El Presidente Traidor… dos años después

Por: Dr. Víctor Valle

Schafik Handal, que tan flexible era en política
salvadoreña de izquierda, como para hacer
arreglos políticos con personajes como Napoleón Duarte, Francisco Roberto Lima o Ernesto Claramount, se mostraba un acre crítico de Gabriel González Videla, un político chileno que llegó a la Presidencia de Chile, en 1946, con el apoyo del Partido Comunista y que, dos años después, en 1948, auspició una ley represiva contra la izquierda que se conoció como “la ley maldita”, lo que hizo que el Partido Comunista de Chile se refiriera a González Videla como el presidente traidor.

Schafik, cuando el gobierno militar de Oscar Osorio desató la famosa represión de 1952, salió al exilio en Chile donde vivió hasta que el Presidente militar Lemus, al llegar a la Presidencia en septiembre de 1956, aflojó las tuercas represivas inherentes a la dictadura militar y permitió – ¡Oh bondad!- el regreso de los exiliados políticos. Ese período en Chile, hizo de Schafik un conocedor de la historia chilena, sobre todo de la historia de la izquierda chilena, para la que González Videla era el presidente traidor.

A principios de los 1960s, cuando otra vez Schafik estaba en la clandestinidad y algunos universitarios nos reuníamos con él para asuntos de política universitaria y nacional, lo escuchábamos denostar con malas palabras al tal González Videla quien se convirtió para nosotros en un anti-héroe, porque dos años después de llegar a la presidencia de Chile con el apoyo de los comunistas, los persiguió para jolgorio de las derechas y de sus medios de comunicación. Pablo Neruda tuvo que salir clandestinamente de Chile, a resultas de la represión desatada por González Videla.

Desde entonces, siempre que la izquierda en nuestro país, por razones tácticas o de necesaria sinergia política, entra en alianzas con personas con credenciales derechosas u oportunistas, no deja de generarse ansiedad e incertidumbre entre la izquierda verdadera.

Las historias, en plural, se repiten. La historia, en singular, enseña y educa.

González Videla es ahora un personaje repudiado por traidor. Neruda se sobrepuso y, de nuevo, con Salvador Allende sufrió el embate de los derechistas y los militares. Ahora, Neruda y Allende son figuras históricas muy respetadas. Y González Videla terminó como colaboracionista del General Pinochet, era tal su anti-izquierdismo. Y es que el hegemonismo militar siempre ha requerido un servilismo civil.

González Videla, el presidente traidor, murió, en 1980, anciano y execrable, precisamente, por ser un presidente traidor.

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