El Salvador, superada la crisis legislativa
Por José Mario Zavaleta
Una semana convulsa y con acontecimientos precipitados por la crisis del mayor partido de la oposición, Alianza Republicana Nacionalista – ARENA -, predomina en la realidad salvadoreña, tras una saga que no puede obviarse, si se tiene en cuenta que sus secuelas se materializan ya en acciones políticas, y prometen que en los próximos días sigan desarrollándose al oficializarse la nueva configuración de la aritmética parlamentaria.
Y es que en la madrugada del sábado pasado se completó la reestructuración de la directiva de la Asamblea Legislativa, en la que los doce diputados tránsfugas de Arena, que hoy se dan en llamar Gran Alianza por la Unidad Nacional – con las siglas “GANA” -, lograron situar tres directivos, reduciendo a 2 al partido Arena, y a 1 al Partido Demócrata Cristiano, con la salida de su secretario general, el anticomunista Rodolfo Párker.
El PCN mantuvo su cuota, con la salvedad que la presidencia que ostenta el cuestionado Ciro Cruz Zepeda tendrá su límite el 31 de enero de 2011, cuando asumiría el diputado Sigfrido Reyes, del Frente Farabundo Martí para la Liberación Nacional, FMLN, la fracción más numerosa con 35 miembros, y 4 directivos, uno más con la nueva distribución que fue votada por la mayoría de 63 a favor. A ello se agrega la abstención infructuosa y sin sentido de Cambio Democrático que sólo cuenta con un diputado; y la ausencia en la votación de los 20 diputados con los que se queda Arena, hasta ahora la segunda fuerza política del país, pero que ha perdido cualquier influencia determinante en las votaciones al interior del parlamento de 84 miembros.
Con esta nueva realidad ya se anuncia la aprobación del presupuesto de la Nación en la plenaria de este viernes, que sólo se vería retrasada por una semana más, de no ser satisfechas interrogantes de poca monta de algunos diputados que han pedido explicaciones sobre algunos rubros a considerarse.
De la misma manera, todo hace pensar que se aceleraría el trabajo legislativo retrasado por meses y años, en un ambiente que se ofrece de concertación entre los diferentes sectores que mayoritariamente continúan siendo de derecha, pero que no han ofrecido la oposición a ultranza que a inicios de la legislatura anunciaba la dirección de Arena, en boca de su presidente, el ex mandatario Alfredo Cristiani, quien además de haber quedado marginado numéricamente, ve desinfladas sus amenazas de hacer arder Troya o paralizar el gobierno de Mauricio Funes si no se le cumplían sus propuestas, en especial las referidas al alcalde de San Salvador, Norman Quijano, a quien pretendían encumbrar como la figura emblema de la derecha opositora, y quién sabe si como futura propuesta presidenciable para 2014.
Nada está escrito ni concluido aún, pero entre suspicacias, dudas y contradicciones, las circunstancias parecen habérsele mejorado a la administración de Mauricio Funes, quien la semana pasada en la etapa crítica de negociación política al interior del Poder Legislativo, abogó públicamente, durante un foro de personeros de la empresa privada, por mantener una oposición fuerte, y solicitó detener la reestructuración de la directiva legislativa que se gestaba, tal como lo exigía la dirigencia de Arena, argumentando que de esa manera se alimentaban supuestas ambiciones personales. Sin embargo, todo parece indicar que él mismo ha resultado beneficiado, luego de la muestra de capacidad negociadora del FMLN, junto a los restantes adversarios de derecha, logrando restablecer, al menos por el momento, la estabilidad en el llamado primer poder del Estado, afectado por el descalabro del partido ex gobernante.
Fuente: Argenpress 6/11/2009
Una semana convulsa y con acontecimientos precipitados por la crisis del mayor partido de la oposición, Alianza Republicana Nacionalista – ARENA -, predomina en la realidad salvadoreña, tras una saga que no puede obviarse, si se tiene en cuenta que sus secuelas se materializan ya en acciones políticas, y prometen que en los próximos días sigan desarrollándose al oficializarse la nueva configuración de la aritmética parlamentaria.
Y es que en la madrugada del sábado pasado se completó la reestructuración de la directiva de la Asamblea Legislativa, en la que los doce diputados tránsfugas de Arena, que hoy se dan en llamar Gran Alianza por la Unidad Nacional – con las siglas “GANA” -, lograron situar tres directivos, reduciendo a 2 al partido Arena, y a 1 al Partido Demócrata Cristiano, con la salida de su secretario general, el anticomunista Rodolfo Párker.
El PCN mantuvo su cuota, con la salvedad que la presidencia que ostenta el cuestionado Ciro Cruz Zepeda tendrá su límite el 31 de enero de 2011, cuando asumiría el diputado Sigfrido Reyes, del Frente Farabundo Martí para la Liberación Nacional, FMLN, la fracción más numerosa con 35 miembros, y 4 directivos, uno más con la nueva distribución que fue votada por la mayoría de 63 a favor. A ello se agrega la abstención infructuosa y sin sentido de Cambio Democrático que sólo cuenta con un diputado; y la ausencia en la votación de los 20 diputados con los que se queda Arena, hasta ahora la segunda fuerza política del país, pero que ha perdido cualquier influencia determinante en las votaciones al interior del parlamento de 84 miembros.
Con esta nueva realidad ya se anuncia la aprobación del presupuesto de la Nación en la plenaria de este viernes, que sólo se vería retrasada por una semana más, de no ser satisfechas interrogantes de poca monta de algunos diputados que han pedido explicaciones sobre algunos rubros a considerarse.
De la misma manera, todo hace pensar que se aceleraría el trabajo legislativo retrasado por meses y años, en un ambiente que se ofrece de concertación entre los diferentes sectores que mayoritariamente continúan siendo de derecha, pero que no han ofrecido la oposición a ultranza que a inicios de la legislatura anunciaba la dirección de Arena, en boca de su presidente, el ex mandatario Alfredo Cristiani, quien además de haber quedado marginado numéricamente, ve desinfladas sus amenazas de hacer arder Troya o paralizar el gobierno de Mauricio Funes si no se le cumplían sus propuestas, en especial las referidas al alcalde de San Salvador, Norman Quijano, a quien pretendían encumbrar como la figura emblema de la derecha opositora, y quién sabe si como futura propuesta presidenciable para 2014.
Nada está escrito ni concluido aún, pero entre suspicacias, dudas y contradicciones, las circunstancias parecen habérsele mejorado a la administración de Mauricio Funes, quien la semana pasada en la etapa crítica de negociación política al interior del Poder Legislativo, abogó públicamente, durante un foro de personeros de la empresa privada, por mantener una oposición fuerte, y solicitó detener la reestructuración de la directiva legislativa que se gestaba, tal como lo exigía la dirigencia de Arena, argumentando que de esa manera se alimentaban supuestas ambiciones personales. Sin embargo, todo parece indicar que él mismo ha resultado beneficiado, luego de la muestra de capacidad negociadora del FMLN, junto a los restantes adversarios de derecha, logrando restablecer, al menos por el momento, la estabilidad en el llamado primer poder del Estado, afectado por el descalabro del partido ex gobernante.
Fuente: Argenpress 6/11/2009
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