Francisco Flores: “es bueno que ARENA haya salido del poder”
Por Dudwin Loaisiga López
En esta entrevista concedida al diario La Prensa de Nicaragua, Francisco Flores dice que “es bueno que ARENA haya salido del poder” pero no se ahorra críticas a su sucesor, Antonio Saca, a quien acusa de buscar el continuismo a dedo.
Uno de los cuatro presidentes que tuvo Arena en El Salvador dice hoy que fue buena la derrota ante el FMLN y Mauricio Funes, porque demostró a los partidos políticos que no escuchar al electorado garantiza el fracaso. Flores dice que la gran lección para el istmo es que el caudillismo y el continuismo producen malos resultados.
Ex presidente Flores, ¿qué pasó con Arena en El Salvador? ¿Qué los sacó del poder: divisiones internas, pugnas....? ¿Era Funes el candidato a quien nadie iba a vencer?
Pues yo creo que es bueno que Arena haya salido del poder.
En esta entrevista concedida al diario La Prensa de Nicaragua, Francisco Flores dice que “es bueno que ARENA haya salido del poder” pero no se ahorra críticas a su sucesor, Antonio Saca, a quien acusa de buscar el continuismo a dedo.
Uno de los cuatro presidentes que tuvo Arena en El Salvador dice hoy que fue buena la derrota ante el FMLN y Mauricio Funes, porque demostró a los partidos políticos que no escuchar al electorado garantiza el fracaso. Flores dice que la gran lección para el istmo es que el caudillismo y el continuismo producen malos resultados.
Ex presidente Flores, ¿qué pasó con Arena en El Salvador? ¿Qué los sacó del poder: divisiones internas, pugnas....? ¿Era Funes el candidato a quien nadie iba a vencer?
Pues yo creo que es bueno que Arena haya salido del poder.
¿Sí?
Claro, porque los partidos políticos necesitan saber que o bailan con la opinión pública o pierden, y Arena perdió porque no le dio a los ciudadanos lo que siempre les había dado, que era el candidato que ellos querían. Entonces, en vez de leer la opinión pública, el equipo que manejaba Arena en ese momento le dio el continuismo, un candidato que iba a continuar con el mismo estilo del gobierno anterior y por eso perdió. Entonces ésa es la gran lección, que los partidos políticos que triunfan son los partidos que se renuevan constantemente en función de la opinión pública.
¿El ex presidente Saca (sucesor de Flores) cuánta responsabilidad tuvo en no haber leído lo que quería la población?
Bueno, creo que hay que admitir que la decisión estaba en él, verdad. Él decidió hacer el proyecto del continuismo y buscar gente de su íntimo grupo, seguir con el mismo mensaje, continuar con las mismas ideas y creo que allí estuvo el fracaso.
Usted habló en el foro del tema de los caudillos, que no estamos listos (para instaurar la reelección sucesiva), porque los caudillos están allí, en nuestras narices, ¿cómo hizo Arena, que gobernó por cuatro períodos, para combatir a los caudillos?
Es que Arena nació como un antipartido, en el sentido que Arena nace en el tiempo en que los partidos tradicionales, el Partido de Conciliación Nacional, que había estado en el poder con todas las dictaduras militares, y la Democracia Cristiana, que había estado en el poder en la década de los años ochenta con el presidente (José Napoleón) Duarte, llevaron al país a una crisis de dimensiones impensables, a raíz de este enquistamiento de las cúpulas partidarias. Entonces, Arena nace como un partido con los instrumentos para renovarse y estaba clarísimo que el fundador del partido (Mayor Roberto d’Aubuisson Arrieta) debía darle a los salvadoreños el líder que querían en ese momento. No era él y fue otro el Presidente (Alfredo Cristiani), y este Presidente estaba claro que tenía que darle a la opinión pública lo que ellos querían y no lo que él quería, entonces apareció otro (Armando Calderón Sol). Entonces, Arena funcionó durante todos esos períodos porque se evitó el caudillismo.
