Mujer muere electrocutada en Súper Selectos de Mejicanos
Por José Manuel Ortiz Benítez
“Lo mejor de la vida es gratis. Lo que se paga, nosotros te lo damos”, reza el lema en un banner de Súper Selectos, la cadena de alimentación más grande de El Salvador, con una facturación anual por encima de los 200 millones de dólares.
Su dueño es un español, llegado desde Logroño, una ciudad esplendida en La Rioja, donde dicen nació la lengua castellana.
Don Francisco Javier Calleja Malaina vino a El Salvador en la década de los 60s y sostiene que el secreto de su negocio está en ofrecer el producto a “las clases menos favorecidas”. Es decir, el asunto está en vender a las grandes mayorías en lugar de dedicarse exclusivamente a una clientela pequeña y selecta.
Los dioses del marketing llaman a este fenómeno “la democratización del producto”.
“Lo mejor de la vida es gratis. Lo que se paga, nosotros te lo damos”, reza el lema en un banner de Súper Selectos, la cadena de alimentación más grande de El Salvador, con una facturación anual por encima de los 200 millones de dólares.
Su dueño es un español, llegado desde Logroño, una ciudad esplendida en La Rioja, donde dicen nació la lengua castellana.
Don Francisco Javier Calleja Malaina vino a El Salvador en la década de los 60s y sostiene que el secreto de su negocio está en ofrecer el producto a “las clases menos favorecidas”. Es decir, el asunto está en vender a las grandes mayorías en lugar de dedicarse exclusivamente a una clientela pequeña y selecta.
Los dioses del marketing llaman a este fenómeno “la democratización del producto”.
Don Francisco lo ha conseguido, tiene una red estratégica de más de 80 supermercados desplegados por todo el país que vende al 1% de la argolla dorada, a una raquítica clase media y a la abrumadora mayoría del pueblo salvadoreño que gana menos de 300 dólares al mes.
Karen Yamileth Cordero Quintanilla tiene 23 años de edad. Vive en Mejicanos, un lugar muy populoso al lado de San Salvador, donde la delincuencia se lleva a tres o cuatro salvadoreños por delante cada semana.
En principio, Karen Yamileth Cordero Quintanilla está de acuerdo con el Sr. Calleja Malaina, en que hay que hacer un esfuerzo por vender a las “clases menos favorecidas”, categoría a la que ella pertenecía en la añorada época de las vacas gordas.
Con la crisis, Karen Yamileth fue a parar dos peldaños más abajo. Es decir, Karen Yamileth cayó directamente dentro del hoyo de la pobreza, justo antes de la explosión de la crisis, junto a otros dos millones y medio de salvadoreños que ya estaban ahí. Fue en la primavera de 2008 cuando Karen Yamileth perdió su empleo en las maquilas. La importación China y las complicadas subprimes (hipotecas basuras) en Wall Streeet fueron, en parte, las culpables.
Para entonces, su marido, Toño, ya andaba inestable. En abril de 2009, lo echaron a la calle porque el sector del ladrillo y el cemento también se resquebrajó.
El 14 de Octubre de 2010, Karen Yamileth dijo a su marido que quería ir a almorzar fuera, con los niños, en el restaurante Los Pollitos Dicen del Metrópolis, un potente centro comercial en el corazón de Mejicanos. El marido le respondió que la nueva chamba a medio tiempo en el taller no daba para tanto.
Tenemos 20 dólares y somos cinco, le dijo el marido con pesar en el pecho. Los 20 dólares de Toño eran el resultado de 2 meses de austeridad severa en el gasto doméstico.
No hubo almuerzo fuera en el restaurante ese mediodía. Karen Yamileth sacó la media libra de arroz de una gaveta, untó la cacerola de manteca de chancho e hizo gallo pinto abundante para su marido y sus tres hijos.
