Nayib Bukele desafía al sistema de partidos

Nayib Bukele, Alcalde de San Salvador. 

Tras una larga historia de riñas internas, el FMLN y el alcalde Nayib Bukele rompieron su relación y el partido expulsó al único de sus militantes con altos números de popularidad y fuertes aspiraciones presidenciales.

La redacción de El Faro escogió esta como noticia del año porque no solo de la violencia vivimos los salvadoreños (compitió en en el debate el hecho de que en 2017 el Gobierno continuó con su política de represión y la comunidad internacional señaló al país como uno que viola los derechos humanos de manera sistemática). Pero es innegable que la historia de amor y odio entre Bukele -un millonario, publicista y millenial- y el partido de izquierdas marcaron agenda durante todo el año. Esta novela tuvo un primer momento culmen en abril, cuando Bukele anunció que no buscaría la presidencia con el FMLN, sino que un segundo periodo en la comuna capitalina. Pese a sus números en mediciones de popularidad, a Bukele le pasó factura no ser sangre pura del Frente, aunque también él dio méritos para que su partido le perdiera confianza.

Desde que fue alcalde en Nuevo Cuscatlán, y luego como alcalde capitalino, Bukele nunca dejó de criticar al FMLN, al que en más de una ocasión, y por razones distintas (reformas fiscales, políticas de seguridad, manejo del Estado) llegó a llamarlo “Arena 2.0”, todo un insulto dentro de la izquierda salvadoreña. El Frente, un partido acostumbrado a lavar los trapos sucios en casa, a la obediencia absoluta y al verticalismo en la toma de decisiones y posicionamientos públicos, no le aguantó una más.

El segundo momento culmen ocurrió en octubre, cuando el FMLN acusó y condenó a Nayib Bukele por promover  “prácticas que generan división interna” y “fomento de conductas personalistas”; realizar “actos difamatorios, calumniosos e injuriosos que dañan la imagen y honor una persona miembro o militante"; irrespetar “los derechos humanos de las mujeres”; y violar, en general, “la Carta de Principios y Objetivos, los Estatutos, Reglamentos y demás normas que rigen el Partido".

La que parecía una carta presidencial del FMLN, fue desechada. Tras su expulsión, Bukele anunció la creación de un movimiento político y su intención de competir por la presidencia en las elecciones de 2019.

Bukele no es el único que levanta la bandera antipartidos en un contexto en el que la población está harta de los partidos. En junio, una encuesta del Instituto de Opinión Pública de la UCA reveló que 2 de cada 3 salvadoreños no quieren que siga gobernando el Frente, pero tampoco quieren que regrese Arena.

Sin embargo, a diferencia de las gestas independentistas en la derecha política, protagonizadas por los diputados de Arena Johnny Wright y Juan Valiente (que también han anunciado un movimiento político de cara a las legislativas de 2021), Bukele ha sido el único cuya incursión en la carrera presidencial de 2019 amenaza con romper el sistema de partidos políticos que heredó el país tras la firma de la paz en 1992. Un político popular que quiere competir en la presidencial frente a dos partidos agotados y unas dirigencias que hicieron la guerra y la paz. Un político popular para unos partidos que tienen desencantados a la población.

Para 2019, sin embargo, hay un largo trecho y Bukele necesita un partido. Por el momento, al menos en las encuestas, él reta a Arena y a su antiguo partido, el FMLN.

Una de las casas encuestadoras más serias, LPG Datos, ya arrojó resultados interesantes. Preguntó entre el 20 y 28 de noviembre de este año: Si las elecciones para presidente fueran el próximo domingo, ¿por cuál partido político, movimiento o candidato votaría usted?  Arena aparece primero en intención de voto con 21.9 %; Bukele (todavía sin partido) aparece segundo, con 15.7%; el FMLN aparece tercero con 9.81 %.  El 34.4 %  no respondió la pregunta.

Fuente: elfaro.net

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