¿Hoy hay un caudillo dentro de Arena?
No, creo que hemos vuelto a nuestros orígenes...
¿El ex presidente Saca quería ser el caudillo?
Creo yo que él cometió el error de intentar hacer un proyecto de continuismo y creo que eso provocó el fracaso político, como te decía.
Su gobierno coincidió con el de Arnoldo Alemán en Nicaragua y también conoce al diputado Eduardo Montealegre. Ambos son liberales y tienen una pugna interna en Nicaragua, ¿qué le parece esa pugna del liberalismo en este país?
Creo que es una tensión natural que en un partido político se disputen los liderazgos, pero es bueno que se busquen nuevos líderes. Veo una nueva figura en el voto conservador y esta nueva figura indica que el voto conservador está buscando un nuevo líder y eso me parece muy positivo.
La empresa privada, ¿qué papel juega? ¿Hasta dónde la empresa privada puede alegar que no se va a meter en política?
Creo que la empresa privada tiene muchas dimensiones que tienen que ver con el bien nacional, con el bien común, como son el respeto a las leyes, la solidaridad en sus comunidades, el producir riqueza sostenible, no a costa de los recursos naturales ni con ventajas que no son ventajas, como por ejemplo bajos salarios. Creo que el rol de la empresa privada es generar riqueza y empleo sostenible, no es conducir el país. El papel de los que deben producir liderazgo político son los partidos políticos. Eso no significa que no existan líderes empresariales que no quieran emigrar al trabajo político.
Pero la empresa privada, sin importar las condiciones que existan en el país, es decir si existen gobernantes que atropellan leyes, la Constitución... ¿la empresa privada siempre debe mantenerse al margen de la política?
Ah... no, no, no, no, no. Creo que todos los ciudadanos debemos ser sumamente críticos de la labor de los gobiernos y hay que hacer una relación madura, que es ni sometimiento ni aplausos, ni críticas destructivas. Sino que, cuando un Gobierno hace las cosas bien, hay que salir a apoyarlo, y cuando un Gobierno hace las cosas mal, hay que salir a criticarlo. Y ése es el rol de la empresa privada y de todos los ciudadanos.
Cómo ve Centroamérica, ahora sentado como ex Presidente y dirigiendo una fundación para jóvenes, ¿hemos avanzado o retrocedido en temas de democracia e institucionalidad?
Hemos avanzado en términos de democracia, ciertamente. Creo que los ciudadanos están conscientes que ellos ponen a los presidentes. Cuando yo tenía tu edad, todos sabíamos quién iba a ser el Presidente, las elecciones eran un ejercicio ficticio. Ahora, creo que hemos retrocedido en temas de seguridad, veo que los países son hoy más inseguros y eso sucede porque nos hemos convertido en un corredor de drogas y ése es un gran, gran reto.
¿El golpe de Estado en Honduras qué significó en temas de institucionalidad para le región?
Creo que es bien importante que los presidentes entiendan y trabajen juntos, porque ése no es un problema que lo puedan resolver ninguno de ellos solos.
El Washington Post calificó de hipócrita a la OEA, diciendo que cuando se dio el golpe de Estado en Honduras se movieron todos, pero en Nicaragua, donde se acusa al presidente Daniel Ortega de manipular las leyes, no se ha dicho nada.
Sí, conviene que el organismo regional sea verdaderamente regional y vigile todos los procesos y no unos sí y otros no. Creo que es bien importante que la OEA sea imparcial y no dé el mensaje de que está en determinada agenda.
¿Por el momento se percibe eso, que la OEA tiene una agenda determinada?
La verdad es que la OEA se involucró mucho más en el caso de Honduras que en el resto de países y de allí viene el cuestionamiento. Entre más se vigilen los procesos electorales, más se pueden evitar las crisis.
En temas económicos, ¿cuál es el beneficio de tener una economía dolarizada, como la que tiene su país?
