Supremacía Constitucional Vs. Dispensa de Trámite
Por José Manuel Ortiz Benítez
Hasta hace poco la lucha entre el poder legislativo y el judicial era de baja intensidad. Pero ahora el escenario ha cambiado y lo que se vive en la actualidad es una guerra sin reglas en la que el poder legislativo busca la aniquilación total de la Sala de lo Constitucional de la Corte Suprema de Justicia (CSJ, Foto: Magistrados Rodolfo González, Florentín Meléndez, Belarmino Jaime y Sidney Blanco)
Ya no estamos ante la trifulca clásica de la izquierda y la derecha, hemos pasado a otro nivel, exquisitamente mucho más perverso: la lucha de las sentencias constitucionales por jueces valientes e independientes contra las serenatas cantinflescas pobremente ejecutadas en madrugones improvisados por sus respetables Señorías en la Asamblea Legislativa.
La guerra también se ha extendido al patio del ejecutivo tanto por la defensa incondicional de la ley como por la rapidez de la sanción. La gente en la calle y en Internet no entiende muy bien la acelerada inmediatez del Presidente Funes en firmar y publicar una ley torpe y burlesca el mismo día que se produjo el madrugón en la Asamblea Legislativa.
El propio presidente de la República ha dinamitado la poca esperanza que había y la gente ha entrado en un estado de shock. De nada ha servido que Funes haya salido por la televisión el lunes por la tarde a defender la ley porque la explicación aportada no hace más que ahondar en la sospecha colectiva de que, efectivamente, existe algún pacto oscuro entre Funes, Saca y Cristiani, una terrible teoría que roza en lo surrealista, pero como bien apuntó alguien ya, la política salvadoreña hace rato que se volvió un juego jayán y pornográfico.
“Aquí a uno ya cualquiera viene y se la mete por donde no debe” dice mi estimable tocayo don Manuel. “Las orgías se efectúan después de los tocamientos, en medio del madrugón, cuando la gente decente duerme” continúa con la presentación gráfica mi tocayo, inmerso en una depresión de caballo.
“El Salvador progresa en la madrugada, cuando los políticos duermen” contrasta más elegantemente otro ciudadano.
Mientras tanto, en los foros políticos, suenan frases obscenas: “mientras nuestros hijos aguantan hambre y dolor, nuestros diputados se recrean en el éxtasis del placer, en la eyaculación de leyes que nadie estima necesarias menos ellos que ven en la Sala de lo Constitucional un fantasma inexistente contra nuestro sistema constitucional”.
Por su parte, el Presidente Funes, que ya iba cuesta arriba en las encuestas, ha dicho ingenuamente: “Lo único que se les pide es que estén de acuerdo los cinco para resolver las inconstitucionalidades.” Esto “único” que pide nuestro presidente es tan imposible como obtener algo distinto de cuatro sumando dos más dos, o como dibujar en el plano euclídeo un triángulo que tenga los tres ángulos obtusos. Para ponerlo más sencillo, cuatro de cinco es suficiente, Señor Presidente.
La explicación del Secretario Jurídico del Presidente Funes, el Sr. Ricardo Marroquí, aunque corta y fugas, fue mucho más sincera cuando dijo que la reforma se da como parte de “los pesos y contrapesos” en los poderes del Estado, lo que traducido al salvadoreño de la calle significa: “qué se han creído estos 4 bichos de la Sala de lo Constitucional.” Este tipo de explicación, aunque cínica en el fondo, es mucho más elegante porque parte de la sinceridad, algo que al Presidente Funes se le está echando cada vez más en falta.
La gente está indignada, celosa con ese noviazgo indecente entre matorrales de ARENA, GANA, PCN y PDC y el Presiente Funes.
Nadie entiende la lógica del Sr. Funes. La explicación adelantada es irritante e irrespetuosa con los que tenemos capacidad de procesar hechos e intenciones. Funes y su banda de asesores insisten en que aquí no hay gato encerrado, sino una reforma totalmente transparente para fortalecer nuestra democracia y salvarla del poder absoluto de 4 tipos que, según ellos, se han creído el cuento de los 4 Fantásticos.
La medida en cuestión es un madrugón que obliga a los 5 jueces de la Sala de lo Constitucional de la Corte Suprema de Justicia de El Salvador a dictar sentencias estricta y exclusivamente por unanimidad.
No existe este principio de unanimidad obligada por ley en ninguna democracia avanzada del mundo. Es más, el número de jueces siempre es impar para garantizar el desempate técnico y hacer prevalecer el principio democrático que, en esencia, no es otro que aquel que expresa la voluntad de la mayoría.
