambiente.
En el futuro, serán ellos los que lo cuiden y protejan el medio ambiente. Además, estas áreas pueden ser paraísos donde puedan pasar horas sin pensar en que alguien les va apuntar con una arma y amenazarlos para quitarle las pertenencias. Estas áreas, son ya la mayor alternativa a cárceles y calles peligrosas para adolescentes. El Área Natural Protegida Plan de Amayo en Caluco, Sonsonate (manejada por AGAPE) es un ejemplo de lo que ofrecen estas ANPs. Como estas hay otras que son verdaderos ejemplos para integrar a nuestros jóvenes a trabajar y cuidar nuestro mal manejado y muy deteriorado medioambiente.Por desgracia, el futuro de esas áreas naturales, como la vida de nuestros jóvenes, tiene un futuro incierto.
Los niños de este pobre municipio de Caluco gozan de los beneficios de zonas naturales protegidas lo que demuestra que si a la juventud se le da el espacio y apoyo, su desarrollo mental, social y psicológico es más fuerte que las influencias callejeras de las maras, que los conducen a una vida de criminalidad y destrucción.
Cuando les pregunté a los miembros del Club sobre qué pasaría si el Área Natural Protegida Plan de Amayo desapareciera, su respuesta fue clara, sensata y puntual. Con toda humildad y sencillez demostraron su entendimiento en la relación entre la naturaleza y la vida.
Por lo tanto, le hago un llamado al Sr. Presidente de la República y a sus Ministros que escuchen a estos jóvenes.
Lo único que piden es tener un refugio donde estar a salvo de tanta contaminación, violencia social y olvidar un rato tanta calamidad económica en nuestra pequeña patria.
Señores y señoras que toman las decisiones, les pido que no sentencien estas áreas naturales y no permitan que un día se conviertan en colonias o en fabricas industriales. Nos lamentaremos y entonces será demasiado tarde.A las ONGs ambientalistas les pido que vean el ejemplo de inclusión humana en el Plan de Amayo, que le pertenece al pueblo, y no a los turistas, ni a los que se dicen llamarse ecologistas por el simple hecho de gestionar parques nacionales cuyo acceso a los vecinos les es vetado.
Estos jóvenes no tienen la oportunidad de visitar un EL Imposible en Ahuachapán o un Montecristo en Santa Ana. Por lo tanto, permítanles tener un lugar donde apreciar la naturaleza y vivir la niñez con seguridad y salud medioambiental. El futuro de El Salvador está en estos jóvenes y el futuro de estos jóvenes está en las manos de ustedes, los que toman las decisiones.
Carlos R. Ramírez, Ph.D., Co-Presidente del Consejo Científico, Académico y de Investigación de Salvadoreños en el Mundo y Catedrático de Botánica, Universidad Estatal de Connecticut, EUA.
Labels
Medio Ambiente
Amigo Ramirez,
ReplyDeleteLo que el ministro sostiene es que se debe ver "the big picture" y no solo un rinconsito.
Hay ver por todo el pais y no enfocarse en remiendos aislados
Cuando el opinante habla de "big picture", habrá tomado en cuenta la proporción a observarse en relación a nuestro pequeño territorio? En nuestro caso, El Salvador, cualquier área protegida debería ser tomada en cuenta. No nos podemos dar el lujo de ddesperdiciar ni siquiera una pulgada cuadrada de terreno. pregúntenle a los israelitas lo que piesan del desperdicio que hacemos de nuestro territorio. Cualquier consideración de tipo económico que lleve a no tomar en cuenta un área protegida, por pequeña que fuere, ES IMPORTANTISIMA, tomando en cuenta el tamaño de nuestro GRAN EL SALVADOR, es un error que nuestras venideras generaciones pagarán con creces..! Gracias.
ReplyDeleteBuena pieza amigos, sigan adelante con el trabajo de denuncia hacia la negligencia de las autoridades en nuestro paisito.
ReplyDeleteEmpezemos a ver vestigios de conservacion de la fauna Salvadoreña.
ReplyDeleteSolo preguntele a un cipote los pajaros que habitan en su entorno y se dara cuenta que los hay... pero ya pocos y nno en vastedad.
En un proyecto de Comunidad en Cabañas pude constatar que todavia existen los bellos y raros pajaros... pero pocos.
Alli moran las chichiltotas, los tucanes, el colibri, la tortolas, los zanates, zopes, buhos, quetzales, torogozes, pajaro carpintero etc.
Lo unico que los niños de esa comunidad decian, "se los estan acabando" y ellos cuidan de los pajarillos como cuando lo imposible se acerca a la posibilidad de mantener la fauna y el ecosistema amenzazado por nuestras fetidos impulsos de depredadores.
Jose Matatias Delgado Y Del Hambre
Muy bien señores por denunciar estos malos manejos en la ecologia de islas que tenemos aqui, y como dice un amigo mas arriba, cada pulgada cuadrada de bosque es sagrado, y habria que cuidar de el, pero que esta pasando ?, que quiere decir el ministro de medio ambiente al hablar de que esas islas no sirven en medio de un ambiente toxico?, acaso se dejaran desprotejidas esas islas por ser muy pequeñas, y se daran permisos a centros comerciales para depredarlas porque no son importantes, que pasa????,
ReplyDeleteYo di mi voto por un gobierno que en realidad diera un cambio de giro en todos los sentidos a nuestro depredado pais, y entre esos cambios esperaba una mejor proteccion ecologica, pero ya veo que esto sigue la misma s**t, yo como muchisimos mas que votamos por un cambio nos estamos decepcionando, Sr. Funes pongase las pilas, hagase notar, que se sienta el poder del pueblo, pero no se esconda tras su oficina, salga a las calles y de la cara para que vea la gente que realmente se esta haciendo un verdadero cambio.
Olafo