En el caso nuestro, nosotros dolarizamos porque teníamos un problema de un mercado excesivamente pequeño, en el cual las tasas de interés nunca iban a ser suficientemente bajas por el riesgo país. Es decir, los bancos decían que con riesgo cambiario, tenemos que irnos para arriba con las tasas de interés. Entonces la dolarización tiene esa ventaja. Le produce a un país tasas de interés muy bajas y eso produce proyectos de largo plazo, le da una gran sostenibilidad a la economía y también es una camisa de fuerza para los gobiernos populistas, porque no pueden poner la maquinita a crear riqueza. Ustedes aquí en Nicaragua vivieron el problema de la hiperinflación y es por eso, por tener la maquinita.
¿Y cuál es el punto débil de la dolarización?
Hay menos flexibilidad en la política monetaria, hay más restricción en la política monetaria, pero al final todos los sistemas monetarios tienen sus bemoles.
¿Nicaragua y El Salvador, políticamente, semejanzas y diferencias?
Si uno mirara la cuenta larga, hay que admitir que hemos avanzado muchísimo, porque hemos pasado de las dictaduras militares a ensayarnos en las jóvenes democracias. Y hay que admitir que Nicaragua va saliendo, va resolviendo sus problemas. Yo estoy muy impresionado hoy que he venido, de ver a la gente muy entusiasmada de participar en el proyecto electoral, hay proyectos productivos, aunque creciendo poco, va creciendo la economía. En lo político, nos hemos salido de esas dictaduras militares y nos hemos salido de esos espantosos malos manejos de la economía, de las hiperinflaciones y todo eso. Hay que decir que hemos avanzado en la región y eso no quiere decir que no tengamos grandes problemas y grandes retos.
“Es bueno que no tenemos reelección”
Francisco Flores visitó Nicaragua atendiendo una invitación de los representantes de Generación Atlas, una organización fundada en el año 2008 y conformada por jóvenes que promueven la educación y la participación ciudadana. Ahí disertó.
Durante el período de preguntas y respuestas, Flores tuvo que responder temas como el de la reelección presidencial, que tantas diferencias provoca en Nicaragua.
“Creo que en El Salvador es bueno el sistema donde no tenemos reelección”, afirmó Flores, sin inmiscuirse en los asuntos internos de Nicaragua, pero aclarando que la presencia de los caudillos significa un freno al sistema democrático de Centroamérica.
El político manifestó que uno de los retos para los países centroamericanos es lograr una mejora en el sistema de los servicios públicos, para que los ciudadanos no tengan que pagar muchas veces por los mismos servicios.
Como ejemplo, Flores citó que con el pago de sus impuestos los ciudadanos mantienen un sistema público de educación, pero debido a la mala calidad, las personas realizan un esfuerzo extraordinario para que sus hijos aprendan en escuelas privadas.
Fuente: La Prensa de Nicaragua
Claro, porque los partidos políticos necesitan saber que o bailan con la opinión pública o pierden, y Arena perdió porque no le dio a los ciudadanos lo que siempre les había dado, que era el candidato que ellos querían. Entonces, en vez de leer la opinión pública, el equipo que manejaba Arena en ese momento le dio el continuismo, un candidato que iba a continuar con el mismo estilo del gobierno anterior y por eso perdió. Entonces ésa es la gran lección, que los partidos políticos que triunfan son los partidos que se renuevan constantemente en función de la opinión pública.
¿El ex presidente Saca (sucesor de Flores) cuánta responsabilidad tuvo en no haber leído lo que quería la población?
Bueno, creo que hay que admitir que la decisión estaba en él, verdad. Él decidió hacer el proyecto del continuismo y buscar gente de su íntimo grupo, seguir con el mismo mensaje, continuar con las mismas ideas y creo que allí estuvo el fracaso.
