La ética del periodismo salavdoreño

Sobre el zumbido del moscardón - La ética en el periodismo
Por Miguel Ángel Chinchilla

El viernes 10 de diciembre del año que estamos por terminar, la Asociación de Periodistas de El Salvador (APES) y UNESCO, invitaron al foro titulado: “Impacto de la Libertad de Información en el Periodismo. Acceso a la Información Pública”. Como ponente de lujo se anunciaba al Dr. Javier Darío Restrepo, eminente periodista colombiano, autor de muchos libros, gran amigo de Gabriel García Márquez, y por lo tanto era casi una obligación asistir a dicho evento.

Además, el tema del acceso a la información pública para nosotros en El Salvador es coyuntural, puesto que por fin fue aprobada recientemente una ley al respecto, y tenemos que aprender cómo se deberá manejar el instrumento legal. Por otro lado las recientes reformas al Código Penal eliminaron también el fuero del que gozaban los periodistas y las empresas periodísticas; y como si esto fuera poco, Wikileaks irrumpe en el mundo de la informática y la información con un tipo de periodismo plus nunca antes visto a nivel mundial. El año pasado, sumado a las reflexiones que se realizaron en torno al proyecto de ley de Transparencia y Acceso a la Información, este servidor realizó en la Procuraduría General de la República, un evento en el que participaron representantes de FUSADES, así como periodistas de diversos medios y organizaciones.

Pues bien, aquella mañana mientras esperábamos a que llegara al lugar de la conferencia el Dr. Restrepo, una chica muy guapa se acercó muy ceremoniosa a saludarme y a pedirme un autógrafo ¡¿ un autógrafo?! y es que Deborah, que así es el nombre de la chica estudiante de periodismo que les cuento, creía que yo era el Dr. Restrepo, ¡vaya honor!. Según ella, el señor de la foto en la portada del libro del Dr. Restrepo, que los organizadores estaban obsequiando a todos los invitados, era yo. ¡Qué decepción se llevó aquella muchacha al percatarse de su equivocación!

Pero no quiero hablar en esta nota de la ponencia del Dr. Restrepo que sin duda fue brillante, tampoco de la participación de los panelistas invitados, en parte porque a medio evento tuve que retirarme por motivos laborales. Quiero mejor hacer un breve comentario del libro de marras, el mismo de la foto que confundió a la estudiante, ya que se trata de un importante documento que aborda el tema de la ética en el ámbito del periodismo.

El libro se titula “El Zumbido y el Moscardón. Taller y Consultorio de Ética Periodística”. Dicho título queda explicado por el Dr. Restrepo en las páginas 10 y 11, que corresponden a la Introducción: “La ética no es una condición ocasional, sino que debe acompañar siempre al periodismo como el zumbido al moscardón”, según palabras de Gabriel García Márquez en conversación con el autor. Esta metáfora que utiliza Gabo no deja de inquietarme, ya que un moscardón es una mosca “con motor” que se desarrolla entre la carroña, además, una de las acepciones del diccionario (como figura) dice que moscardón es: “una persona impertinente que molesta con pesadez y picardía”. Obviamente que viniendo de un premio Nobel de literatura, la comparación adquiere un matiz casi dramático respecto al quehacer de los periodistas.

Se trata de una publicación de la serie Libros de Taller, de la Fundación Nuevo Periodismo Iberoamericano y el Fondo de Cultura Económica. De esta misma serie ya antes habíamos leído “Los Cinco Sentidos del Periodista” de Ryszard Kapuscinski, en el cual precisamente se anunciaba este libro del Dr. Restrepo y también otro de Daniel Santoro sobre Técnicas de Investigación. Consta “El Zumbido y el Moscardón” de 336 páginas y se divide en dos partes. En la primera parte se exponen los grandes asuntos en derredor del tema, como son los conceptos de ética, utopía, valores, verdad, objetividad, credibilidad e independencia. La segunda parte del libro es la retroalimentación de la primera, ya que aquí encontramos cien consultas de periodistas de diferentes países, siempre sobre el tema de la ética. Preguntas de periodistas salvadoreños al Dr. Restrepo aparecen tres en el libro, y el asunto de una de ellas en su momento (2003), generó a nivel nacional una gran polémica: “Dado que el gremio no cuenta con prestaciones sociales, ¿es falta de ética someter a la aprobación del gobierno una ley que garantice asignación de fondos para crear la caja mutual del periodista y brindar así seguro médico, seguro de vida y otras prestaciones a los periodistas?”

Cito aquí dicha consulta en particular, porque en su momento se expresaron en algunos medios locales las razones que cita el Dr. Restrepo en su respuesta, en la cual sostiene que sobre asuntos de prestaciones laborales y de seguridad social, son las empresas periodísticas las únicas responsables del bienestar de sus periodistas, quienes “deben marcar distancia respecto al poder (...) exponen su independencia cuando reciben favores como el de una asignación de fondos para la caja mutual”. En la edición de El Diario de Hoy correspondiente al miércoles 30 de julio de 2003, el mismo Javier Darío Restrepo, declaraba respecto al asunto de la caja mutual: “Mi madre decía: quien recibe favores vende libertad”. Dicho proyecto de la caja mutual era impulsado por la Asociación de Periodistas de El Salvador, APES.

La conclusión de este libro de Javier Darío Restrepo, es que la ética no es una obligación sino una convicción, por regla general la rectitud que exige la moral de cada periodista, no se adquiere en la universidad sino que se adquiere en el hogar, desde pequeño uno aprende o no a ser honesto, justo, veraz y responsable. Por ello es que los códigos deontológicos no pueden obligar a nadie ya que solamente consignan pautas de conducta a seguir. Sólo entonces apegados a dicha ética adquirida que no impuesta, los periodistas podrán afirmar que forman parte del Cuarto Poder, término acuñado por Edmund Burke en el siglo XVIII.

En los últimos años el periodismo se ha puesto de moda en el mundo, tanto así que en El Salvador tenemos a un periodista como presidente de la República, a pesar de que Kapuscinski sostiene que “ya nadie quiere ser jefe de Estado porque esa figura retiene muy poca fuerza: el verdadero poder contemporáneo pertenece a los grandes grupos financieros, a las grandes organizaciones multimedia...” y sino que le pregunten a Julian Assange, a mí que me registren. ¡Abur!

Miguel Ángel Chinchilla es escritor salvadoreño

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