Con esta ley lo que se consigue es quitar el poder a 4 de los magistrados, para servírselo en bandeja de oro al quinto magistrado, el Sr. Jose Nestor Mauricio Castaneda Soto, que no ha mostrado demasiado interés en Democracia al no hacer constar su desacuerdo sobre el papel en las recientes resoluciones de la Sala en la que tiene la obligación de participar, aun cuando las sentencias ya estén consensuadas de antemano por los otros 4 magistrados. Se llama “voto disidente” y es tan importante como el resto de votos que conforman la mayoría.
No hay democracia si no hay disidencia. Pero el Sr. Castaneda hace rato que dejó de creer en Democracia. No llega a las reuniones de trabajo, ni al sillón que lleva su nombre en el estrado para escuchar y tomar nota de las vistas orales de los casos que la Corte decide. Para qué voy a asistir dice, si todo está decido de antemano.
Su Señoría Castaneda, defender la posición disidente es defender la Democracia, es plantar cara a la adversidad, es cumplir con el trabajo por el que se le paga. Nada. El Sr. Castaneda no ha estado en la Sala, ha dado la espalda a sus obligaciones, a sus correligionarios, a sus propios principios como portavoz de la disidencia. Y sin embargo, los diputados y el presidente Funes ven en él una esperanza para frenar la avalancha de resoluciones incómodas de la Sala y lo premian “técnicamente” con la llave del poder, todo ese poder para aquel que simplemente no ha hecho su trabajo como juez: decidir, resolver y plasmar su voto, ese voto crucial que da vida a la disidencia, que fortalece la Democracia.
Los diputados afirman que lo que quieren son procedimientos claros y transparentes en la Sala de lo Constitucional, pero hacen lo contrario con su propio reglamento interno en la Asamblea Legislativa que literalmente dice:
Naturalmente salvar el propio pellejo hay que considerarlo como “caso urgente”. Imagínense. Si eso no es urgente, ¿qué es? Lo demás, la salud, la educación, la emigración, la desnutrición infantil, los 10 muertos al día, eso puede esperar un poquito más.
Lo que está claro es que la gente está hundida porque ven claramente cómo el principio democrático y la supremacía constitucional quedan relegados a un segundo nivel por la misma gente de siempre, ARENA, GANA, PCN y PDC en los mismos términos de siempre: el madrugón legislativo y la jugarreta habitual de la dispensa de trámite.
En cuanto a la actuación del hombre en el que depositamos la esperanza del cambio, qué vamos a decir, una gran decepción.
Otros artículos de este autor Aquí – José Manuel Ortiz Benítez es Editor de Salvadoreños en el Mundo
Hasta hace poco la lucha entre el poder legislativo y el judicial era de baja intensidad. Pero ahora el escenario ha cambiado y lo que se vive en la actualidad es una guerra sin reglas en la que el poder legislativo busca la aniquilación total de la Sala de lo Constitucional de la Corte Suprema de Justicia (CSJ, Foto: Magistrados Rodolfo González, Florentín Meléndez, Belarmino Jaime y Sidney Blanco)
Ya no estamos ante la trifulca clásica de la izquierda y la derecha, hemos pasado a otro nivel, exquisitamente mucho más perverso: la lucha de las sentencias constitucionales por jueces valientes e independientes contra las serenatas cantinflescas pobremente ejecutadas en madrugones improvisados por sus respetables Señorías en la Asamblea Legislativa.
La guerra también se ha extendido al patio del ejecutivo tanto por la defensa incondicional de la ley como por la rapidez de la sanción. La gente en la calle y en Internet no entiende muy bien la acelerada inmediatez del Presidente Funes en firmar y publicar una ley torpe y burlesca el mismo día que se produjo el madrugón en la Asamblea Legislativa.
El propio presidente de la República ha dinamitado la poca esperanza que había y la gente ha entrado en un estado de shock. De nada ha servido que Funes haya salido por la televisión el lunes por la tarde a defender la ley porque la explicación aportada no hace más que ahondar en la sospecha colectiva de que, efectivamente, existe algún pacto oscuro entre Funes, Saca y Cristiani, una terrible teoría que roza en lo surrealista, pero como bien apuntó alguien ya, la política salvadoreña hace rato que se volvió un juego jayán y pornográfico.
“Aquí a uno ya cualquiera viene y se la mete por donde no debe” dice mi estimable tocayo don Manuel. “Las orgías se efectúan después de los tocamientos, en medio del madrugón, cuando la gente decente duerme” continúa con la presentación gráfica mi tocayo, inmerso en una depresión de caballo.
“El Salvador progresa en la madrugada, cuando los políticos duermen” contrasta más elegantemente otro ciudadano.