Usted habló en el foro del tema de los caudillos, que no estamos listos (para instaurar la reelección sucesiva), porque los caudillos están allí, en nuestras narices, ¿cómo hizo Arena, que gobernó por cuatro períodos, para combatir a los caudillos?
Es que Arena nació como un antipartido, en el sentido que Arena nace en el tiempo en que los partidos tradicionales, el Partido de Conciliación Nacional, que había estado en el poder con todas las dictaduras militares, y la Democracia Cristiana, que había estado en el poder en la década de los años ochenta con el presidente (José Napoleón) Duarte, llevaron al país a una crisis de dimensiones impensables, a raíz de este enquistamiento de las cúpulas partidarias. Entonces, Arena nace como un partido con los instrumentos para renovarse y estaba clarísimo que el fundador del partido (Mayor Roberto d’Aubuisson Arrieta) debía darle a los salvadoreños el líder que querían en ese momento. No era él y fue otro el Presidente (Alfredo Cristiani), y este Presidente estaba claro que tenía que darle a la opinión pública lo que ellos querían y no lo que él quería, entonces apareció otro (Armando Calderón Sol). Entonces, Arena funcionó durante todos esos períodos porque se evitó el caudillismo.
¿Hoy hay un caudillo dentro de Arena?
No, creo que hemos vuelto a nuestros orígenes...
¿El ex presidente Saca quería ser el caudillo?
Creo yo que él cometió el error de intentar hacer un proyecto de continuismo y creo que eso provocó el fracaso político, como te decía.
Su gobierno coincidió con el de Arnoldo Alemán en Nicaragua y también conoce al diputado Eduardo Montealegre. Ambos son liberales y tienen una pugna interna en Nicaragua, ¿qué le parece esa pugna del liberalismo en este país?
Creo que es una tensión natural que en un partido político se disputen los liderazgos, pero es bueno que se busquen nuevos líderes. Veo una nueva figura en el voto conservador y esta nueva figura indica que el voto conservador está buscando un nuevo líder y eso me parece muy positivo.
La empresa privada, ¿qué papel juega? ¿Hasta dónde la empresa privada puede alegar que no se va a meter en política?
Creo que la empresa privada tiene muchas dimensiones que tienen que ver con el bien nacional, con el bien común, como son el respeto a las leyes, la solidaridad en sus comunidades, el producir riqueza sostenible, no a costa de los recursos naturales ni con ventajas que no son ventajas, como por ejemplo bajos salarios. Creo que el rol de la empresa privada es generar riqueza y empleo sostenible, no es conducir el país. El papel de los que deben producir liderazgo político son los partidos políticos. Eso no significa que no existan líderes empresariales que no quieran emigrar al trabajo político.
Pero la empresa privada, sin importar las condiciones que existan en el país, es decir si existen gobernantes que atropellan leyes, la Constitución... ¿la empresa privada siempre debe mantenerse al margen de la política?
Ah... no, no, no, no, no. Creo que todos los ciudadanos debemos ser sumamente críticos de la labor de los gobiernos y hay que hacer una relación madura, que es ni sometimiento ni aplausos, ni críticas destructivas. Sino que, cuando un Gobierno hace las cosas bien, hay que salir a apoyarlo, y cuando un Gobierno hace las cosas mal, hay que salir a criticarlo. Y ése es el rol de la empresa privada y de todos los ciudadanos.
Cómo ve Centroamérica, ahora sentado como ex Presidente y dirigiendo una fundación para jóvenes, ¿hemos avanzado o retrocedido en temas de democracia e institucionalidad?
Hemos avanzado en términos de democracia, ciertamente. Creo que los ciudadanos están conscientes que ellos ponen a los presidentes. Cuando yo tenía tu edad, todos sabíamos quién iba a ser el Presidente, las elecciones eran un ejercicio ficticio. Ahora, creo que hemos retrocedido en temas de seguridad, veo que los países son hoy más inseguros y eso sucede porque nos hemos convertido en un corredor de drogas y ése es un gran, gran reto.
