El Salvador, la mezquindad de los partidos políticos
Sociedad Civil, Partidos Políticos y Nuevas Realidades
Por Daniel Joya
No es nuevo que los elegidos se comporten defensivos frente a las demandas ciudadanas, ni ilógico que reaccionen negando derechos, limitando libertades, defendiendo privilegios de grupo o valiéndose de medios antidemocráticos para mantener el status quo. Nada más natural que la encerrona de TODOS los partidos políticos para legislar contra la resolución de Sala que avala las candidaturas independientes. Dejar que el ciudadano pueda tener acceso directo a las estructuras gubernamentales, sin pasar por el filtro de las cúpulas partidarias es una osadía que la Asamblea Legislativa no podría permitir.
Las estructuras de poder, en cualquier lugar del mundo son de naturaleza conservadora y los partidos políticos agentes reaccionarios ante cualquier cambio que les reste protagonismo. Por eso, al verse cerrados los espacios de alternancia en el poder por la vía electoral, tuvimos una guerra civil de 12 anos, que nos costó destrucción y centenares de miles de víctimas. El país perdió a muchos de sus mejores hijos en ese forcejeo que no necesariamente culminó con la intervención ciudadana en la operación del sistema. Los partidos políticos siguieron dominando basados en su facultad de acomodar las reglas del juego y la interpretación torcida de que la Constitución de la Republica petrifica una dictadura de partidos.
Por Daniel Joya
No es nuevo que los elegidos se comporten defensivos frente a las demandas ciudadanas, ni ilógico que reaccionen negando derechos, limitando libertades, defendiendo privilegios de grupo o valiéndose de medios antidemocráticos para mantener el status quo. Nada más natural que la encerrona de TODOS los partidos políticos para legislar contra la resolución de Sala que avala las candidaturas independientes. Dejar que el ciudadano pueda tener acceso directo a las estructuras gubernamentales, sin pasar por el filtro de las cúpulas partidarias es una osadía que la Asamblea Legislativa no podría permitir.
Las estructuras de poder, en cualquier lugar del mundo son de naturaleza conservadora y los partidos políticos agentes reaccionarios ante cualquier cambio que les reste protagonismo. Por eso, al verse cerrados los espacios de alternancia en el poder por la vía electoral, tuvimos una guerra civil de 12 anos, que nos costó destrucción y centenares de miles de víctimas. El país perdió a muchos de sus mejores hijos en ese forcejeo que no necesariamente culminó con la intervención ciudadana en la operación del sistema. Los partidos políticos siguieron dominando basados en su facultad de acomodar las reglas del juego y la interpretación torcida de que la Constitución de la Republica petrifica una dictadura de partidos.
Si hacemos historia, la sociedad civil ha planteado siempre posturas distintas a las versiones oficiales, mientras que los partidos políticos, en su momento cómplices de la represión no hicieron lo mínimo por frenar el terrorismo estatal previo y durante la guerra. Como respuesta, en los 80s cientos de organizaciones representando a diversos sectores sociales tomaron la opción de acompañar la lucha armada de las organizaciones guerrilleras porque en estas veían, de alguna forma, mejor representadas las aspiraciones colectivas. En esos dias estar organizado o mostrar simpatía por los organizados era suficiente para desaparecer o morir en manos del estado.
El fin de la guerra culminó abriendo espacios a la izquierda para participar con toda legalidad en el juego político. De esa forma los insurgentes pasaban a convertirse en partido político y participar en elecciones. Esta transición que ofreció la oportunidad para desmontar las estructuras conspirativas y milicias de ambos bandos también planteo a la sociedad civil el reto de empujar con el estado, los partidos y demás entidades supra estructurales cambios que cuajaran en el inicio de una verdadera democracia. Así el movimiento popular, gremiales, universidades, comunidades de fe, comités de barrio y demás entidades de la sociedad civil emprenden el camino hacia la redefinición como entidades y asumir nuevos roles en el periodo de la paz y la democratización del país. Ya no eran necesarias las que algunos denominaron “organizaciones de fachada”, sino entidades que verdaderamente representaran a la sociedad civil.