Sobre las cuatro de la tarde de ese día, Karen Yamileth salió con su familia a tomar el aire por el barrio. De repente, se encontraron delante del Súper Selectos del Sr. Francisco Javier Calleja Malaina, situado en la 5ª Avenida Norte y el inicio de la Segunda Calle Poniente, en Mejicanos, donde estaba aquel cine, el mítico cine Astor.
Voy a ver qué encuentro, le anunció a su marido.
Karen Yamileth entró por la puerta acorazada de metal del Súper Selectos e inmediatamente inspeccionó los dos carriles centrales en busca de alguna oferta que le llamara la atención.
Luis Alonso Rivera Pérez, guardia de seguridad privada del local, le echó el ojo y olfateó sospecha en la mujer desde el principio.
Volale ojo a esa vicha, le dijo a Marta Elizabeth Mejía, su compañera de trabajo.
En el menor descuido, zas, Karen Yamileth, se embolsó un paquete de pasta dental. En la siguiente vuelta, alargó la mano izquierda y, faz, pescó una cajita de café instantáneo descafeinado.
En la tercera vuelta, Karen Yamileth torció disimuladamente hacia la zona de verduras. A medio metro del montón de repollo, le salieron al paso Luis Alonso Rivera Pérez y Marta Elizabeth Mejía.
Acompáñanos, le dijeron.
Karen Yamileth se puso nerviosa y dio media vuelta hacia la caja registradora.
Los dos guardias de seguridad la aprensaron a dos metros de la caja registradora en el extremo izquierdo del local y le sacaron del bolso el café y la pasta dental que había extraído de las estanterías sin aparente intención de pasar por caja, justo el lugar preciso hacia donde se dirigía.
Los guardias de seguridad forzaron a la sospechosa a abandonar la zona de pago y la condujeron a la parte trasera del local.
Antes de llegar a la zona de descarga, los guardias y la sospechosa giraron a la derecha, hacia un lugar oscuro.
La muchacha empezó a descomponerse. No había ventanas, ni ventilación, ni señalización de peligrosidad, en aquel sitio, sólo un tablero de palancas eléctricas, donde sobresalía a la vista un cable gordo de color rojo, aparentemente de alta tensión.
Estabas robando – le comunicaron.
Toño, que vio, desde la entrada principal del local, cómo su mujer se perdió en los pasillos traseros del Súper Selectos de Mejicanos, reaccionó como pudo. Se sacó del bolsillo el preciado billete verde que había ahorrado durante dos meses. Tomá, vaya, vaya allá, le ordenó a Cecilia, su hija de 7 años.
La pequeña, vestida con una blusa azul, se abrió camino por el Súper Selectos hasta situarse delante de la puerta del cuarto oscuro donde su madre estaba siendo detenida. Toño se quedó delante del Súper Selectos cuidando a sus otros dos hijos.
Vaya, aquí están los 20 dólares, dijo Cecilia, con una voz temblorosa, a Luis Alonso Rivera Pérez. El guardia de seguridad giró la vista hacia abajo, exploró rápidamente el cuerpecito de la criatura y, a continuación, le soltó una colleja en la parte trasera de la cabeza, de aquellas que propinaban los maestros de antaño a los niños mal portados de clase.
La joven Cecilia dio la vuelta en busca de su padre y sus dos hermanos, asustada, con un lagrimón espeso resbalándosele por la mejilla.
Toño y sus tres hijos quisieron entrar al Súper Selectos a ver cómo lo llevaba Karen Yamileth en el cuarto oscuro.
Fue ahí donde apareció doña Gloria Elizabeth González, la gerente de Súper Selectos.
No pueden entrar, está detenida, les informó con una voz muy estricta, como la de un oficial de prisiones.
En ese momento, el cuarto oscuro relampagueó y la luz se cortó repentinamente en todo el establecimiento. Instantes después, los guardias de seguridad revoloteaban por los pasillos en medio de la oscuridad.