¿El golpe de Estado en Honduras qué significó en temas de institucionalidad para le región?
Creo que es bien importante que los presidentes entiendan y trabajen juntos, porque ése no es un problema que lo puedan resolver ninguno de ellos solos.
El Washington Post calificó de hipócrita a la OEA, diciendo que cuando se dio el golpe de Estado en Honduras se movieron todos, pero en Nicaragua, donde se acusa al presidente Daniel Ortega de manipular las leyes, no se ha dicho nada.
Sí, conviene que el organismo regional sea verdaderamente regional y vigile todos los procesos y no unos sí y otros no. Creo que es bien importante que la OEA sea imparcial y no dé el mensaje de que está en determinada agenda.
¿Por el momento se percibe eso, que la OEA tiene una agenda determinada?
La verdad es que la OEA se involucró mucho más en el caso de Honduras que en el resto de países y de allí viene el cuestionamiento. Entre más se vigilen los procesos electorales, más se pueden evitar las crisis.
En temas económicos, ¿cuál es el beneficio de tener una economía dolarizada, como la que tiene su país?
En el caso nuestro, nosotros dolarizamos porque teníamos un problema de un mercado excesivamente pequeño, en el cual las tasas de interés nunca iban a ser suficientemente bajas por el riesgo país. Es decir, los bancos decían que con riesgo cambiario, tenemos que irnos para arriba con las tasas de interés. Entonces la dolarización tiene esa ventaja. Le produce a un país tasas de interés muy bajas y eso produce proyectos de largo plazo, le da una gran sostenibilidad a la economía y también es una camisa de fuerza para los gobiernos populistas, porque no pueden poner la maquinita a crear riqueza. Ustedes aquí en Nicaragua vivieron el problema de la hiperinflación y es por eso, por tener la maquinita.
¿Y cuál es el punto débil de la dolarización?
Hay menos flexibilidad en la política monetaria, hay más restricción en la política monetaria, pero al final todos los sistemas monetarios tienen sus bemoles.
¿Nicaragua y El Salvador, políticamente, semejanzas y diferencias?
Si uno mirara la cuenta larga, hay que admitir que hemos avanzado muchísimo, porque hemos pasado de las dictaduras militares a ensayarnos en las jóvenes democracias. Y hay que admitir que Nicaragua va saliendo, va resolviendo sus problemas. Yo estoy muy impresionado hoy que he venido, de ver a la gente muy entusiasmada de participar en el proyecto electoral, hay proyectos productivos, aunque creciendo poco, va creciendo la economía. En lo político, nos hemos salido de esas dictaduras militares y nos hemos salido de esos espantosos malos manejos de la economía, de las hiperinflaciones y todo eso. Hay que decir que hemos avanzado en la región y eso no quiere decir que no tengamos grandes problemas y grandes retos.
“Es bueno que no tenemos reelección”
Francisco Flores visitó Nicaragua atendiendo una invitación de los representantes de Generación Atlas, una organización fundada en el año 2008 y conformada por jóvenes que promueven la educación y la participación ciudadana. Ahí disertó.
Durante el período de preguntas y respuestas, Flores tuvo que responder temas como el de la reelección presidencial, que tantas diferencias provoca en Nicaragua.
“Creo que en El Salvador es bueno el sistema donde no tenemos reelección”, afirmó Flores, sin inmiscuirse en los asuntos internos de Nicaragua, pero aclarando que la presencia de los caudillos significa un freno al sistema democrático de Centroamérica.
El político manifestó que uno de los retos para los países centroamericanos es lograr una mejora en el sistema de los servicios públicos, para que los ciudadanos no tengan que pagar muchas veces por los mismos servicios.
Como ejemplo, Flores citó que con el pago de sus impuestos los ciudadanos mantienen un sistema público de educación, pero debido a la mala calidad, las personas realizan un esfuerzo extraordinario para que sus hijos aprendan en escuelas privadas.
Fuente: La Prensa de Nicaragua
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