Hay que poner en claro que el fin de la guerra no se basó en la instauración de una democracia, sino en propiciar las condiciones para comenzar a construirla. Nuevos actores emergieron desde la clandestinidad para participar en política, hacer docencia, generar debate y hacer nuevas propuestas para avanzar como nación. Así van apareciendo voces independientes combatiendo ideas con ideas. Con la llegada de la internet las oportunidades para que los ciudadanos hagan escuchar su voz se multiplicaron significativamente al punto de que ahora las redes sociales constituyen otro de los instrumentos donde la sociedad civil se pronuncia.
Cada nueva elección estará más incidida por las redes, información e ideas navegando en el ciberespacio. Los medios tradicionales de control de la información, como los periódicos no han podido contra la avalancha de la web y los partidos políticos se han quedado enanos respecto a la interpretación del mundo.
De 1992 hasta el presente la sociedad civil salvadoreña ha madurado muchísimo, ha crecido cualitativamente, con misión propia, atenta a los acontecimientos, aportando desde su naturaleza específica en la búsqueda del bien común. Es el momento de que a la sociedad civil tenga mayor protagonismo, que proponga a sus candidatos del próximo evento electoral.
Daniel Joya es abogado salvadoreño residente en Maryland, US
El fin de la guerra culminó abriendo espacios a la izquierda para participar con toda legalidad en el juego político. De esa forma los insurgentes pasaban a convertirse en partido político y participar en elecciones. Esta transición que ofreció la oportunidad para desmontar las estructuras conspirativas y milicias de ambos bandos también planteo a la sociedad civil el reto de empujar con el estado, los partidos y demás entidades supra estructurales cambios que cuajaran en el inicio de una verdadera democracia. Así el movimiento popular, gremiales, universidades, comunidades de fe, comités de barrio y demás entidades de la sociedad civil emprenden el camino hacia la redefinición como entidades y asumir nuevos roles en el periodo de la paz y la democratización del país. Ya no eran necesarias las que algunos denominaron “organizaciones de fachada”, sino entidades que verdaderamente representaran a la sociedad civil.
Hay que poner en claro que el fin de la guerra no se basó en la instauración de una democracia, sino en propiciar las condiciones para comenzar a construirla. Nuevos actores emergieron desde la clandestinidad para participar en política, hacer docencia, generar debate y hacer nuevas propuestas para avanzar como nación. Así van apareciendo voces independientes combatiendo ideas con ideas. Con la llegada de la internet las oportunidades para que los ciudadanos hagan escuchar su voz se multiplicaron significativamente al punto de que ahora las redes sociales constituyen otro de los instrumentos donde la sociedad civil se pronuncia.
Cada nueva elección estará más incidida por las redes, información e ideas navegando en el ciberespacio. Los medios tradicionales de control de la información, como los periódicos no han podido contra la avalancha de la web y los partidos políticos se han quedado enanos respecto a la interpretación del mundo.
De 1992 hasta el presente la sociedad civil salvadoreña ha madurado muchísimo, ha crecido cualitativamente, con misión propia, atenta a los acontecimientos, aportando desde su naturaleza específica en la búsqueda del bien común. Es el momento de que a la sociedad civil tenga mayor protagonismo, que proponga a sus candidatos del próximo evento electoral.
Daniel Joya es abogado salvadoreño residente en Maryland, US
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Politica
Amigos de Salvadoreños En El Mundo, les comparto esta foto de El Faro.
ReplyDeleteNuestros diputados trabajando "como negros":
http://www.elfaro.net/es/201008/fotos/2299/
Hace varios años fué un diputado con su laptop y varias conversaciones de Messenger... ahora es el iPhone y sus jueguitos.
Por cierto, quiero que pongan atención en las laptop que salen en la foto: NO SON IGUALES.
¿Que habrá pasado con las laptop's que se compraron los diputados? porque según mi lógica tienen que ser todas iguales.