Karen Yamileth murió electrocutada dentro de las instalaciones del Súper Selectos de Mejicanos en San Salvador, sobre las 5 y media de la tarde del jueves 14 de octubre de 2010.
La noticia apareció y desapareció misteriosamente de algunos medios de comunicación. "Libertad de expresión", "derecho a la información", "compromiso con la sociedad", "noticias de verdad", la verdad es que uno publica en El Salvador lo que le da la gana bajo estos conceptos.
¿Dónde están los periodistas, los informadores de la verdad, quién tiene que contar los hechos al pueblo salvadoreño? muerde en la conciencia una reconocida poeta. La historia es demasiada tremenda para que pase desapercibida bajo cualquier criterio, moral, periodístico o puramente mediático.
Hechos insólitos e impactantes, como éste, ocurren a menudo en nuestro país, aun así, una vez más, hemos sido testigos de que, efectivamente, el clientelismo tiene mucho más peso en la agenda informativa de nuestros medios de comunicación que la verdad trágica de una madre que muere misteriosamente electrocutada en un Súper Selectos.
“No podría ser de otra manera, El Grupo Calleja, dueño de la Cadena Súper Selectos, es uno de los principales clientes de los medios de comunicación salvadoreños” dice mi estimado tocayo don Manuel con esa ironía tusca que le caracteriza.
“La vida hay que vivirla al máximo. Todos los días están llenos de pequeños momentos que nos llenan de alegría y que nos hacen recordar que la felicidad está donde menos la esperamos”. Buenos Días, Súper Selectos.
Otros artículos de este autor Aquí - José Manuel Ortiz Benítez es Editor de Salvadoreños en el Mundo
Karen Yamileth Cordero Quintanilla tiene 23 años de edad. Vive en Mejicanos, un lugar muy populoso al lado de San Salvador, donde la delincuencia se lleva a tres o cuatro salvadoreños por delante cada semana.
En principio, Karen Yamileth Cordero Quintanilla está de acuerdo con el Sr. Calleja Malaina, en que hay que hacer un esfuerzo por vender a las “clases menos favorecidas”, categoría a la que ella pertenecía en la añorada época de las vacas gordas.
Con la crisis, Karen Yamileth fue a parar dos peldaños más abajo. Es decir, Karen Yamileth cayó directamente dentro del hoyo de la pobreza, justo antes de la explosión de la crisis, junto a otros dos millones y medio de salvadoreños que ya estaban ahí. Fue en la primavera de 2008 cuando Karen Yamileth perdió su empleo en las maquilas. La importación China y las complicadas subprimes (hipotecas basuras) en Wall Streeet fueron, en parte, las culpables.
Para entonces, su marido, Toño, ya andaba inestable. En abril de 2009, lo echaron a la calle porque el sector del ladrillo y el cemento también se resquebrajó.
El 14 de Octubre de 2010, Karen Yamileth dijo a su marido que quería ir a almorzar fuera, con los niños, en el restaurante Los Pollitos Dicen del Metrópolis, un potente centro comercial en el corazón de Mejicanos. El marido le respondió que la nueva chamba a medio tiempo en el taller no daba para tanto.
Tenemos 20 dólares y somos cinco, le dijo el marido con pesar en el pecho. Los 20 dólares de Toño eran el resultado de 2 meses de austeridad severa en el gasto doméstico.
No hubo almuerzo fuera en el restaurante ese mediodía. Karen Yamileth sacó la media libra de arroz de una gaveta, untó la cacerola de manteca de chancho e hizo gallo pinto abundante para su marido y sus tres hijos.
Sobre las cuatro de la tarde de ese día, Karen Yamileth salió con su familia a tomar el aire por el barrio. De repente, se encontraron delante del Súper Selectos del Sr. Francisco Javier Calleja Malaina, situado en la 5ª Avenida Norte y el inicio de la Segunda Calle Poniente, en Mejicanos, donde estaba aquel cine, el mítico cine Astor.