Mientras tanto, en los foros políticos, suenan frases obscenas: “mientras nuestros hijos aguantan hambre y dolor, nuestros diputados se recrean en el éxtasis del placer, en la eyaculación de leyes que nadie estima necesarias menos ellos que ven en la Sala de lo Constitucional un fantasma inexistente contra nuestro sistema constitucional”.
Por su parte, el Presidente Funes, que ya iba cuesta arriba en las encuestas, ha dicho ingenuamente: “Lo único que se les pide es que estén de acuerdo los cinco para resolver las inconstitucionalidades.” Esto “único” que pide nuestro presidente es tan imposible como obtener algo distinto de cuatro sumando dos más dos, o como dibujar en el plano euclídeo un triángulo que tenga los tres ángulos obtusos. Para ponerlo más sencillo, cuatro de cinco es suficiente, Señor Presidente.
La explicación del Secretario Jurídico del Presidente Funes, el Sr. Ricardo Marroquí, aunque corta y fugas, fue mucho más sincera cuando dijo que la reforma se da como parte de “los pesos y contrapesos” en los poderes del Estado, lo que traducido al salvadoreño de la calle significa: “qué se han creído estos 4 bichos de la Sala de lo Constitucional.” Este tipo de explicación, aunque cínica en el fondo, es mucho más elegante porque parte de la sinceridad, algo que al Presidente Funes se le está echando cada vez más en falta.
La gente está indignada, celosa con ese noviazgo indecente entre matorrales de ARENA, GANA, PCN y PDC y el Presiente Funes.
Nadie entiende la lógica del Sr. Funes. La explicación adelantada es irritante e irrespetuosa con los que tenemos capacidad de procesar hechos e intenciones. Funes y su banda de asesores insisten en que aquí no hay gato encerrado, sino una reforma totalmente transparente para fortalecer nuestra democracia y salvarla del poder absoluto de 4 tipos que, según ellos, se han creído el cuento de los 4 Fantásticos.
La medida en cuestión es un madrugón que obliga a los 5 jueces de la Sala de lo Constitucional de la Corte Suprema de Justicia de El Salvador a dictar sentencias estricta y exclusivamente por unanimidad.
No existe este principio de unanimidad obligada por ley en ninguna democracia avanzada del mundo. Es más, el número de jueces siempre es impar para garantizar el desempate técnico y hacer prevalecer el principio democrático que, en esencia, no es otro que aquel que expresa la voluntad de la mayoría.
Con esta ley lo que se consigue es quitar el poder a 4 de los magistrados, para servírselo en bandeja de oro al quinto magistrado, el Sr. Jose Nestor Mauricio Castaneda Soto, que no ha mostrado demasiado interés en Democracia al no hacer constar su desacuerdo sobre el papel en las recientes resoluciones de la Sala en la que tiene la obligación de participar, aun cuando las sentencias ya estén consensuadas de antemano por los otros 4 magistrados. Se llama “voto disidente” y es tan importante como el resto de votos que conforman la mayoría.
No hay democracia si no hay disidencia. Pero el Sr. Castaneda hace rato que dejó de creer en Democracia. No llega a las reuniones de trabajo, ni al sillón que lleva su nombre en el estrado para escuchar y tomar nota de las vistas orales de los casos que la Corte decide. Para qué voy a asistir dice, si todo está decido de antemano.
Su Señoría Castaneda, defender la posición disidente es defender la Democracia, es plantar cara a la adversidad, es cumplir con el trabajo por el que se le paga. Nada. El Sr. Castaneda no ha estado en la Sala, ha dado la espalda a sus obligaciones, a sus correligionarios, a sus propios principios como portavoz de la disidencia. Y sin embargo, los diputados y el presidente Funes ven en él una esperanza para frenar la avalancha de resoluciones incómodas de la Sala y lo premian “técnicamente” con la llave del poder, todo ese poder para aquel que simplemente no ha hecho su trabajo como juez: decidir, resolver y plasmar su voto, ese voto crucial que da vida a la disidencia, que fortalece la Democracia.
Los diputados afirman que lo que quieren son procedimientos claros y transparentes en la Sala de lo Constitucional, pero hacen lo contrario con su propio reglamento interno en la Asamblea Legislativa que literalmente dice:
ARTÍCULO 76.- Dispensa de trámites
En casos urgentes, y cuando así lo apruebe la Asamblea a petición de algún Diputado o Diputada, podrán dispensarse los trámites establecidos en este Reglamento y se podrá discutir el asunto en la misma sesión en que se conozca la correspondencia aun sin el dictamen de la comisión respectiva.
Naturalmente salvar el propio pellejo hay que considerarlo como “caso urgente”. Imagínense. Si eso no es urgente, ¿qué es? Lo demás, la salud, la educación, la emigración, la desnutrición infantil, los 10 muertos al día, eso puede esperar un poquito más.
