Latinos cautos frente a Obama

Su popularidad entre los hispanos ha caído a un débil 38%
Isaías Alvarado/isaias.alvarado@laopinion.com |
2011-10-26

Mientras en el Congreso ha crecido el interés demócrata por volver a presentar una propuesta de reforma migratoria a principios de diciembre, en Los Ángeles líderes comunitarios han tomado con cautela el compromiso de legalizar a 12 millones de indocumentados que nuevamente dejó el presidente Barack Obama durante su visita a esta ciudad.
La noche del lunes, en la casa del actor Antonio Banderas, en el primer evento de recaudación de fondos dirigido a los latinos, Obama pidió ayuda a esta comunidad para alcanzar una asignatura pendiente de su gobierno.
"Vamos a tener que movilizarnos y organizarnos, y tenemos que aprovechar los mejores instintos del pueblo estadounidense con el fin de que suceda [la reforma migratoria]", expresó Obama.
El presidente subrayó que no lo podrá hacer solo, apelando al voto de un grupo que, según analistas políticos, será fundamental para su permanencia en la Casa Blanca. Su popularidad entre los hispanos ha caído a un débil 38%, comparado con el 67% que lo eligió en 2008.
La esperanza de cambiar las leyes migratorias renació además con el anuncio de los demócratas en el Congreso de, una vez más, poner el asunto a discusión a finales de año, según informó la cadena CNN. Los puntos incluidos en dicha propuesta legislativa siguen en suspenso.
Para Salvador Sanabria, director de El Rescate, el mensaje del presidente debe leerse en el contexto de una campaña de reelección donde necesita el respaldo del electorado latino. El Obama que esta semana visitó Los Ángeles no es el mismo al que vino hace cuatro años, como aspirante a la Casa Blanca, dijo el activista. Ahora, precisó, es un político "curtido" en el arte de prometer y no cumplir.
"La credibilidad del presidente es motivo de especulación porque en el mejor momento de su administración, recién estrenado como presidente, cuando los demócratas tenían el control de ambas cámaras, decidió pelear por una reforma de salud y dejó la reforma migratoria, que habría tenido un efecto más positivo en la economía", manifestó.
Roberto Bravo, presidente del Consejo Binacional de Organizaciones (CBO), insiste en que Obama no ha dado siquiera el primer paso: emitir una orden ejecutiva que detenga las redadas de la Oficina de Migración, que el último año deportó a casi 400,000 personas.
"Está regresando a esa primera etapa de buscar el voto latino, pero nos falló", dijo Bravo. "No queremos promesas, sino hechos", insistió.
En su discurso del lunes, el presidente contó la historia de la familia Bonilla, que conoció en Las Vegas antes de llegar a Los Ángeles, para resaltar las contribuciones de los inmigrantes en Estados Unidos. El jefe de esa familia, José, cruzó la frontera ilegalmente hace 26 años, trabajó como limpiador de pisos y ahora su meta es que sus tres hijos tengan estudios universitarios.
"Tenemos un sistema [migratorio] que no funciona y estamos hacienda todo lo posible administrativamente para tratar de disminuir el dolor y las dificultades que está causando", señaló. "Sí, para que nuestras fronteras sean seguras, pero también para decir que familias como los Bonilla, que están aquí, que están construyendo en este país, que lo hagan de mejor manera, con más fuerza, y tenemos que darles oportunidades", continuó.
Obama también dijo estar preocupado por el futuro académico de los niños sin documentos legales y cuyo talento, advirtió, podría ser desperdiciado. De esta manera abogó por el DREAM Act, que abriría una ventana a la legalización a jóvenes que entren a las universidades o se enrolen en las Fuerzas Armadas.

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