Voy a ver qué encuentro, le anunció a su marido.
Karen Yamileth entró por la puerta acorazada de metal del Súper Selectos e inmediatamente inspeccionó los dos carriles centrales en busca de alguna oferta que le llamara la atención.
Luis Alonso Rivera Pérez, guardia de seguridad privada del local, le echó el ojo y olfateó sospecha en la mujer desde el principio.
Volale ojo a esa vicha, le dijo a Marta Elizabeth Mejía, su compañera de trabajo.
En el menor descuido, zas, Karen Yamileth, se embolsó un paquete de pasta dental. En la siguiente vuelta, alargó la mano izquierda y, faz, pescó una cajita de café instantáneo descafeinado.
En la tercera vuelta, Karen Yamileth torció disimuladamente hacia la zona de verduras. A medio metro del montón de repollo, le salieron al paso Luis Alonso Rivera Pérez y Marta Elizabeth Mejía.
Acompáñanos, le dijeron.
Karen Yamileth se puso nerviosa y dio media vuelta hacia la caja registradora.
Los dos guardias de seguridad la aprensaron a dos metros de la caja registradora en el extremo izquierdo del local y le sacaron del bolso el café y la pasta dental que había extraído de las estanterías sin aparente intención de pasar por caja, justo el lugar preciso hacia donde se dirigía.
Los guardias de seguridad forzaron a la sospechosa a abandonar la zona de pago y la condujeron a la parte trasera del local.
Antes de llegar a la zona de descarga, los guardias y la sospechosa giraron a la derecha, hacia un lugar oscuro.
La muchacha empezó a descomponerse. No había ventanas, ni ventilación, ni señalización de peligrosidad, en aquel sitio, sólo un tablero de palancas eléctricas, donde sobresalía a la vista un cable gordo de color rojo, aparentemente de alta tensión.
Estabas robando – le comunicaron.
Toño, que vio, desde la entrada principal del local, cómo su mujer se perdió en los pasillos traseros del Súper Selectos de Mejicanos, reaccionó como pudo. Se sacó del bolsillo el preciado billete verde que había ahorrado durante dos meses. Tomá, vaya, vaya allá, le ordenó a Cecilia, su hija de 7 años.
La pequeña, vestida con una blusa azul, se abrió camino por el Súper Selectos hasta situarse delante de la puerta del cuarto oscuro donde su madre estaba siendo detenida. Toño se quedó delante del Súper Selectos cuidando a sus otros dos hijos.
Vaya, aquí están los 20 dólares, dijo Cecilia, con una voz temblorosa, a Luis Alonso Rivera Pérez. El guardia de seguridad giró la vista hacia abajo, exploró rápidamente el cuerpecito de la criatura y, a continuación, le soltó una colleja en la parte trasera de la cabeza, de aquellas que propinaban los maestros de antaño a los niños mal portados de clase.
La joven Cecilia dio la vuelta en busca de su padre y sus dos hermanos, asustada, con un lagrimón espeso resbalándosele por la mejilla.
Toño y sus tres hijos quisieron entrar al Súper Selectos a ver cómo lo llevaba Karen Yamileth en el cuarto oscuro.
Fue ahí donde apareció doña Gloria Elizabeth González, la gerente de Súper Selectos.
No pueden entrar, está detenida, les informó con una voz muy estricta, como la de un oficial de prisiones.
En ese momento, el cuarto oscuro relampagueó y la luz se cortó repentinamente en todo el establecimiento. Instantes después, los guardias de seguridad revoloteaban por los pasillos en medio de la oscuridad.
Karen Yamileth murió electrocutada dentro de las instalaciones del Súper Selectos de Mejicanos en San Salvador, sobre las 5 y media de la tarde del jueves 14 de octubre de 2010.
La noticia apareció y desapareció misteriosamente de algunos medios de comunicación. "Libertad de expresión", "derecho a la información", "compromiso con la sociedad", "noticias de verdad", la verdad es que uno publica en El Salvador lo que le da la gana bajo estos conceptos.