Lo que está claro es que la gente está hundida porque ven claramente cómo el principio democrático y la supremacía constitucional quedan relegados a un segundo nivel por la misma gente de siempre, ARENA, GANA, PCN y PDC en los mismos términos de siempre: el madrugón legislativo y la jugarreta habitual de la dispensa de trámite.
En cuanto a la actuación del hombre en el que depositamos la esperanza del cambio, qué vamos a decir, una gran decepción.
Otros artículos de este autor Aquí – José Manuel Ortiz Benítez es Editor de Salvadoreños en el Mundo
Lo que el gobierno tienen que hacer es resolver problemas reales, y no entrometerse en problemas personales de los diputados parker y cepeda con los 4 magistrados.
ReplyDeleteHay otros problemas amigo, estan quemando energia en zopilotes.
Funes con ARENA, GANA, PDC, PCN.
ReplyDeleteY donde esta el legado de Monseñor Romero?
Lo unico bueno de esto es que la gente se esta uniendo para pelear por nuestra dignidad.
ReplyDeleteHemos visto a Fusades codo con codo con las barricadas estudiantes y los sindicatos de los trabajadores.
Con el culo al aire
ReplyDeleteLos pesos y contrapesos a los que se refieren Funes y todos los partidos políticos han sido conocidos gracias a Wikileaks: todos los actuales partidos políticos están en régimen de servidumbre ante la embajada USA.
Lo más grave es lo que no se publica; entre otras cosas, la espada de Damocles de la derogatoria de la ley de amnistía, ya que no se salvaría ninguno de los dirigentes actuales y pasados.
Ese es el argumento que esgrime Funes ante el fmln cada vez que les escupe en la cara; en eso consiste el juego de alianzas, rupturas, negociaciones y componendas entre todos los partidos políticos; ese es el lazo de sangre y muerte que le une más allá de todas las diferencias, y que ata al fmln a sus socios de la asamblea nacional obligándolo a promulgar o no, determinadas leyes y reformas.
A continuación le sigue la corrupción institucionalizada y normalizada como forma de democracia y de gobierno.
El fmln ha venido manteniendo una guerra prolongada contra la CSJ en incontables intervenciones en todos los medios a su alcance: prensa, radio, televisión, Internet, actos presenciales y espacios de blogueros amigos -estos últimos pagados, por supuesto- en defensa de la forma de vida de sus diputados y funcionarios, disfrazado todo de defensa de los intereses populares y consolidación de la democracia.
La actitud pusilánime del lacayo Funes viene determinada por su rastrero servilismo al servicio de los intereses USA y la oligarquía local.
De las otras formaciones de derecha ya está dicho casi todo.
La esperanza que le queda al pueblo salvadoreño es que los delitos de lesa humanida ni prescriben, ni se pueden indultar ni amnistiar.
Esa es la realidad de la vida política de la REPUBUCA de el salvador -como literalmente dice el decreto 743.
Para concluir, hay que dejar claro que con su rectificación, Arena ha dejado a Funes, Gana y el Fmln con el culo al aire.
INTERESANTISIMA FRASE POPULAR QUE EL AMIGO MANIFIESTA ESTE DIA A LAS 13:22.
ReplyDeleteLA VERDAD ES QUE COMO SALVADOREÑOS A CUENTA DE QUE?
VAMOS A DEFENDER LA "INOCENCIA" DE CRISTIANI ANTE EN POSIBLE INVOLUCRAMIENTO Y ENCUBRIMIENTO POR SER EL COMANDANTE EN JEFE DE LAS FUERZAS ARMADAS ATRAVEZ DE UNA ACTIVA NEGLIGENCIA SIENDO JEFE DE ESTADO SALVADOREÑO CUANDO OCURRE SEMEJANTE BRUTAL MASACRE A LOS SACERDOTES JESUITAS EN EL PAIS.
A CUENTA DE QUE SR SICILIANO?
EL HA COLOCADO PATAS ARRIBA AL PAIS AL CONFRONTAR LOS TRES PODERES Y EL BAJO ACIERTO DEL EQUIPO DE ASESORES LEGALES DE NUESTRO PRESIDENTE FUNES, ADEMAS DEL ABUSO DE PODER DE LA ASAMBLEA LEGISLATIVA FORMADO DE "MATONES DE BARRIO" QUE CADA VEZ AMENAZAN CON QUITAR A QUIEN QUIERA PORQUE SEGUN ELLOS TODOS LOS FUNCIONARIOS QUE ELLOS ELIGIERON LES DEBEN ESE FAVOR!
DESGRACIADOS DIPUTADOS LADRONES DE FUNCIONES QUE NO LES PERTENECE !
Jose Matatias Delgado Y Del Hambre.