Gestión Humanitaria en El Salvador
Por José Manuel Ortiz Benítez
“En la gestión de la emergencia nacional, haga lo que haga este gobierno, los medios se lo van artar” dice, en perfecto francés, mi estimable tocayo Don Manuel.
Cierto, el Presidente Funes ha vuelto a llegar tarde. Pero, el hecho de llegar tarde no basta para electrocutar mediáticamente toda la gestión que está haciendo el gobierno.
Cierto, hemos visto a un gobierno descoordinado. Hemos visto al Director de la PCN desafinado. Hemos visto a un Ministro de Defensa sofocado. Hemos visto la cara de temporal del Ministro de Medio Ambiente. Hemos visto al Director General de Protección Civil asustado. Hemos visto a un Ministro de Gobernación desvelado. Hemos visto a una Ministra de Salud ausente.
Hemos visto los muertos y hemos sentido compasión. Hemos visto que somos pobres e impotentes y hemos cargado fuertemente contra la gestión humanitaria que está llevando a cabo el gobierno, con el misericordioso presupuesto que tenemos.
Hemos visto a los salvadoreños arrimarse a la solidaridad, ayudando a gente que ni siquiera conoce. Hemos visto a jóvenes salir a los centros de acopio a dejar un par de calcetines, a dejar sabanas, mantas, latas de sardinas y jabón de olor.
Pero hemos visto más.
Hemos visto algunos medios hacer una crítica casi frontal contra la gestión del gobierno y hemos visto usar su posición mediática para adjudicarse una sustancial porción del protagonismo.
“Es lo que suele ocurrir aquí en El Salvador” dice mi estimable amigo, “la gente no se coordina, en vez de hacer un gran centro de distribución de ayuda, comandado por el gobierno, se hacen cientos de centros de ayuda, cada cual por su lado, cada cual buscando su cuota de protagonismo”.
“Yo ya me los puedo”, sigue mi tocayo Don Manuel, pegado al televisor, “mire cómo está el licenciado Herman Rosa Chávez, parece que le ha caído una gran tormenta encima”, dice.
Otros artículos de esta autor aquí – José Manuel Ortiz Benitez es columnista salvadoreño.
“En la gestión de la emergencia nacional, haga lo que haga este gobierno, los medios se lo van artar” dice, en perfecto francés, mi estimable tocayo Don Manuel.
Cierto, el Presidente Funes ha vuelto a llegar tarde. Pero, el hecho de llegar tarde no basta para electrocutar mediáticamente toda la gestión que está haciendo el gobierno.
Cierto, hemos visto a un gobierno descoordinado. Hemos visto al Director de la PCN desafinado. Hemos visto a un Ministro de Defensa sofocado. Hemos visto la cara de temporal del Ministro de Medio Ambiente. Hemos visto al Director General de Protección Civil asustado. Hemos visto a un Ministro de Gobernación desvelado. Hemos visto a una Ministra de Salud ausente.
Hemos visto los muertos y hemos sentido compasión. Hemos visto que somos pobres e impotentes y hemos cargado fuertemente contra la gestión humanitaria que está llevando a cabo el gobierno, con el misericordioso presupuesto que tenemos.
Hemos visto a los salvadoreños arrimarse a la solidaridad, ayudando a gente que ni siquiera conoce. Hemos visto a jóvenes salir a los centros de acopio a dejar un par de calcetines, a dejar sabanas, mantas, latas de sardinas y jabón de olor.
Pero hemos visto más.
Hemos visto algunos medios hacer una crítica casi frontal contra la gestión del gobierno y hemos visto usar su posición mediática para adjudicarse una sustancial porción del protagonismo.
“Es lo que suele ocurrir aquí en El Salvador” dice mi estimable amigo, “la gente no se coordina, en vez de hacer un gran centro de distribución de ayuda, comandado por el gobierno, se hacen cientos de centros de ayuda, cada cual por su lado, cada cual buscando su cuota de protagonismo”.
“Yo ya me los puedo”, sigue mi tocayo Don Manuel, pegado al televisor, “mire cómo está el licenciado Herman Rosa Chávez, parece que le ha caído una gran tormenta encima”, dice.
Otros artículos de esta autor aquí – José Manuel Ortiz Benitez es columnista salvadoreño.
Los de arena buscan siempre salir como los salvadores.
ReplyDeleteLos del frente buscan siempre salir como los heroes.
Y el pueblo se hunde en el dolor.