¿Dónde están los periodistas, los informadores de la verdad, quién tiene que contar los hechos al pueblo salvadoreño? muerde en la conciencia una reconocida poeta. La historia es demasiada tremenda para que pase desapercibida bajo cualquier criterio, moral, periodístico o puramente mediático.
Hechos insólitos e impactantes, como éste, ocurren a menudo en nuestro país, aun así, una vez más, hemos sido testigos de que, efectivamente, el clientelismo tiene mucho más peso en la agenda informativa de nuestros medios de comunicación que la verdad trágica de una madre que muere misteriosamente electrocutada en un Súper Selectos.
“No podría ser de otra manera, El Grupo Calleja, dueño de la Cadena Súper Selectos, es uno de los principales clientes de los medios de comunicación salvadoreños” dice mi estimado tocayo don Manuel con esa ironía tusca que le caracteriza.
“La vida hay que vivirla al máximo. Todos los días están llenos de pequeños momentos que nos llenan de alegría y que nos hacen recordar que la felicidad está donde menos la esperamos”. Buenos Días, Súper Selectos.
Otros artículos de este autor Aquí - José Manuel Ortiz Benítez es Editor de Salvadoreños en el Mundo
L"o mejor de la vida es gratis. Lo que se paga, nosotros te lo damos”,
ReplyDeleteAqui esta la respuesta esta pobre salvadoreña entendio mal la estrategia de marketing de Super Selectos.
Que en paz descanse.
A dónde está la Defensoría del Consumidor en estos casos, la Libertad de Prensa que tanto se defiende, a dónde los blogs del pueblo, a dónde los cristianos, a dónde las ONG feministas, a dónde la responsabilidad empresarial, el ISDEMU, la primera dama, la Procuraduría para la Defensa de los Derechos Humanos, la justicia, la solidaridad, los diputados, los jueces, nosotros mismos. Esta muerte debe ser aclarada frente a la familia y todos los otros, la población. Debe haber reparo si acaso se cometió un error que le costó la vida a una madre pobre.
ReplyDelete"Cuando Karen Yamileth salió de su casa ese día, no sabía, oh alma querida, que las causas la estaban buscando, cotidianas, invencibles y el azar se le iba enredando poderoso, invisible..."
“La vida hay que vivirla al máximo. Todos los días están llenos de pequeños momentos que nos llenan de alegría y que nos hacen recordar que la felicidad está donde menos la esperamos”. Buenos Días, Súper Selectos.
ReplyDeleteCreo que me perdi en la ultima frase.
Esto nó quedará impune!
ReplyDeletePronto verán respuestas a la injusticia.
Dios tarda pero no olvida!
Los responsables no escaparán,así los cubran con dinero y jueces .
Porqué las leyes de hojarasca y heno que tiene éste desgraciado pais,nó actúan con la misma celeridad con que abusaron de ésta pobre e indefensa mujer pobre?
Allí es donde jamás se les cree a los que cacarean "libertades"...pero sólo para ello$$$...
Tod@s pagarán sus fechorías y de encuentro se llevarán a sus familias.LA Ley de Compensación jamás falla!!...
Que no cuentan sus castigos,es otra cosa y menos que se los publiquen...pero Dios actuará y nadie podrá ayudarlos.
Así que,no crean que no se paga todo antes de pasar por el Juicio de Dios.
Y a veces lo vemos y lo sabemos...aunque lo quieran ocultar.
Basta recordar a "personajes" nefastos del pasado reciente del pais,y de veras que dá escalofrío al recordar cómo terminaron sin importar que tuvieran millones y falsa fama dada por los que los encubren y les besan los pies...
Estos prepotentes vigilantillos,que ni para el bus les dan,no deberían ser tan prepotentes y acosar a la gente,porque no saben lo que les depara la vida si no cambian su accionar...
Y,cuando los echan,ni "cinco"les dan y menos la gracias...mejor los acusan de mil cosas para no darles nada,o bien,prefieren pagar y gastar en abogados y periodistas vendidos,para ganar los casos..
A ver..digan un tan sólo ejemplo donde un "pelagato" gana un juicio?...ninguno!!!...
Hay que ser fiel al trabajo.de acuerdo...servicial ok!...pero nó "servil"....éste es el caso de miles y miles de "capataces",pero miren al sr. Adolfo Torres...nadie daba nada por el hombre y cayó en desgracia total,hasta que...[???]
bueno,ya conocemos la triste historia...y así,otras tantas..
Eso deberían de ver los "matones"que pisotean a los más indefensos....
El sr. Callejas debe ser interpelado como dueño de esos "pulpos"que nó venden nada barato!..eso no es cierto!...
Callejas incide y presiona hasta al Presidente cuendo le tocan sus intere$e$....él está entre un grupo que "gritan" cuando les tocan sus patrimonios...el pueblo lo sabe y DIOS TEMBIÉN!...
NADA QUEDARÁ SIN JUSTA RETRIBUCIÓN!
TODO SE PAGA EN ÉSTA VIDA...Y EN LA OTRA TAMBIÉN...
[EL RICO Y LÁZARO]...BIBLIA.
JESÚS CONTÓ ESTA HISTORIA EN LUCAS..Y NÓ ES PARÁBOLA PORQUE USA NOMBRES PROPIOS...
SERÍA BUENO NÓ SÓLO LEERLA Y CONOCERLA;SINO "ENTENDERLA"...
ASÍ SERÁ,PORQUE DIOS JAMÁS MIENTE!
He aca el gran falso espacio que nos plantes Ortiz:
ReplyDeleteCOMO PUEDE LA PRENSA ESCRITA, TELEVISIVA Y RADIAL PASAR POR ALTO UNA MUERTE QUE A PRIMERAS EVIDENCIAS SUGIERE UNA MUERTE PROVOCADA POR EL DESCUIDO DE UNOS ALAMBRES DEJADOS DESATENDIDOS Y DOS INUTILES GUARDIAS QUE SOLO FUERON ENTRENADOS PARA LA MANIPULACION DE ARMAS DE CORTO Y LARGO ALCANCE.
CREO QUE ES HORA QUE CALLEJAS PUEDA TAMBIEN SER JUZGADO POR NEGLIGENCIA EN PERJUICIO EN LA PERDIDA DE LA VIDA DE UNA CIUDADANA NO IMPORTANDO QUE HALLA SIDO SORPRENDIDA TOMANDO OBJETOS SIN PAGOS AHUN CUANDO SE OFRECIO PAGAR Y LOS ADMINISTRADORES DE ESTOS NEGOCIOS LLEGAN A SER MAS BRAVOS QUE UN PERRO DOBERMAN PISOTENANDO LOS DERECHOS CIVILES DE UN CIUDADANO.
PORQUE LA ENCERRARON?
PORQUE NO LLAMARON A LA POLICIA INMEDIATAMENTE Y SABEN PORQUE?
PORQUE EL SUPER SELECTO LO QUE HACE CUANDO UNA PERSONA ROBA, LES TOMA FOTOS A LOS INDIVIDUOS, LAS PUBLICA SIN HABER LOS INDIVIDUOS HABER TENIDO UN JUICIO DE CONDENA DE EL DELITO DE ROBO; PERO LOS DUEÑOS DE ESTOS SUPERMERCADO AVALAN TALES PRACTICAS QUE SON DE HECHO, VIOLATORIAS AL DERECHO QUE INDICA QUE NADIE PUEDE SER ACUSADO SIN HABERSELE COMPROBADO EL HECHO.
PORQUE NO LLAMAR LA POLICIA INMEDIATAMENTE, SINO DESPUES DEL DESENLACE TRAGICO?
SERA QUE ESE CUARTO ESTABA DISEÑADO PARA UNA TORTURA PERMANTE A PROPOSITO IDEADO POR LOS GUARDIAS O LOS DUEÑOS DEL SUPERMERCADO DEL SEÑOR ESPAÑOL CALLEJAS?
USTED TIENE LA PALABRA.
Jose Matatias Delgado Y Del Hambre.
Que indignacion causa esta muerte, pero mas indignacion causa el silencio de los medios alternativos, de los blogs, y del mismo FMLN, y que dicen los D-Puta-Dos sobre este asesinato? porque fue un asesinato.
ReplyDeleteEn donde esta la indignacion! en donde esta la sensibilidad humana! la iglesia prostituida con el gobierno y las clases dominantes calla este crimen!
Donde estan la retagila de organizaciones de derechos humanos que agarran fondos desde el exterior con tanta paja que se inventan?
Hago el llamamiento para que todods aquellos que todavia sienten un poquito de indignacion ante este crimen, se pronuncien y pidan a la fiscalia general de la republica una inmvestigacion exhaustiva de este hecho. Un llamado a la Comisionada Navas, que no le tieble la mano para empezar un proceso en contra de esos criminales que asesinaron a esta madre y que sea la PNC bajo el mando de Zaira Navas quien vaya por esos malditos asesinos.
Vamos a denunciar este crimen a nivel internacional y si el Funesto se queda callado al que denunciarlo tambien, si el Frente calla hay que denunciarlo; ya es tiempo que dejemos a un lado esos sentimientos partidarios y denunciar la injusticia venga de donde venga, ya Basta de tanta abominacion! ya basta de tanta injusticia! ya basta de tanto crimen en contra de nuestro pueblo.
BUENO LA VERDAD NADIE LA CONOCE, SOLO SE PUEDE ESPECULAR, PERO LOS ADORNOS DE LA POBREZA DEL PRINCIPIO ESTAN DE MAS, UN LADRON ES UN LADRON, QUE NO MERECE LA MUERTE ES OTRA COSA Y ES VERDAD! ES JUSTO QUE SE ACLARE ESTO Y QUE AUN CUANDO LO MAS PROBABLE ES QUE HAYA SIDO UN ACCIDENTE, SE DEDUZCAN TODAS LAS RESPONSABILIDADES CAIGA QUIEN CAIGA!
ReplyDeleteEs una gran indignacion q a causa del hambre y la necesidad las personas tengan que sufrir tantos atropellos e incluso pasar situaciones extremas como la que se ha dado ha conocer!!!! donde esta el Sr. Callejas en este caso? por $7 dolares a lo sumo, tres pequeños niños sufriran de por vida! y el estara disfrutando de toda una vida llena d abundacia.......... Es sumamente indignante!
ReplyDeletemi mayor deseo es que ledevuelvan la dignidad a esos niños aplicandoles la ley meresida a esa mala jerente y los burdos vijilantuchos
ReplyDeleteQue bonito este blog. Ha estado leyendo este tambien.
ReplyDeletehttp://hdelavidareal.wordpress.com/
EsTe es un hecho muy triste...injusto..
ReplyDeleteDoloroso...pero, porque los pobres tenemos que hecharnos a la bolsa cualquier cosa que este colocada en algún lugar aunque no sea nuestra? Si nosotros los pobres no pensamos en las consecuencias en las que en volveremos a nuestras familias, pretendemos que los demás piensen en ellas? No creen que eso es un gran error?
Es un hecho triste...injusto doloroso... pero será que los pobres tenemos que hecharnos a la bolsa lo que está colocado por ahí aunque no sea nuestro? ...Será que los demás son los que tienen que pensar en mi familia y no yo?...Será que con una pasta iba sacar de la pobreza a su familia?...
ReplyDeleteThanks, that was a really cool read! Freud
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